Suelos
¿Has pensado alguna vez en el tipo de suelo que quieres para el jardín? ¿Conoces los distintos tipos de suelos para jardín que existen o las ventajas de los materiales con los que están hechos? Elegir suelo, o unas baldosas para jardín que sean resistentes, funcionales y decorativas, no es una tarea demasiado sencilla. Existe un suelo para exteriores adecuado para todas las necesidades, ya sea para revestir zonas de estar o de paso, como para acondicionar el espacio que se encuentra junto a la piscina o para habilitar la zona de la barbacoa y de juegos.
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Diferentes estilos de suelos para jardín
A la hora de elegir suelos de jardín hay que tener claro cuál es el estilo que se desea conseguir y el material que se quiere utilizar. También hay que tener en cuenta cuáles son las dimensiones del solar. Uno de los materiales más usados es la piedra, ya que además de decorar es muy duradera y se mantiene de manera muy sencilla. Por otro lado, existe una gran variedad de piedras decorativas para jardín de diferentes colores, formas y tamaños, y al ser un material natural, se tiene la seguridad de que no existe otra igual en ningún lugar, por lo que está garantizado un suelo único.
Otro material muy utilizado en los suelos para jardín de exterior es el hormigón. También es muy resistente y muy fácil de cuidar. Su colocación es muy sencilla y aunque su color es gris, se puede pintar en diferentes tonos, por lo que se pueden hacer composiciones a gusto del espacio o de cada persona. Si se busca un estilo rústico, el suelo de barro es perfecto. Con este material se consiguen diseños exclusivos y muy originales. Existen muchos colores y formatos que van desde los más envejecidos hasta los de tonos rojizos. Al ser un suelo artesanal, cada pieza tiene un color y una identidad propia que además se puede combinar con más materiales para conseguir un espacio único.
El mármol es otro de los materiales que se pueden utilizar para los suelos de jardín y, además, uno de los más elegantes. Queda ideal tanto en estilos clásicos como en los más actuales y aunque es un material algo caro, merece la pena utilizarlo, ya que con un buen mantenimiento puede llegar a durar en perfecto estado hasta 25 años. Son muy utilizados los suelos para jardines de cerámica, ya que ofrecen numerosas ventajas. Una de ellas es su resistencia, su limpieza y mantenimiento sencillo y la gran variedad que hay. Con este tipo de suelos se consigue un aire rústico gracias a su toque artesanal donde sus "pequeños defectos" se convierten en uno de sus principales atractivos.
Baldosas para jardín con encanto
Las baldosas de jardín, aunque pueden resultar algo costosas, a largo plazo son muy duraderas y animan considerablemente la imagen de un jardín. Además soportan perfectamente los cambios meteorológicos durante muchos años. Pueden usarse tanto en el suelo como en las paredes exteriores y con ellas se consigue un espacio exterior con mucha elegancia. El uso de colores oscuros en las baldosas de jardín, especialmente los pertenecientes a la gama del gris, son una estupenda opción, ya que en ellas no se nota apenas la suciedad. Los colores claros, como el tierra o el beige, también quedan geniales en los espacios abiertos y combinan a la perfección con las casetas de jardín.
Las baldosas de madera para jardín suelen ser una de las opciones preferidas por todos aquellos que buscan un aspecto elegante y funcional en los espacios abiertos. Eso sí, es fundamental aplicar algunos tratamientos a lo largo del año para que no se estropeen, sobre todo para protegerlas del ataque de ciertos insectos y de los hongos. En general, las baldosas de madera más resistentes, son las tropicales ya que se caracterizan por ser bastante más densas que el resto. Además, puedes añadir celosías para darle a tu jardín o terraza un espacio más personalizado.
En cambio, si lo que se pretende es tener el aspecto típico de la madera pero ganar en resistencia en el jardín, lo mejor será optar por unas baldosas de composite. Se trata de una mezcla en forma de resinas y fibras similar al PVC. El polietileno también le otorga un tono decorativo mayor a la madera, y la mezcla con resinas plásticas le da todos los beneficios que tiene un suelo plástico. Por otro lado están las baldosas para jardines de cerámica, que por supuesto tienen una mayor resistencia frente a los ataques de los hongos y termitas. Además no se convierten nunca en una superficie resbaladiza ni se deteriora con ciertos productos como el cloro, por lo que se puede colocar perfectamente junto a la piscina.
Paso japonés, un toque exótico para el jardín
Para andar por el césped sin necesidad de pisarlo, existe una solución discreta y muy estética conocida como paso japonés. Se trata de un sendero realizado con piedras planas que aportan una nota muy decorativa a cualquier jardín. El aspecto natural que otorga la piedra consigue crear un contraste encantador sobre cualquier fondo de césped, aunque también puede utilizarse sobre cualquier superficie de grava, mejorando igualmente la estética del jardín y su deambulación por el mismo.
Los materiales que se vienen utilizando tradicionalmente en un paso japonés para jardín son el granito, la pizarra e incluso los troncos de árbol. Hoy en día también se pueden encontrar piedras para pasos japoneses manufacturadas, tanto de hormigón como de piedra artificial. Normalmente estos pasos están separados entre 5 a 20 centímetros entre sí y es recomendable situarlos por debajo del nivel del suelo.
En el caso de optar por la pizarra no será necesario ningún tipo de tratamiento especial ya que son piedras naturales, cuyos tonos y colores pueden variar de una pieza a otra, por lo que la exclusividad está asegurada. En cualquier caso, con la utilización de un paso japonés, se crean caminos balizados para llevar a los visitantes por el jardín sin tener necesidad de pisar el suelo o el césped.
De ahí que los decoradores, arquitectos y paisajistas lo tengan muy presente a la hora de diseñar espacios exteriores. Además, su instalación es muy sencilla, ya que solo se necesita arena, una paleta y las losas. Una vez se haya trazado el recorrido deseado para el paso japonés, ya sea lineal o curvo, solo será necesario rebajar el suelo ligeramente y colocar la losa elegida.