No hay amante de estas plantas que se resista a su increíble floración. Una bellísima expresión de la naturaleza que suele empujarnos a querer conocer cómo cuidar la orquídea cymbidium. Y es lógico. Conocer sus peculiaridades es la mejor manera de poder gozar de sus singulares flores. Unas que, además de su atractivo, cuentan con otro añadido que las convierte en irresistibles: su duración. Si cuidamos rigurosamente la orquídea cymbidium en flor, podremos disfrutar de ellas hasta dos meses y medio. Un tiempo que ¡siempre! nos parecerá poco, pero que supone uno de los más largos en el mundo de las orquídeas.
Pero antes de pensar en cómo mimarla cuando está en flor, es importante conocer cómo cuidar la orquídea cymbidium. Porque, si bien el hecho de ser orquídea nos da alguna idea de su cultivo, sí cuenta con ciertos cuidados peculiares que la diferencian de sus congéneres. Para empezar y centrándonos nuevamente en sus flores, la orquídea cymbidium solo florece una vez por temporada. Un hecho que implica que, una vez la vara floral haya perdido las flores, no podemos esperar que rebroten como sí sucede con otras orquídeas.
Así que vayamos paso por paso para conocer cómo cuidar la orquídea cymbidium. Una labor que no es tan complicada como podemos imaginarnos, y que nos traerá tantas alegrías como flores nos regale al comienzo de cada primavera.
- CÓMO CUIDAR LA ORQUÍDEA CYMBIDIUM EN 5 PASOS
- 1. Mucha luz, fundamental en el cuidado de la orquídea cymbidium
- 2. Temperaturas frescas, necesarias para florecer
- 3. Riego abundante y regular, otro detalle fundamental sobre cómo cuidar la orquídea cymbidium
- 4. Abonado en época de floración, clave para sus preciosas flores
- 5. Trasplante solo cuando sea imprescindible, otra labor a contemplar
CÓMO CUIDAR LA ORQUÍDEA CYMBIDIUM EN 5 PASOS
Antes de ver en detalle cómo cuidar la orquídea cymbidium, no está de más conocerla más a fondo. Porque, por secundario que pueda parecernos, descubrir cuál es el origen de cada planta nos ayuda a cuidarla mejor. La orquídea cymbidium es originaria de los climas ecuatoriales de Australia, África y Asia. Una de sus peculiaridades es que, en estado natural, crece en muchas ocasiones como planta terrestre. Una curiosidad que la distingue de buena parte de las orquídeas que conocemos los amantes de estas plantas. No es la única anécdota que marca a esta preciosa planta. También es interesante saber que su cultivo como planta de interior se inició en China hace siglos. Y, quizás como consecuencia, fue la primera de entre todos los tipos de orquídeas en comercializarse.
Dejando a un lado todas estas curiosidades, centrémonos en lo importante. Porque saber cómo cuidar la orquídea cymbidium es clave para poder disfrutar de su increíble belleza. Y no: hacerlo no supone grandes sacrificios ni ser un maestro jardinero. Implica, únicamente, darle a esta maravillosa planta lo que necesita.
1. Mucha luz, fundamental en el cuidado de la orquídea cymbidium
Es, sin lugar a dudas, su mayor exigencia. La orquídea cymbidium necesita mucha luminosidad no solo para vivir sino, sobre todo, para florecer. Por eso, es fundamental que la coloquemos en un espacio en el que pueda recibir esta dosis. Y no solo en los meses de floración sino a lo largo del año. Eso sí: mucho cuidado con que reciba el sol directo, ya que puede quemar sus hojas y estropear sus varas florales.
Y ¿cómo saber si estamos dándole a nuestra orquídea la luz que necesita? Sencillo: por la coloración de sus hojas. Una orquídea cymbidium que recibe la luminosidad que necesita tiene las hojas entre verde claro y amarillo verdoso. Si las hojas se vuelven amarillas o presentan manchas, está recibiendo más luz de la que necesita. Si, por el contrario, las hojas toman un tono verde oscuro es que nos está pidiendo a gritos más luz.
2. Temperaturas frescas, necesarias para florecer
Cuando nos planteamos cómo cuidar la orquídea cymbidium, este es quizás el punto que más nos llama la atención. Hablamos de una orquídea que, a pesar de sus orígenes tropicales, es capaz de aguantar heladas ligeras. No nos volvamos locos queriendo comprobarlo, porque lo que para nosotros es ligero puede ser mortal para ella. Sin embargo, este dato nos ayuda a comprender que la orquídea cymbidium admite temperaturas frescas. Y no solo eso: realmente, es que las necesita para poder florecer.

