Se acerca la fecha, la noche «más terrorífica» del año. Halloween, esta tradición tan anglosajona, se ha colado en nuestro calendario como una festividad más que no solo celebramos sino que, además, disfrutamos. Más allá de la mitología asociada a esta fiesta (que no deja de ser curiosa de conocer), hay un elemento que es protagonista absoluto de la noche: la archifamosa calabaza de Halloween.
Una que podemos incluir en la decoración de nuestra casa para esta fecha de una manera sencilla. No solo porque la calabaza es uno de los símbolos del otoño sino, también, porque convertirla en la cara que más miedo da es tan fácil como seguir los pasos de este do it yourself que hoy os proponemos.
Una manualidad sencilla que puede disfrutarse junto con los más pequeños de la casa que son, sin duda, quienes más disfrutan de la fiesta.
EL VACIADO, EL PUNTO DE PARTIDA
A lo hora de elegir la calabaza, es importante tener en cuenta que tenga un tamaño apropiado. Ni demasiado pequeña, que no nos permita meter dentro las velas que forman parte del juego de la noche, ni demasiado grande, que no solo sea desproporcionada sino que además nos suponga un gran trabajo de vaciado.
Para empezar este sencillo DIY lo ideal es comenzar vaciando la calabaza. Para ello, empezaremos dibujando en la parte superior la tapa. Os recomendamos que este dibujo sea de manera irregular, algo que no solo facilita el trabajo a la hora de cortar la tapa (al final, una calabaza no tiene una superficie regular) sino que, además, mantendrá la estética del resto de la calabaza de Halloween.
Si vamos a realizar esta actividad con niños, es importante que en el comienzo del vaciado lo hagamos los adultos. Para romper la carne vegetal del interior de la calabaza tendremos que ayudarnos en principio de un cuchillo. Una vez comencemos a vaciarla, lo ideal será utilizar una cuchara. De esta manera, podremos retirar bien la carne de sus paredes.
Un consejo: es importante no apurar mucho en las paredes de la calabaza ya que podríamos romperlas. En caso de que eso suceda, es tan sencillo como aprovechar ese espacio para la cara que después pintaremos.
UN TRUCO PARA DIBUJAR LA CARA
Una vez vaciada, empezaremos por pintar con un rotulador la zona de la cara. No tenemos que ser grandes artistas para hacerlo con habilidad si seguimos un truco simple: para los ojos y la nariz, tan solo bastará con dibujar triángulos. Si queremos una calabaza de Halloween más amigable, podemos optar por los ojos redondos.
Para la boca, con hacer el boceto de una simple sonrisa será suficiente. Si somos hábiles con el cutter y nos atrevemos a pintar unos dientes descolocados, nuestra calabaza de Halloween estará más lograda.
A la hora de comenzar a recortar, recordemos hacerlo por la parte exterior del dibujo que hemos hecho con rotulador. De esta manera, nuestra calabaza no tendrá el trazo después. Sin embargo, si queremos darle un efecto más dramático o queremos asegurarnos de recortar estas zonas correctamente, podemos también hacerlo por dentro de la línea del rotulador.
¡Y calabaza de Halloween lista para asustar y hacer disfrutar de la noche!
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