Es uno de los cactus más apreciados en los hogares. Y son muchos los motivos. Podríamos decir que los cuidados del Gymno o Gymnocalycium mihanovichii hacen de él un candidato magnífico para amantes de estas plantas y, quizás, pensar que esa es la razón de su popularidad. Pero no es la única. Además su belleza hace de ellos cactus con un potencial ornamental único. Y no, no es únicamente por la singular disposición de sus colores. También hay que contemplar que su floración solo por la singular disposición de sus colores: añadido la espectacularidad de su floración no puede ser más atractiva.
De forma natural es posible encontrar este cactus en Paraguay y Argentina. Sin embargo, el Gymno que crece silvestre y que se considera especie endémica de estos países es sustancialmente distinto al que nosotros disfrutamos. ¿La razón? Es más que habitual que, el que Gymnocalycium mihanovichii tal y como lo conocemos esté injertado con otras especies para conseguir esos colores rojos, amarillos o lila tan característicos de este cactus.

Comprendido eso que lo convierte en peculiar, veamos cuáles son los cuidados del Gymno. Un cactus que, además, es ideal para quienes tienen poco espacio debido a su pequeña talla y su increíble capacidad de vivir en macetas de tamaño reducido.
- FUNDAMENTALES EN LOS CUIDADOS DEL GYMNO
- 1. La ubicación, adecuada a nuestro clima
- 2. El sustrato, clave en los cuidados del Gymno
- 3. El riego, moderado y con agua neutra
- 4. El abonado, necesario para su crecimiento
- 5. La poda, una labor menor en los cuidados del Gymno
- 6. El trasplante, una tarea para hacer de forma regular
- 7. Las plagas y enfermedades, amenazas para tener a raya
FUNDAMENTALES EN LOS CUIDADOS DEL GYMNO
La fisionomía del Gymno es sumamente peculiar. Cuenta con ocho costillas bien definidas de las que brotan entre cinco y seis espinas de un color entre amarillo y gris que pueden llegar a medir hasta un centímetro.
Pero incluso más que su forma no perdamos de vista sus flores, uno de sus principales atractivos. Con forma de campana, se dan entre primavera y verano. Son de color amarillo y suelen ser sumamente generosas.
1. La ubicación, adecuada a nuestro clima
En líneas generales, su ubicación ideal es en exterior. Sin embargo, no perdamos de vista un aspecto fundamental por el que solemos cultivarlo como parte de nuestras plantas de interior: no tolera el frío. Es más: por debajo de 10 grados su vida puede comprometerse seriamente. Un buen motivo para tenerlo dentro de casa y, en todo caso, sacarlo fuera en los meses cálidos.
Tan importante como esto es que nuestro Gymno reciba una buena dosis de luminosidad diaria aunque, si vivimos en un clima cálido, nunca podrá ser directo. Podría quemarse.
2. El sustrato, clave en los cuidados del Gymno
Como buen cactus, mimar el suelo debe considerarse uno de los cuidados del Gymno más importantes. No solo albergará sus raíces sino que, además, juega un papel fundamental para evitar su pudrición.

Por este motivo, no solo tendremos que utilizar un sustrato para cactus y crasas. Además conviene añadir en la mezcla akadama y una parte de perlita.
3. El riego, moderado y con agua neutra
No solo es uno de los cuidados del Gymno más importantes: también lo es, en general, para cualquiera de estas plantas. Saber cuándo y cómo regar cactus correctamente es uno de los mayores dolores de cabeza de quienes se inician en ellos. Una razón de peso para conocer a fondo las necesidades de cada variedad.
En lo que respecta al Gymno, es fundamental regar únicamente con el sustrato completamente seco. Algo que conviene comprobar revisando las capas inferiores de nuestra maceta. Aunque no existe una pauta, en épocas de calor lo habitual es regar dos veces a la semana mientras que en los de frío con una será suficiente. También es importante empapar a fondo toda la tierra para que el riego sea eficaz.
Tan importante como esto es conocer su principal exigencia en este aspecto. El cactus Gymno no tolera la presencia de cal, por lo que conviene regarlo con aguas blandas o de lluvia.
4. El abonado, necesario para su crecimiento
Es uno de los cuidados del cactus que solemos desconocer. Y sí: a pesar de ser plantas de carácter rústico, súper resistentes y acostumbradas a climas hostiles no les viene nada mal un abonado cada cierto tiempo.

Desde primavera hasta final del verano, es recomendable utilizar un abono líquido para cactus y crasas diluido en el agua de riego. Por definición, el Gymno es un cactus de crecimiento lento por lo que un aporte regular de nutrientes en su época de crecimiento es fundamental para fortalecerlo.
5. La poda, una labor menor en los cuidados del Gymno
No es uno de los cuidados del Gymno que deban preocuparnos. Realmente, este cactus no necesita poda de ningún tipo. Lo único que sí es importante es cortar las varas florales a medida que se sequen para evitar que nuestra planta concentre energías en ellas.
6. El trasplante, una tarea para hacer de forma regular
A pesar de que el Gymnocalycium mihanovichii es un cactus de talla menuda, precisa un trasplante cada dos o máximo tres años hasta que alcance su tamaño definitivo. ¿Y cuál es este? En torno a los seis y los ocho centímetros tanto de altura como de diámetro.

Para esta tarea, que se realiza en primavera, necesitaremos una maceta ligeramente mayor que la que tenía. También es recomendable el uso de arlita para crear una capa de drenaje y enriquecer la tierra con perlita.
7. Las plagas y enfermedades, amenazas para tener a raya
En líneas generales, el Gymno es un cactus con una resistencia natural ante las plagas. Sin embargo, sí hay dos que debemos vigilar de cerca: los caracoles y las cochinillas. En ambos casos es importante evitar su presencia en nuestra planta.

Además y si no seguimos con rigor los cuidados del Gymno, es posible que se vea atacado por hongos. En caso de que se den, es fundamental aplicar lo antes posible un fungicida. Su presencia en nuestra planta provocará su pudrición.
Y tú ¿ya tienes esta increíble belleza de colores entre tus plantas?