Para ayudarla a hacerlo, lo ideal es someterla a cambios de temperatura. Mientras durante el día puede estar expuesta a más grados, lo ideal es que durante la noche esté en un ambiente más fresco. Cuidado con esto, y no confundamos fresco con frío. Porque, a menos que nuestra orquídea esté completamente sana y tenga el sustrato completamente seco, este gesto de tenerla en frío puede comprometer su vida.
Y un consejo: no exponer nunca a corrientes de aire. Como otras muchas orquídeas, la cymbidium no las tolera nada bien.
3. Riego abundante y regular, otro detalle fundamental sobre cómo cuidar la orquídea cymbidium
Por todos los amantes de estas plantas es conocido el peligro del exceso de agua en las orquídeas. Pues bien: la orquídea cymbidium rompe ligeramente con esta pauta. Demanda tener el sustrato siempre ligeramente húmedo, una auténtica exigencia de los pseudobulbos que componen la planta. Esto no significa que la encharquemos, algo que puede llevarla a la muerte como sucede con el resto de sus congéneres vegetales. Basta con que vigilemos que siempre tenga una cierta humedad.
Su pauta de riego varía de forma importante según el ciclo vegetal en el que se encuentre nuestra planta. En los meses cálidos, tendremos que regar mínimo una vez a la semana; mientras que en los de frío podemos espaciarlo más.
Y otro detalle más importante para saber cómo cuidar la orquídea cymbidium en lo que respecta al riego. Esta planta no tolera excesivamente bien las aguas duras, por lo que lo ideal es utilizar agua de lluvia o, en su defecto, aguas blandas como la mineral.
4. Abonado en época de floración, clave para sus preciosas flores
Una tarea que tiene mucha miga. Y es que en lo que respecta al abono para orquídeas según el momento de su ciclo, no hay un consenso. Para entendernos mejor: si bien es cierto que las orquídeas en época de crecimiento agradecen el uso de un abono de floración, también lo es que se plantea una gran duda en lo que respecta al resto del año. Hay quienes aseguran que las orquídeas también necesitan una pauta de abonado como parte de los cuidados de las orquídeas tras la floración o justo después del verano, coincidiendo con el comienzo del letargo invernal. Y también quienes sostienen que no es imprescindible.

Sea como sea, a la hora de saber cómo cuidar la orquídea cymbidium hay un hecho probado: necesitan un abono de floración para fomentarla. Si, transcurrida esa época decidimos volver a abonarla, sin duda lo agradecerá. Pero si optamos por no hacerlo, nuestra planta se desarrollará con total normalidad.
5. Trasplante solo cuando sea imprescindible, otra labor a contemplar
Como le sucede a otras orquídeas, a la cymbidium no le gustan excesivamente los cambios de maceta. Es más: esta especie vegetal agradece contar con un espacio más reducido para hacer crecer sus raíces. Solo cuando ha apurado el espacio, es momento de cambiarle la maceta. Algo que sucede cada dos o tres años, y siempre que seamos rigurosos en cómo cuidar la orquídea cymbidium. Y eso sí: nada de cambiarla a una maceta de grandes dimensiones. Bastará con que sea ligeramente mayor.

Dadas las características de esta orquídea terrestre, hay que contemplar un par de aspectos importantes. Por un lado, la cymbidium no demanda maceta transparente. Por otro, el sustrato deber ser ligeramente diferente por tratarse de una orquídea terrestre. Para esta orquídea, caben dos opciones: o bien mezclar el clásico sustrato de corteza de pino con turba y musgo, o bien buscar un sustrato que ya cuente con turba en su composición.
Con estas cinco sencillas pautas sobre cómo cuidar la orquídea cymbidium, podrás disfrutar de ella. Una rareza maravillosa con una floración que te cautivará.

