Poco conocido, absolutamente fascinante y sumamente llamativo. Así podríamos definir a una de las suculentas que no dejan a nadie indiferente tanto por su aspecto como por su generoso crecimiento, que hará que se integre a la perfección entre tus arbustos. Tan importante como conocer los cuidados del Mangave es descubrir a fondo a una planta cuyos orígenes son fruto de lo aleatorio de la naturaleza y que tiene grandes virtudes para ser, sí o sí, parte de tus plantas de exterior.
Al margen de su aspecto, es importante saber algunas pinceladas sobre sus características por un motivo puramente práctico. El Mangave es sumamente resistente y de crecimiento rápido. Pero, además, cuenta con otro atractivo importante: plantado en tierra, puede llegar a alcanzar una altura de hasta dos metros. Unos aspectos que conviene conocer si decidimos contar con esta singular suculenta.
Y no te preocupes si no has oído hablar de ella antes: es perfectamente lógico. Su fascinante aspecto tiene, también, una historia a la medida que descubrir.
- HISTORIA DEL MANGAVE: ASÍ SON «SU PADRE Y SU MADRE»
- ¿Qué tiene de una planta y otra?
- CUÁLES SON LOS CUIDADOS DEL MANGAVE
- 1. La luz, una necesidad primordial
- 2. La ubicación, uno de los cuidados del Mangave más sorprendentes
- 3. El suelo de plantación, algo que debemos mimar
- 4. El riego, uno de los cuidados más delicados
- 5. El abonado, fundamental para apoyar su crecimiento
- 6. El trasplante, una tarea imprescindible en los cuidados del Mangave
- 7. Las plagas, un aspecto del que no tendremos que preocuparnos
HISTORIA DEL MANGAVE: ASÍ SON «SU PADRE Y SU MADRE»
Existen dos historias paralelas en lo que respecta al origen del Mangave. Para algunas voces del mundo botánico el hallazgo de esta planta, descubierta en pleno siglo XXI, responde a la casualidad. Sería gracias a horticultores que recogían semillas de Manfreda, un género de la familia Agavaceae, en zonas desérticas de México como el Mangave tendría nombre propio. Entre sus siembras observaron que dos plantas en particular tenían un crecimiento mucho más rápido que las demás y, también, una disposición natural ligeramente distinta a la Manfreda.

Pero no es el único relato sobre el nacimiento botánico de esta planta. Para otros expertos, el Mangave es fruto de polinizaciones cruzadas entre la Manfreda y el Ágave realizadas por la mano humana. Unas que dieron como resulta un híbrido tan maravilloso como llamativo como es el Mangave.
¿Qué tiene de una planta y otra?
Al margen de la realidad de sus orígenes, es interesante saber que hace del Mangave una planta tan singular. Y, para ello, hay que conocer más de cerca a sus progenitores vegetales empezando por su madre: la Manfreda. Una planta marcada por manchas en su follaje de distintas tonalidades y sin un patrón definido. No es su única particularidad: además del aspecto, está caracterizada por un crecimiento lento y un tamaño más bien pequeño.
El Ágave, por su parte, tiene como principal característica el colorido verde de sus hojas marcadas también por variegaciones habitualmente amarillas. Basta con saber qué son las plantas variegadas para comprender hasta qué punto su follaje es singular. Pero no es lo único reseñable: otra peculiaridad es que sus hojas son rígidas y terminan siempre en espinas punzantes.
¿Y qué tiene el Mangave de sus progenitores vegetales que lo hace tan singular? El mismo diseño en forma de motas de la Manfreda en sus hojas, un crecimiento todavía más rápido que el del Ágave y unas espinas en las puntas suavizadas gracias a la hibridación que no pinchan. ¡La planta perfecta!
CUÁLES SON LOS CUIDADOS DEL MANGAVE
Comprendida su singularidad, es momento de conocer los cuidados del Mangave. Unos que, si bien recuerdan en líneas generales a cómo cuidar las plantas suculentas, tienen ciertas peculiaridades que debemos cumplir de forma rigurosa.
1. La luz, una necesidad primordial
Dados los orígenes que hemos mencionado antes, es lógico pensar que el sol es clave en los cuidados del Mangave. Y no solo eso: de la cantidad de luz que reciba dependerá que mantenga su característico moteado en las hojas, la forma de su follaje e, incluso, las tonalidades.
Para poder desplegar su sensacional porte, es clave colocar nuestra planta en un espacio muy luminoso evitando siempre que reciba sol directo en las horas centrales del día. Sí puede darle directamente el sol en horas tempranas de la mañana o de la tarde.

2. La ubicación, uno de los cuidados del Mangave más sorprendentes
Es una planta de exterior que, además, no se da demasiado bien en interiores. Es importante saber que, a pesar de ser amante de los climas cálidos, el Mangave tiene una resistencia extraordinaria a las bajas temperaturas y puede aguantar hasta 7º por debajo de cero. Eso sí: para que sobreviva al frío, es fundamental que el suelo esté seco.
Por el calor no tendremos que preocuparnos: tolera hasta 40 grados sin problema.
3. El suelo de plantación, algo que debemos mimar
Como buena planta suculenta, es fundamental ofrecerle a nuestro Mangave el suelo que necesita para evitar la pudrición de su generoso sistema de raíces. Conseguirlo pasa tanto por utilizar el sustrato adecuado como por ofrecerle a nuestra planta un drenaje eficaz, tanto si lo cultivamos en maceta como si está directamente en suelo.

Para conseguirlo lo ideal es utilizar un sustrato específico para cactus y crasas, al que añadiremos una cantidad de perlita para favorecer la evacuación del exceso de agua de riego.
4. El riego, uno de los cuidados más delicados
Saber cómo regar las suculentas correctamente es clave para su correcto desarrollo. Por eso y en el caso del Mangave, lo ideal es esperar siempre a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. Este gesto nos ahorrará muchos problemas de podredumbre en las raíces.
5. El abonado, fundamental para apoyar su crecimiento
Aunque una de las características del Mangave es su rápido crecimiento, no nos engañemos: necesita forzosamente que le ayudemos a poder desplegar todo su desarrollo.

Para conseguirlo, lo ideal es aplicar una dosis de abono líquido para cactus y crasas diluido en el agua de riego una vez al mes desde el comienzo de la primavera hasta final del verano.
6. El trasplante, una tarea imprescindible en los cuidados del Mangave
Y fundamental para su desarrollo. El Mangave tiene tendencia a crear un complejo sistema de raíces fuertes que se desarrollan de forma circular alrededor. Si tenemos nuestra planta en una maceta, es crucial que cada dos años le ofrezcamos un suelo renovado pero también de una maceta ligeramente más grande que la anterior.
7. Las plagas, un aspecto del que no tendremos que preocuparnos
Es una planta sumamente rústica y no suele ser objeto de ataques de insectos. Únicamente si hemos cometido algún descuido en los cuidados del Mangave es posible un ataque de pulgón: algo que debemos frenar usando un insecticida específico tan pronto como los detectemos en nuestra planta.

Y, aunque las plagas no suelen ser un problema, sí es posible que se den enfermedades fúngicas como resultado de un mal riego.
Y ahora que conocer mejor la historia y cuidados del Mangave ¿te animas a incluirlo en tu colección de plantas?

