Aunque es popular entre amantes de la jardinería y el huerto, es más que común preguntarnos qué es el mantillo. Una duda recurrente y regular, ya que en muchas ocasiones ni siquiera tenemos clara su utilidad. Para algunos, es uno de los abonos naturales ideales tanto para ciertas plantas ornamentales como sobre todo para las plantas de huerto. Pero la cosa va mucho más lejos: a pesar de su poder nutritivo, basta con descubrir a fondo qué es el mantillo para entender por qué es uno de los mejores amigos del amante de las plantas.
El despiste sobre sus utilidades es lógico. Tanto si investigamos cómo cuidar fresas en macetas como si queremos proteger nuestras plantas del frío o nos planteamos cómo promover la floración de determinados árboles, encontraremos en el mantillo la respuesta. Entonces ¿para qué sirve el mantillo exactamente?
Veamos, en detalle, qué es y cómo valernos de sus propiedades con nuestras plantas.
- QUÉ ES EL MANTILLO
- Tipos de mantillo
- 1. Mantillo orgánico, el más utilizado
- 2. Mantillo sintético, un término a descubrir
- PARA QUÉ SIRVE EL MANTILLO
- 1. Mejora la estructura del suelo, una de las principales funciones del mantillo
- 2. Es un abono de liberación lenta
- 3. Retiene agua y humedad
- 4. El mantillo protege las raíces del frío
QUÉ ES EL MANTILLO
El mantillo, por definición, es una enmienda de origen orgánico formada por materia en descomposición. Si bien hojas, restos de plantas, paja o césped son parte fundamental de él no tiene por qué ser, únicamente, así su composición. Para que tenga la consistencia que buscamos, se suele mezclar esta materia viva con otros componentes como la corteza de pino o la turba. Como su nombre indica, este tipo de enmienda está pensada para crear un manto sobre el suelo de nuestros plantas con distintas finalidad. Y no: no sirve, únicamente, para abonar.
Aunque esta descripción podría resultarnos familiar, el mantillo no es lo mismo que el compost. Un error habitual, ya que este último también está formado por materia en descomposición.

Tipos de mantillo
Cuando hablamos de mantillo, nos viene a la mente una suerte de sustrato con materia vegetal varia. Y sí: efectivamente, es así. Sin embargo, en el mundo de la jardinería también se contempla el término mantillo ligado a elementos que nada tienen que ver con la materia en descomposición y que, sin embargo, realizan la misma función que el natural.
1. Mantillo orgánico, el más utilizado
Es, a todos los efectos, la descripción que acabamos de ver al analizar de qué se trata. El término mantillo orgánico hace referencia a materia vegetal, rica en nutrientes y obtenida de manera natural. Sus funciones, como veremos a continuación, abarcan un amplio abanico.
2. Mantillo sintético, un término a descubrir
Si decimos que es materia orgánica ¿cómo es posible que haya mantillo sintético? Pues sí: lo hay. Y basta con entender que el término mantillo hace referencia a crear el manto que mencionábamos antes para comprender que pueda ser artificial. Dentro de esta categoría podemos encontrar piedras, plástico, grava o, incluso, caucho. ¿Y cuál es la finalidad de usar esta singular tipología de manto? Equilibrar o conseguir determinados aspectos en un suelo de forma más rápida.
PARA QUÉ SIRVE EL MANTILLO
Entendido que el término en sí abarca mucho más que una simple enmienda, es momento de saber para qué sirve el mantillo. Y, para comprenderlo a fondo, nos centraremos en las virtudes del orgánico. Ese que suele despertar tantas dudas por su increíble variedad de usos.
1. Mejora la estructura del suelo, una de las principales funciones del mantillo
Uno de los grandes problemas del suelo de cultivo, tanto en lo que respecta a plantas ornamentales como a plantas de huerto, es la compactación del suelo. Un fenómeno que suele darse especialmente al final del invierno como consecuencia del frío y la lluvia, y que provoca un endurecimiento del terreno. Lejos de ser algo menor, es clave: nuestras plantas, sean como sean, tendrán serios problemas para mantener sanas y en crecimiento sus raíces en un escenario así.
La presencia del mantillo sobre el suelo favorece mantener el terreno blando. Tiene un carácter protector sobre el sustrato, evitando la compactación. Pero no es lo único: también evita la erosión propia de las lluvias e, incluso, la deshidratación que trae consigo tanto el sol como el viento.
2. Es un abono de liberación lenta
¡Y sumamente útil! Gracias a su carácter vegetal, es rico en nutrientes naturales. Algo que permite abonar, de forma lenta y paulatina, el suelo sobre el que se encuentra. Pero ojo: no sustituye a los distintos abonos y fertilizante que nuestras plantas puedan necesitar, pero es fundamental para sumar nutrientes ricos en enzimas.
3. Retiene agua y humedad
Otro beneficio del mantillo que no podemos pasar por alto. Esa capa protectora sobre el suelo de nuestras plantas evita la deshidratación del suelo en épocas de calor, ya que actúa como un filtro que inhibe la evaporación. Algo sumamente interesante tanto por el bienestar de nuestras plantas como si nos planteamos cómo ahorrar agua en el jardín en verano.
4. El mantillo protege las raíces del frío
Como ya podemos imaginar, actúa como una capa aislante de la climatología. Y, como tal, es fundamental cuando nos planteamos hacer un mulching para que nuestras plantas sobrevivan al invierno. Contar con él permite regular la temperatura de sus raíces y no solo por su mera presencia: la materia orgánica en descomposición genera calor.
Ahora que sabes qué es el mantillo, no cabe duda: contar con él para cuidar de tus plantas es prácticamente inevitable.

