Elegir piscina desmontable es una tarea que no podemos tomarnos a la ligera. No solo se postula como el accesorio perfecto para el jardín en verano para paliar el calor. Además puede ser el complemento perfecto para sacarle todo el partido a nuestro exterior en los meses de sol por excelencia. Un fórmula alternativa a las piscinas de obra que nos permite economizar en la inversión que supone instalarla pero, también, en el mantenimiento. Y no hablamos, únicamente, del verano: nos referimos, fundamentalmente, a lo que supone proteger la piscina en invierno y otras tareas de mantenimiento.
Al margen del ahorro, hay otro motivo de peso para plantearnos cómo elegir piscinas desmontables. Por su versatilidad, son ideales para articular nuestro jardín según el momento del año en el que estemos. Así y mientras en verano puedan ser protagonistas del espacio, con la llegada del otoño desaparecerán para poder disfrutar de nuestro pedazo de naturaleza sin impedimentos. Y sí: también pueden ser la opción perfecta si disponemos de poco espacio. Algo que no está reñido con refrescarnos en verano.
Sea cual sea el motivo, queremos darte tips de cómo elegir una piscina desmontable. Una manera fantástica de acertar con tu compra y, sobre todo, de disfrutar plenamente de ella.
- QUÉ DEBEMOS CONSIDERAR PARA ELEGIR UNA PISCINA DESMONTABLE
- 1. El espacio del que dispones y sus características, el punto de partida fundamental
- 2. El uso, un aspecto fundamental a la hora de elegir piscina desmontable
- 3. El tipo de piscina, otro detalle importante
- A. Piscina hinchables, no son solo para niños
- B. Piscinas tubulares, las más habituales
- C. Piscinas de acero, las más resistentes pero menos versátiles
- 4. El mantenimiento, algo que no podemos olvidar
- 5. El tiempo sin uso, la cuestión en la que no solemos pensar al elegir piscina desmontable
QUÉ DEBEMOS CONSIDERAR PARA ELEGIR UNA PISCINA DESMONTABLE
Si nos hemos decidido a tener una en casa, es fundamental hacer un pequeño análisis antes de elegir piscina desmontable. Aunque pueda parecernos que cualquiera nos sirve, la realidad es bien distinta. Para escoger la correcta según nuestras necesidades y las características del jardín, tendremos que tener en cuenta aspectos fundamentales. Y lejos de ser secundarios, lo cierto es que pueden influir incluso en cómo disfrutemos de ella.
Por todo ello, veamos qué puntos debemos considerar antes de llevarnos a casa la definitiva. Una guía que busca ayudarte a dar con la perfecta para ti.
1. El espacio del que dispones y sus características, el punto de partida fundamental
¡Imposible obviarlo! De la misma forma que uno de los puntos que revisamos de los distintos tipos de barbacoas para el jardín son sus dimensiones, tenemos que hacer lo propio con la piscina. Y, en ambos casos, la razón es común. Aunque sea un accesorio que puede guardarse o retirarse del jardín, no solo ocupa un espacio determinado: además, tenemos que contemplar que para poder utilizarla necesitamos tener espacio libre alrededor.
Además de esto, hay que contemplar otro par de detalles en lo que respecta al espacio. Para poder sacarle todo el partido a nuestra piscina desmontable y especialmente en las de gran volumen, es fundamental situarla en un lugar en el que reciba el máximo de horas de sol diarias posible. Tan importante como esto es valorar la presencia de arbustos y plantas de las inmediaciones. Tengamos en cuenta que puede crear una sombra sobre ellos.

