No cabe duda: la naturaleza es sumamente generosa. No solo nos permite contemplar la belleza de su puesta en escena, que cambia y se transforma según la estación; sino que, además, tiene incluso pequeños regalos con los que deslumbrarnos. De entre esa lista, las flores aromáticas son uno de los presentes naturales más destacados. Porque, además de permitirnos disfrutar de sus perfumes naturales, son claves también para esos otros creados de forma artificial pero siempre inspirados en la naturaleza.
Las flores en general y las flores aromáticas en particular son fundamentales en el mundo de la perfumería. Valerse de los aromas y aceites esenciales de la naturaleza forma parte de la historia de la Humanidad desde sus páginas más antiguas. A pesar del progreso y de todos los avances modernos, todavía hoy las flores aromáticas tienen un peso específico en la creación de aromas de uso y consumo humano.
Pero lo que resulta todavía más significativo saber que «las niñas bonitas» de la perfumería no han cambiado tanto a lo largo de los siglos. Porque, curiosamente, a día de hoy muchas de las flores aromáticas que se utilizan en la perfumería moderna son las mismas que se usaban hace un siglo. Así que descubramos algunas de esas preferidas que perfumaban a tu bisabuela pero que, muy probablemente, también te perfuman a ti.
LAS 5 FLORES AROMÁTICAS CON MÁS TRADICIÓN EN PERFUMERÍA
El mundo de los aromas se caracteriza por ser etéreo pero, también, mágico. Y decimos esto porque oler un determinado aroma es capaz de transportarnos en el tiempo, de hacernos pensar en una persona o, incluso, de recordarnos un momento determinado de nuestra vida. Algo que hemos comprobado seguro si somos de cultivar hierbas aromáticas en casa. Aunque la ciencia no acaba de poder explicar por qué nuestro cerebro es capaz de interpretar aromas y recuerdos, es un hecho que los perfumes tienen una huella persistente en nuestra memoria.
Dado que las flores aromáticas más utilizadas en perfumería no han cambiado tanto, podemos crear nuestro propio recuerdo de forma sencilla. Rodearnos de determinadas plantas en nuestro jardín o terraza puede ayudar a recrear ese jardín de la memoria hecho a nuestra medida. Así que nada como saber cuáles son esas flores aromáticas estrella para disfrutar de sus perfumes pero, también, de nuestras propias vivencias.
1. Rosa, la reina del jardín y del perfume
No solo es la protagonista absoluta del jardín, sino que además tiene un peso específico en el mundo de las flores aromáticas. Es prácticamente imposible encontrar un perfume en el que la rosa no esté presente en mayor o menor medida. Como buena flor que ha levantado pasiones a lo largo de la historia, la enorme variedad existente de rosas hace que sea sumamente sencillo contar con sus perfumes. Es más: en el mundo de los perfumistas, la presencia De la Rosa es un olor a potenciar siempre. Por lo que el resto de flores aromáticas que la acompañan en un perfume siempre quedarán solapados por su olor.
Aunque nos parezca que cualquier rosa huele a rosa, la realidad es que cada variedad tiene sus propias notas. Un detalle que debemos cuidar cuando nos planteamos los distintos tipos de rosas para plantar, ya que optar entre uno u otro puede cambiar el aroma de nuestro jardín.
A pesar de que existen cerca de 30.000 variedades de rosas en el mundo, hay dos favoritas en el mundo de la perfumería: la rosa damascena y la centifolia.
2. Lavanda, otro clásico de actualidad en la perfumería
No solo es una de las plantas aromáticas más populares entre amantes de la jardinería: también es otra de las estrellas indiscutibles del mundo de los perfumes. De notas suaves y persistentes; la lavanda es un aroma clásico que siempre ¡siempre! está de rabiosa actualidad. Apta para perfumes frescos tanto de corte infantil como de uso adulto. ¡Resulta imposible resistirse a sus encantos!
Añadido, el olor de la lavanda evoca emociones nítidas. Huele a verano, a limpio y a casa. Una identificación que no es gratuita si tenemos en cuenta que es uno de los aromas candidatos cuando nos planteamos cómo elegir la mejor fragancia para el hogar.
3. Jazmín, otro imprescindible
¡Que no nos engañe su tamaño! La flor del jazmín es pequeña y discreta, pero su valor aromático es increíblemente potente. No solo es uno de los aromas más reconocibles de entre las flores aromáticas sino que, además, rivaliza con la rosa en protagonismo en el mundo de la perfumería.
Su increíble potencial floral hace que sea un aroma habitual en perfumes pero, también, en velas y aromas para decorar el hogar.
4. Geranio, una de las flores aromáticas menos conocidas en perfumería
Tenemos muy identificados los geranios como una de las plantas de verano con flor perfectas para cualquier espacio. Colorido y alegre, es tradicionalmente uno de los símbolos de los meses de buen tiempo. Lo que es menos conocido es que el geranio tiene un peso específico en el mundo de la perfumería y, curiosamente, forma parte un buen número de aromas que nos rodean.
Como sucede con las rosas, los cientos de variedades de geranios abren la puerta a otros tantos matices en sus perfumes. De entre todos, el pelargonio es uno de los favoritos ya que, además de su aroma, se suma otro aspecto importante: la duración del mismo en el tiempo.
Una última curiosidad: las flores de geranios rosas son una de las máximas de los perfumes masculinos.
Y ahora que conoces la importancia de estas cuatro flores aromáticas, te proponemos un juego: tratar de identificarlas en los perfumes que te rodean. Cierra los ojos, y concéntrate en encontrar sus matices.
Estamos seguros de que descubrirás hasta qué punto están presentes en los aromas de tu vida.