Filtros y Bombas Piscina

Elige tu bomba de piscina adecuada

La bomba de piscina es el centro de todo el proceso de filtrado. Su cometido es absorber el agua y llevarla hasta el filtro para que pueda ser limpiada. Para que esta depuración salga bien, las bombas para piscinas deben de estar adaptadas completamente a la piscina en la que las utilizamos.

Esto quiere decir que su potencia debe de estar acorde con el volumen de la piscina, y a la vez con la potencia que necesita el filtro, del que hablaremos posteriormente. Cuanto más grande sea la piscina, mayor potencia requerirá el motor de la bomba para poder canalizar semejante cantidad de agua. 

Es fundamental tener en cuenta también el filtro, ya que la potencia en general podrá incluso determinar qué toma de corriente debemos utilizar, llevándonos a replantearnos su ubicación.

Lo ideal en las bombas de piscinas es que sean fáciles de instalar, incluso para piscinas desmontables no muy pesadas y que puedan adaptarse también a otros formatos como jacuzzis, por ejemplo. Esto es posible si permiten filtrar a temperaturas más altas a las habituales.

Las bombas de piscinas centrífugas autoaspirantes tienen una gran capacidad de aspirar, para que no quede una gota de agua sin pasar por el filtro. Además, su potencia intrínseca permite expulsar con fuerza el agua de vuelta a la piscina, favoreciendo esta movilidad que comentábamos. Así, podremos llegar a toda la piscina y evitar el problema de las aguas estancadas.

A veces la bomba de piscina puede usarse también para poner en funcionamiento diferentes limpiafondos, tanto hidráulicos como de uso manual. Para ver si son compatibles, es necesario asegurarse de que la bomba cumple los criterios mínimos en cuanto a potencia que aparezcan en las instrucciones del limpiafondos.

La importancia de los filtros de piscinas

Si la bomba es el centro de la potencia del sistema de limpiado, el filtro de piscina es la criba que permite convertir el agua en cristalina y saludable. La pieza fundamental es el filtro de piscina básico, una especie de cilindro simple pero muy efectivo a la hora de captar la suciedad.

El proceso en el que interviene el filtro es muy sencillo. Cuando el agua es aspirada por el skimmer, gracias a la potencia de la bomba, pasa al depósito en el que se instalan los filtros para piscinas. Este, tras realizar sus tareas, permite que el agua vuelva al ciclo, pero esta vez limpia y depurada. Lo ideal es que este ciclo se realice una vez al día, aunque depende del tamaño de la piscina y del material con el que contemos.

Para empezar a utilizar filtros, tenemos que distinguir entre los dos tipos de modelos que tenemos. Por un lado encontramos el filtro de arena para piscina, muy popular y relacionado con los sistemas de depuración más sofisticados. A pesar de lo que pueda parecer, es la propia arena la que limpia, en vez de contaminar el agua. Las partículas pasan a través de ella y la suciedad queda retenida. Se trata de un sistema fácil de mantener y duradero, ya que se recomienda sustituirlo pasados 10 años. Es además un sistema muy natural, que no emplea químicos agresivos, sino simplemente arena.

Por otro lado tenemos los filtros de cartucho que mencionábamos antes, cilíndricos y con diferentes láminas. Estas láminas o cartuchos son reemplazables y tenemos que acordarnos de limpiarlas. Su mantenimiento por tanto se basa en una limpieza a fondo a la semana y un reemplazo anual. Otra de sus ventajas es su sencilla instalación. Como verás, no tiene ningún mecanismo complejo, por lo que es apto para cualquiera.

Cómo funciona la depuradora de arena

Ya hemos comentado anteriormente el funcionamiento de las piezas de filtrado. En este caso hablaremos de la depuradora de arena, un sistema integral que incluye este tipo de filtrado. Las depuradoras de arena tienen un aspecto similar a una bomba y contienen en su interior un gran tanque por el que pasara litros de agua. Para conocer su capacidad, debes de tener en cuenta que esta se mida en metros cúbicos filtrados por hora. 

Estas máquinas poseen además incorporadas la bomba que mencionábamos anteriormente. Al tratarse de dispositivos pequeños, su potencia no será excesiva, pero aunque tarde más tiempo, asegurará unas aguas limpias e higienizadas.

Se pueden manejar de manera sencilla ajustando sus válvulas y sus programas de limpiado. Eso sí, recomendamos que antes de hacerlas funcionar, les facilitemos la labor retirando manualmente trozos grandes de suciedad como hojas o insectos de gran tamaño que puedan interceder en el ciclo. Con esto, conseguiremos además que la depuradora complete los ciclos de limpiado dañando lo menos posible al filtro. Es una recomendación habitual para una piscina con depuradora de arena.

La idea detrás de este tipo de depuradora en nuestro catálogo es la de centralizar todas las funciones de limpiado en una sola máquina coordinada. Así, no tendrás que ajustar por un lado la potencia de la bomba, la del filtro, el tamaño de la manguera, etc. Además, la otra alternativa es la depuradora de cartucho, cuyo filtro mencionamos anteriormente. Este tipo de depuradoras requieren algo más de mantenimiento en cuanto a las láminas, pero es tan sencillo de hacer que no resulta nada tedioso. Un repaso semanal y una sustitución al año y tendremos ya listo nuestro sistema de depuración.

Observa las cualidades de tu piscina y consulta con nosotros, veremos qué sistema se adapta mejor a tus necesidades.