Cuidados de la pyracantha o espino de fuego

Cuidados de la pyracantha o espino de fuego

El espino de fuego es uno de esos arbustos habituales tanto en espacios privados como públicos. Al margen de su singular belleza ornamental, hay otro aspecto que lo convierte en imprescindible. Y es que basta con conocer los cuidados de la pyracantha para comprender por qué, sí o sí, apostar por tenerlo es hacerlo sin riesgo a equivocarse.

Originaria del sur de Europa y Asia, con especial presencia en el Himalaya y China; el espino de fuego es un arbusto de carácter rústico que demanda muy poco para desplegar toda su belleza. Además de ser un candidato perfecto si buscamos arbustos de crecimiento rápido para cercos por ser de hoja perenne, tiene otro par de atractivos por los que es muy popular en exteriores. Por un lado, porque es la elección perfecta si queremos crear un seto defensivo o una pantalla vegetal que distribuya el espacio del jardín o dé privacidad.

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Pero incluso más que eso, su belleza radica en su floración primaveral y en las bayas que, desde mediados de verano hasta bien entrado el invierno, salpican de colorido su follaje con frutos en colores naranjas, rojos o amarillos que no solo ponen color al frío sino que, además, tienen un función importante en la naturaleza.

PYRACANTHA: CUIDADOS QUE DEBES CONOCER PARA DISFRUTARLA

Antes de ver en detalle cuáles son sus necesidades es importante saber un par de cosas más comenzando por su carácter beneficioso para el entorno. La piracantha es un arbusto perfecto si te planteas cómo atraer polinizadores al jardín, ya que sus flores son un auténtico imán para abejas y mariposas. Y, aunque esta función es clave para la sostenibilidad, hay otra razón más para tenerlo en nuestro exterior. Sus bayas se convierten en una fuente indispensable de alimento para un buen número de aves silvestres en los meses de frío.

Seto de espino de fuego

Pero, más allá de su impacto en el entorno, conviene saber un par de detalles de carácter práctico. Que se conozca de forma popular como espino de fuego no es solo por el colorido de sus frutos. Además es un arbusto caracterizado por tener sus ramas cubiertas de espinas. Detalle que, sumado al profuso y denso crecimiento, hacen de este arbusto un muro vegetal infranqueable.

Y, por último y antes de ver en detalle los cuidados del espino de fuego, una precaución importante. Las bayas de la pyracantha son tóxicas. Un detalle que conviene conocer si en nuestra familia hay niños, perros o gatos.

1. La ubicación, fundamental para floración

Aunque es un arbusto versátil, la pyracantha prefiere ubicaciones soleadas o de semisombra. De la cantidad de luz diaria que reciba dependerá su floración y, por tanto, su fructificación. Si vivimos en un clima muy cálido, admitirá la sombra en las horas centrales del día.

También es importante saber que es un arbusto que se puede plantar en suelo pero que admite el cultivo en una maceta grande.

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2. El sustrato, uno de los cuidados del espino de fuego menos exigentes

Este precioso arbusto también es sumamente versátil en lo que respecta al suelo. Para poder crecer sano, lo que sí precisa es que el lugar de plantación tenga un excelente drenaje. Algo que podemos ofrecerle si sabemos qué es la perlita para plantas y cómo utilizarla.

Tan importante como esto es que el suelo de plantación sea ligeramente fértil.

3. La temperatura, un aspecto del que no tendremos que preocuparnos

La pyracantha es, por definición, un arbusto resistente tanto al frío como al calor siempre que tengamos en cuenta algunos aspectos importantes. En lo que respecta al calor, no tendremos que preocuparnos hasta los 35 grados. Si la temperatura fuera superior, tendríamos que paliarlo con un buen riego en profundidad.

En lo que respecta al frío, es un arbusto que soporta hasta -15. Si vivimos en un clima muy frío o con heladas continuadas tendremos que protegerla con una manta de jardinería tanto si la planta es joven como si está en maceta.

Flor de la piracantha o espino de fuego

4. El riego, regular en los primeros años

Se suele decir que la pyracantha es una de las plantas resistentes a la sequía y es cierto con algunos matices. Si bien no es demandante con el riego y no tolera los encharcamientos, hasta que la planta está establecida sí tendremos que regar de forma regular.

Una vez sea más adulta, necesitará entre un riego semanal en primavera y verano. Si hace mucho calor o está plantada en maceta, es recomendable regar en dos ocasiones. La pauta de riego se suspenderá progresivamente a partir del otoño y hasta pasado el invierno.

5. El abonado, una ayuda clave en los cuidados de la pyracantha

Desde el comienzo de la primavera y hasta julio, es conveniente abonar de forma regular el espino de fuego. No solo estaremos fomentando su crecimiento sino, sobre todo, su floración y posterior fructificación.

Para ello y de entre los distintos tipos de abonos para plantas, tenemos dos opciones: optar por un abono orgánico que se liberará de forma lenta o por uno mineral con el mismo tipo de liberación. Si buscamos fertilizar de forma instantánea, lo ideal para la piracantha es utilizar un abono líquido para plantas verdes Marca Verdecora diluido con el agua de riego.

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6. La poda, una labor de mantenimiento fundamental

¡Y crucial para evitar que nuestro espino de fuego se desmadre! Como decíamos antes, se trata de un arbusto de crecimiento rápido por lo que la poda debe ser regular. Mientras que podemos realizar una poda de formación en invierno mientras nuestro arbusto está en reposo vegetativo, tendremos que llevar a cabo otra de mantenimiento tras la floración. Si queremos que las bayas decoren nuestro arbusto, suspenderemos esta poda.

Dado el carácter espinoso de la piracantha, es importante que nos protejamos con unos buenos guantes de jardín. Al margen de tener claros los consejos para podar correctamente las plantas, es importante retirar las ramas secas, débiles o que rompen la armonía del arbusto.

7. Las plagas, poco frecuentes pero que conviene conocer

La pyracantha es un arbusto resistente que pocas veces sufre enfermedades y plagas. Sin embargo, pulgones y araña roja pueden ser molestos visitantes que debiliten nuestro arbusto. Por ese motivo, frenar su avance con un insecticida específico es fundamental.

"Pistola

Tampoco podemos perder de vista dos dolencias más que pueden aquejar a nuestro espino de fuego. Es climas muy húmedos es posible que nuestro arbusto sufra una de las plagas del huerto en otoño que hay que vigilar de cerca: la roya. Además y si abonamos con un exceso de nitrógeno, es más que probable que nuestro arbusto sufra fuego bacteriano: una enfermedad capaz de secar las ramas por completo.

¿Conocías la pyracantha y sus cuidados?