Tan importante como esto es tener en cuenta un detalle en el que no solemos reparar. Si tiene algún sistema que depure el agua o, por comodidad y practicidad, queremos instalarlo; será fundamental tener cerca una toma de corriente.
2. El uso, un aspecto fundamental a la hora de elegir piscina desmontable
No es lo mismo elegir una piscina desmontable si solo va a tener un uso de pareja que si nuestro plan es hacer fiestas en el jardín. Tampoco es igual si en nuestra casa hay peques y queremos, siempre con supervisión, que la piscina sea un espacio accesible para ellos.
Al margen del espacio que tengamos, estimar cómo vamos a utilizarla también nos ayudará a decidir cuál es la piscina ideal para nuestra casa. Y lo que es más importante: a que nuestra elección sea práctica pero, a la vez, nos dé el servicio que necesitamos.
3. El tipo de piscina, otro detalle importante
Aunque, a priori, todas las piscinas nos parezcan iguales no lo son. Hay diferencias en lo que respecta a su estructura que no podemos perder de vista. De ellas no solo depende el montaje: también la robustez.
A. Piscina hinchables, no son solo para niños

Cuando hablamos de piscinas hinchables nos viene a la cabeza la clásica colorida y de pequeño formato para peques. Sin embargo, hay un buen número de piscinas que responden a estas características y que pueden albergar a un buen número de adultos.
Como su nombre indica, son de carácter flexible y carecen de estructura. Se mantienen erguidas gracias a que la parte superior, la que se hincha, es como un flotador que circunda la piscina. Exigen ser desmontadas al final de la temporada.
No son recomendables en terrenos con desniveles, ya que es probable que rebosen.
B. Piscinas tubulares, las más habituales

Su estructura es sustancialmente más firme que en el caso de las piscinas hinchables. El vaso se sustenta gracias a un sistema de tubos habitualmente de aluminio con o sin patas. Un esqueleto robusto que permite, incluso, instalarlas en terrenos con un cierto desnivel.
La única precaución importante que debemos considerar es el material con el que esté elaborada la zona impermeable. Es probable que tengamos que instalar, bajo ella, una lona para evitar roturas y pinchazos.
C. Piscinas de acero, las más resistentes pero menos versátiles
No hay duda de su robustez y de su carácter decorativo. Sin embargo, las piscinas de acero no son precisamente las más cómodas cuando nos planteamos tareas tan sencillas como desaguar o almacenar.
4. El mantenimiento, algo que no podemos olvidar
Un aspecto fundamental para poder disfrutar de ella durante el verano pero, sobre todo, para optimizar nuestro gasto de agua. Recordemos que una piscina no deja de ser agua estancada que, además, está sometida a unas condiciones de sol perfectas para acelerar su podredumbre. Algo que, tanto por una cuestión de salud como de sostenibilidad, debemos mantener a raya.
¿Cómo hacerlo? Plantándonos, al elegir piscina desmontable, una que incorpore algún sistema de depuración del agua. Y, si se da el caso de que la nuestra no lo tiene, tendremos que plantearnos incorporar filtros y bombas de piscina para mantener el agua limpia.
5. El tiempo sin uso, la cuestión en la que no solemos pensar al elegir piscina desmontable
Y llegamos al último punto fundamental que, además, suele pasar desapercibido cuando nos decantamos por una u otra piscina. En líneas generales y una vez termine la temporada, será fundamental desmontar nuestra piscina y almacenarla en un espacio protegido de agua y frío; pero, también, del sol. Una forma de garantizar que, con la llegada del próximo verano, esté en perfecto estado. Esta acción es fundamental para las piscinas hinchables pero, también, para la gran mayoría de las tubulares.

Y decimos la gran mayoría pero hay ciertas salvedades. Las piscinas tubulares en altura y con un gran volumen de agua pueden mantenerse de un año para otro. Una manera, fundamentalmente, de ahorrar agua y ser más sostenibles. Para ello y más allá de conocer cómo hacer el invernaje de la piscina, es fundamental cubrir la superficie con un cobertor específico. De esta manera, el agua permanecerá libre de impurezas y en estado latente hasta que vuelva el momento de utilizarla.
Cinco puntos sencillos de analizar e imprescindibles a la hora de elegir piscina. Cinco detalles que nos permitirán elegir la ideal para sacarle todo el provecho a los meses de verano.
