Es uno de los árboles más emblemáticos y hermosos de nuestra cultura. Una buena razón para querer disfrutarlo, ya sea en nuestro jardín o como parte de nuestra colección de plantas de casa. Conseguirlo pasa por conocer a fondo los cuidados del bonsái olivo. Unos que no revisten una gran complicación, y que son una auténtica garantía de disfrutar de la elegancia de este árbol en un formato reducido. Eso sí y antes de más: si eres impaciente, vas a tener que armarte de paciencia. El olivo es una especie de crecimiento lento.
Símbolo del Mediterráneo, el olivo es uno de los árboles con más historia e identidad. Además del atractivo de sus hojas, de carácter perenne, su principal atractivo es el desarrollo de su tronco. No solo es de carácter irregular y leñoso: además es grueso, corto y, a medida que madura, va adquiriendo una forma irregular sumamente llamativa. Es, precisamente, la morfología de su tronco lo que hace de él uno de los candidatos perfectos para la técnica del bonsái, ya que admite ser modelado a nuestro antojo.
Teniendo esto en cuenta, veamos cuáles son los cuidados del bonsái de olivo. Un árbol perfecto, incluso, si nos planteamos cómo elegir tu primer bonsái.
- CUIDADOS DEL BONSÁI OLIVO
- 1. La ubicación, muy soleada y exterior con ciertas salvedades
- 2. El suelo, un aspecto que debemos mimar
- 3. El riego, lo más delicado en los cuidados del bonsái olivo
- 4. El abonado, una tarea que no podemos olvidar
- 5. La poda, una tarea propia del final del invierno
- 6. El alambrado, clave para dar forma a nuestro pequeño árbol
- 7. Las plagas, uno de los cuidados del bonsái olivo que menos tendrá que preocuparnos
CUIDADOS DEL BONSÁI OLIVO
Como decíamos, los cuidados del bonsái olivo son tan sencillos que son asumibles hasta para quienes se inician en cuidar plantas. De la misma forma que sucede con un olivo plantado en suelo, su cultivo como bonsái no es exigente pero sí sumamente específico. Es una especie sumamente resistente, sí. Pero no podemos perder de vista que, más allá de conocer en líneas generales los cuidados del bonsái, tenemos que saber más de esta especie icónica y absolutamente irresistible.

En líneas generales, los cuidados del olivo están marcados por sus orígenes. Es una de las plantas mediterráneas por excelencia y eso nos da, de por sí, pistas sobre dos sus necesidades. Y es que estos orígenes marcan, como veremos desglosando los cuidados del bonsái de olivo, dos máximas imprescindibles para su bienestar: la luz y el riego.
1. La ubicación, muy soleada y exterior con ciertas salvedades
Empecemos rompiendo un mito sobre este aspecto: todos los bonsáis son de exterior. Un aspecto que conviene dejar claro, ya que suele llamar a error el hecho de que solamos hablar de los cuidados del bonsái de interior. En este caso concreto, los consideramos así por tratarse de especies tropicales que necesitan temperaturas cálidas para su cultivo. Un detalle que no podemos pasar por alto si nos iniciamos en el mundo del bonsái.
En el caso del olivo, su ubicación es exterior. Por su procedencia, necesita una ubicación sumamente luminosa. Es más: desde la primavera e incluso durante el verano, tenerlo fuera de casa es clave para su desarrollo. No le teme al sol directo ni al calor.
Sin embargo, ojo durante los meses de frío. Por sus orígenes, es un árbol que no tolera las heladas recurrentes ni lleva excesivamente bien estar en un rango de entre cero y cinco grados durante demasiado tiempo. Un buen motivo para que, durante el invierno, lo instalemos dentro de casa o, si decidimos mantenerlo en exterior, lo protejamos con invernaderos. Si optamos por refugiarlos en este tipo de espacios, cuidado: el bonsái olivo necesita una buena ventilación, por lo que será fundamental ofrecérsela.
2. El suelo, un aspecto que debemos mimar
Aunque el olivo suele crecer en suelos pobres y no es exigente, no perdamos de vista dos aspectos fundamentales. Para empezar: es fundamental ofrecerle un drenaje eficaz, ya que sus finas raíces no toleran los encharcamientos. Algo que podemos lograr utilizando arcilla expandida como base.

Tan importante como esto es cuidar el suelo de plantado. No nos referimos, únicamente, a utilizar un sustrato específico que le ofrezca a nuestro árbol lo que necesita. Hablamos, también, de conocer a fondo qué es la akadama para acabar de complementar nuestro suelo de crecimiento. Es más: algunos amantes del bonsái lo cultivan en un suelo compuesto únicamente por este sustrato sumamente poroso.
3. El riego, lo más delicado en los cuidados del bonsái olivo
Intimamente ligado con ese drenaje eficaz que acabamos de mencionar. Por sus orígenes, los olivos están en la lista de plantas resistentes a la sequía. Razón por la que estos árboles suelen formar parte de cualquier jardín de bajo mantenimiento. Sin embargo, en lo que respecta al cultivo del bonsái de olivo, no es recomendable hacerle pasar demasiada sed. Lo ideal es no dejar que el sustrato se seque por completo entre riego y riego.
Más allá de espaciar los riegos, hay que conocer también los ciclos vegetales de nuestra planta. Si nuestro bonsái está en pleno enraizamiento, es importante regar en profundidad pero de forma moderada. Si nos excedemos, es probable que las raíces se ahoguen. Además y desde la llegada del otoño, conviene ir descendiendo paulatinamente la pauta de riego hasta que sea ocasional en los meses de frío.
4. El abonado, una tarea que no podemos olvidar
Si bien es cierto que el olivo no es un gran demandante de nutrientes, no olvidemos algo importante. El cultivo del bonsái, en un espacio reducido, implica que renovemos cada cierto tiempo los fertilizantes del suelo durante los meses de crecimiento.

Así y desde abril a octubre, es recomendable aplicar una dosis regular de abono líquido como parte del riego o un abono de liberación lenta específico para este tipo de árboles.
5. La poda, una tarea propia del final del invierno
Saber cómo podar un bonsái es clave para poder darle el aspecto que perseguimos, no cabe duda. Pero tan importante como esto es elegir el momento adecuado para ello.
En el caso del bonsái olivo, lo ideal es esperar al final del invierno. Por sus características, admite una poda vigorosa: una labor a la que responderá creando brotes fuertes.
6. El alambrado, clave para dar forma a nuestro pequeño árbol
Una tarea fundamental en el mundo del bonsái, y que es tan importante como la poda a la hora de dar forma a nuestro árbol. Lo ideal es llevarlo a cabo desde finales de primavera y durante los meses de verano, y preferiblemente sobre ramas jóvenes por ser moldeables. Las antiguas corren el peligro de romperse.
7. Las plagas, uno de los cuidados del bonsái olivo que menos tendrá que preocuparnos
El olivo es una planta sumamente resistente a plagas y enfermedades. Y, siguiendo con los cuidados del bonsái olivo, será extraordinariamente raro que sufra alguna plaga. Sin embargo, si nos excedemos con la temperatura durante los meses de invierno o con el fertilizante es probable que sufra algún ataque de pulgón o cochinilla.

En caso de que detectemos la presencia de este insecto en nuestra planta, será fundamental atajar cuanto antes su presencia.
¿Te animas a incluir el bonsái olivo entre tus plantas? Disfrutarás de uno de los árboles más hermosos de la naturaleza ¡y sin necesidad de jardín!
