Con la llegada de los primeros fríos, es momento de comenzar a pensar en los cuidados de las hortensias en invierno. Y no porque demanden nada especial durante la estación más fría del año sino, más bien, porque necesitan estar preparadas para afrontarla. No cabe duda de que son arbustos resistentes que, desde la llegada del otoño hasta el comienzo de la primavera, no demandan grandes atenciones. Pero, aún así, conviene aprovechar esta estación de transición antes de la llegada del frío severo para mimarlas un poco.
Como sucede con otras muchas plantas, las hortensias en invierno entran en un periodo de letargo. Como consecuencia de las bajas temperaturas y de la ausencia de horas de sol, paralizan por completo cualquier actividad. Es el llamado reposo vegetativo: una época crucial para la supervivencia de nuestra planta, ya que solo aquellas que estén preparadas para mantenerse en estado durmiente durante meses podrán rebrotar con la llegada de la primavera.
Ese es, precisamente, el objetivo de los cuidados de las hortensias en invierno: dispensarle a estas maravillosas plantas lo que necesitan para que duerman el invierno sin contratiempos.
- ¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LAS HORTENSIAS EN INVIERNO EN EXTERIOR?
- 1. Abonar por última vez hasta primavera, el punto de partida
- 2. Retirar las malas hierbas, uno de los cuidados de las hortensias en invierno que solemos pasar por alto
- 3. Hacer un acolchado, una forma de cuidar sus raíces
- 4. Reducir la pauta de riego paulatinamente
- 5. Podar, una labor que solo aplicaremos a las hortensias paniculares
¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LAS HORTENSIAS EN INVIERNO EN EXTERIOR?
Siendo puristas, los cuidados de las hortensias en invierno comienzan durante el otoño: una estación que tendremos que aprovechar para, como decíamos, preparar a nuestra planta para llevar el frío.

Si conoces los cuidados de la hortensia sabrás que, de la misma manera que no tolera demasiado bien el exceso de calor, tampoco lleva muy bien el frío riguroso. Mientras que un exceso de temperatura puede evitar la floración, estar expuestas a descensos de temperatura por debajo de los 10 grados bajo cero puede poner en riesgo su vida. Por eso y si nuestro clima es muy frío, es fundamental que cubramos nuestras plantas con una manta térmica. Una auténtica aliada para evitarnos el disgusto cuando llegue la primavera y comprobemos que nuestra planta está muerta.
Al margen de esta consideración, conozcamos cuáles son los cuidados de las hortensias en invierno fuera de casa. Una lista básica de tareas encaminadas, fundamentalmente, a permitir que nuestra planta esté lo suficientemente sana y fuerte antes de comenzar su sueño de los meses de frío.
1. Abonar por última vez hasta primavera, el punto de partida
Dado que nuestra planta entrará en letargo, el abonado de otoño será el último hasta que nuestra planta vuelva a poner la savia en circulación. Lejos de buscar hacer crecer a nuestra hortensia, el objetivo es fundamentalmente nutrirla para que encare con fortaleza los meses de frío. Y, precisamente por ello, lo ideal es utilizar un abono orgánico como el humus de lombriz.

De descomposición lenta, su presencia sobre las raíces de nuestra planta irá haciendo poco a poco la labor de nutrirlas. Para ello, lo ideal es colocar una capa de humus alrededor de la zona de raíces y labrar ligeramente la superficie de la tierra para que se mezcle con el sustrato del suelo.
Si el suelo ya se ha congelado, no labraremos: tan solo colocaremos el humus de forma superficial.
2. Retirar las malas hierbas, uno de los cuidados de las hortensias en invierno que solemos pasar por alto
No son solo antiestéticas: las también llamadas hierbas adventicias son auténticas ladronas de recursos fundamentales para el desarrollo de nuestras plantas. Una razón de peso para incluir esta labor en los cuidados de la hortensia en invierno pero, también, en cualquier otra planta.
Durante los meses de otoño, tendremos que aprovechar para erradicar las malas hierbas. Es más: aunque nuestra hortensia esté en letargo, es una tarea que también tendremos que realizar durante los meses de frío intenso. A diferencia de nuestra planta, las malas hierbas no entran en reposo vegetativo.
3. Hacer un acolchado, una forma de cuidar sus raíces
Con los rigores de la estación, nuestras hortensias agradecerán contar con un mulching sobre sus raíces. Una manera de evitar que las heladas invernales puedan dañar las raíces y que, además, nos ayudará a evitar la proliferación de esas malas hierbas que conviene mantener a raya.

Para ello y aunque las hojas caídas son una buena opción, lo ideal es utilizar corteza de pino.
4. Reducir la pauta de riego paulatinamente
A medida que comiencen a bajar las temperaturas y que haya menos horas de luz, nuestra planta empezará a detener la circulación de la savia por su tejido vegetal. Por esta razón, sus necesidades de hidratación serán menores y conviene acompañar a ese proceso natural reduciendo paulatinamente el riego hasta que sea completamente inexistente.
5. Podar, una labor que solo aplicaremos a las hortensias paniculares
Saber cómo podar las hortensias correctamente no implica, únicamente, cómo llevar a cabo esta labor. También supone elegir el momento idóneo para ello y tener en cuenta la variedad que disfrutamos.
En el caso de la hortensia clásica, la de la floración en forma de bola o macrophylla, el momento ideal es con la retirada de los fríos del invierno. Sin embargo, en el caso de las hortensias paniculares el otoño es un momento ideal. Estas hortensias, caracterizadas por unos racimos de flor de forma cónica, toleran sin inconvenientes la poda en esta estación previa al invierno. Sin embargo, si vivimos en un clima muy frío y con heladas tempranas, es conveniente posponer esta labor hasta la primavera.

Si optamos por podar en otoño, un detalle fundamental: será crucial aplicar pasta cicatrizante. Gracias a ella, evitaremos que esa herida que le hemos infligido a nuestra planta sea un foco de infección de bacterias u hongos.
