No es, únicamente, una fecha más en el calendario. El Día del Árbol en España es un auténtico recordatorio de la importancia de los árboles y del papel crucial que juegan estas plantas. Un hecho que solemos olvidar en nuestro día a día. Sabemos que su existencia y presencia sobre la superficie terrestre es imprescindible para que podamos respirar.
Si alguna vez te has preguntado cuándo oxígeno produce un árbol te sorprenderá saber que no existe una respuesta universal sino que depende, en realidad, de la especie. Según algunos estudio, la media de oxígeno que produce un árbol es de 117 kilos al año. ¿Cómo se traduce esto de forma sencilla? Sabiendo que cada ser humano necesita una media de 22 árboles.
Pero la importancia de los árboles va mucho más allá de lo que nos afecta directamente y es otra de las razones para celebrar el Día del Árbol en España. Su presencia tiene un impacto directo en un buen número de ciclos de la naturaleza.
Es más: en ellos y en la conservación de los escasos bosques primarios que todavía permanecen, como el Amazonas, podría estar la clave para la supervivencia de nuestro planeta.
¿CÓMO NOS PROTEGEN LOS ÁRBOLES?

Tan importante como su capacidad de generar oxígeno es saber que son, también, un auténtico filtro del planeta. Su increíble mecanismo natural de intercambio de gases hace que sean vitales para neutralizar el dióxido de carbono de la atmósfera. Un enemigo silencioso que amenaza a la vida de nuestro mundo.
Pero no solo son un aliado de excepción para luchar contra el cambio climático por transformar el CO2 en oxígeno. La importancia de los árboles es tal que influyen en fenómenos meteorológicos como las inundaciones y, también, suponen una pieza clave para evitar la desertización. Allá donde hay árboles, hay lluvia gracias a la condensación que provocan al realizar la fotosíntesis. Por si todo esto fuera poco, un detalle más a tener en cuenta en el que no solemos reparar: tambie´n son fundamentales para la supervivencia de la biodiversidad.
Pero al margen de esas bondades que hacen de él uno de los seres vivos más importantes del planeta, hay un motivo más en el que queremos poner el foco en este día señalado.
La importancia de los árboles radica también en que son un recordatorio vivo de esa imperiosa necesidad de reconectar con la naturaleza. Algo que forma parte de la identidad del ser humano y que, en gran medida, hemos olvidado.
CONECTAR CON NUESTRA ESENCIA, OTRO VALOR INTANGIBLE DE LA IMPORTANCIA DE LOS ÁRBOLES
Al margen de las cuestiones prácticas, la importancia de los árboles también tienen una implicación emocional en el ser humano. Si bien se ha demostrado la relación entre las plantas y la salud mental, los árboles en concreto tienen además la increíble capacidad de ayudarnos a reconectar con nuestro entorno. Algo imprescindible hoy en día.
Nuestra sociedad está marcada por la prisa y la inmediatez. Un estilo de vida en el que impera vivir cumpliendo con la imposición del reloj y considerar el tiempo como una auténtica urgencia. Algo que, si bien forma parte del hoy, puede compensarse de una forma sencilla: retomando el contacto con la naturaleza.
Por eso, en el Día del Árbol en España te proponemos plantar uno. Una forma de volver a nuestras raíces ensuciándonos las manos con la tierra, tomándonos nuestro tiempo para esta tarea. Sin nada más que nos ocupe salvo el hecho de plantar vida. Una forma sencilla de cuidar de la naturaleza pero, también, de nosotros mismos. Viéndola crecer al ritmo que ella marca y saboreando sus frutos.
Sin prisa. Sin más pausas que las que la propia naturaleza tenga.
La plantación de cada árbol, un ejercicio de calma
Dentro de nuestro imaginario, el árbol tiene una simbología única. No solo implica la regeneración o la vida. También, es en sí mismo, un ejemplo vivo del paso de los años. Y es que, a diferencia de otras plantas, los árboles se toman su tiempo desde el momento en el que una semilla germina hasta que se transforman en adultos.
Y no es solo un símbolo: que el tiempo es necesario en la vida del árbol es un hecho. Es gracias a él como crece y, de manera inevitable, es el propio tiempo el que deja sobre el árbol su impronta.






Y no nos referimos, únicamente, a aguardar con calma a que un árbol recién plantado crezca hasta alcanzar las dimensiones que esperamos. Incluso en lo que respecta a la plantación de árboles desde semillas es necesario hacer un ejercicio de tiempo. Un proceso que solo en lo que respecta a la preparación de la siembra puede suponer entre uno y dos años; y que es una tarea enemiga de las prisas.
De su correcta ejecución, respetando los tiempos de la naturaleza, dependerá la cosecha que se obtenga en los próximos 25 años.
LA AMENAZA HUMANA, SU GRAN ENEMIGA

A pesar de que sabemos que son los pulmones del planeta y que su presencia en él es clave para su devenir, los árboles como ente vivo continúan estando amenazados.
Según un estudio de la Universidad de Yale publicado en la revista Nature, en 2015 la Tierra contaba con algo más de tres billones de árboles. Un número que podríamos considerar, erróneamente, más que suficiente. Sin embargo, en apenas unos años este porcentaje se ha visto sustancialmente menguado. Gracias al informe de Naciones Unidas sobre alimentación y agricultura sabemos que, cada año, desaparecen más de 15.000 árboles como consecuencia de las actividades humanas.
Un número que, si bien no está únicamente en nuestras manos frenar, sí puede combatirse de la manera que la naturaleza necesita: plantando nuevos árboles.
Generando vida nueva.


