Cuidados de un perro mayor

cuidados perro mayorLa noticia llega un día casi sin darnos cuenta. Quizás sea un tropiezo o un caminar más lento lo que nos alerte de una realidad que, a veces, pasa desapercibida en el día a día: nuestro perro se ha hecho mayor. Una vejez que comenzará a dar la cara con algunos síntomas más visibles y otros más silentes.

Lejos de que esa tercera edad de nuestro perro suponga un problema, hemos de afrontarla como cualquier otra época de su vida: con los cuidados pertinentes y haciendo especial atención en sus necesidades. Y es que, a pesar de que nuestro perro «peine canas», es posible regalarle la calidad de vida necesaria para que viva sus últimos años como hasta este momento: disfrutando del cariño y el cuidado de sus dueños.

Tan solo es necesario identificar los síntomas que nos harán ser conscientes de la edad de nuestro perro y, lo que es más importante, darle lo que necesita para que viva su vejez sin sobresaltos.

SÍNTOMAS DE QUE UN PERRO SE HACE MAYOR

No existe una ciencia exacta para determinar en qué momento nuestro perro se hace mayor. En gran medida, esta vejez vendrá marcada por su genética e, incluso, por su raza. Mientras los perros de tamaño mediano y grande alcanzan la madurez en torno a los 8 años, en el caso de las razas pequeñas este momento no llega hasta los 10-12 años.

Sin embargo, es posible identificar cuándo nuestro perro ha entrado en su vejez. Además de los signos motores más obvios (dificultad para realizar gestos que antes hacía con facilidad, más horas de sueño de las habituales, sarro o pelaje más áspero), hay otros signos a los que tendremos que prestar especial atención.

La despigmentación de la trufa es otro de los signos de edad en un perro
La despigmentación de la trufa es otro de los signos de edad en un perro

La pérdida de oído y de visión de los perros ancianos es más que habitual, por lo que será importante que en caso de detectarla intentemos quitar de su alcance todo aquello que pueda suponer un obstáculo. Además, un perro mayor tendrá menos capacidad de alerta ante lo que sucede a su alrededor y comenzará a deambular durante las noches.

Pero, más allá de lo visible, es importante tener claro que durante la vejez nuestro perro necesitará visitar de manera regular al veterinario. Lo ideal es que pautemos dos visitas al año para que cuente con un control geriátrico de los órganos más conflictivos en esta época de su vida (el hígado, los riñones y el corazón) pero, también, para conocer el estado de sus huesos (en las razas medianas y grandes sobre todo, son habituales los problemas de artrosis).

CUIDADOS DE UN PERRO MAYOR

Los cuidados de un perro mayor no difieren, en la base, de los habituales a lo largo de su vida pero sí tienen dos pilares fundamentales: alimentación y ejercicio.

Con la entrada de nuestro perro en la vejez, su alimentación no puede ser la misma. Tengamos en cuenta que, como consecuencia de sus años, el nivel de actividad física será menor y, por tanto, su tendencia al sobrepeso irá en aumento. De ahí que sea importante administrarles piensos bajos en calorías y ricos en fibra, que no solo les ayuden a no tener apetito sino también a mantenerse dentro de su peso. Además, es importante que en su dieta se incluyan alimentos que le aporten vitamina C (ya que está probado que es un poderoso antioxidante, que ayuda en el desgaste cerebral).

Paseos regulares y tranquilos ayudarán a nuestro perro a mantenerse en forma
Paseos regulares y tranquilos ayudarán a nuestro perro a mantenerse en forma

En cuanto al ejercicio, es importante que durante la vejez dediquemos media hora al día a que nuestro perro haga ejercicio. De esta manera, no solo lucharemos contra los síntomas de la artritis sino, también, le ayudaremos a mantener su cerebro activo. Cuando hablamos de ejercicio bien puede tratarse también de juegos, y es que incluso los de intensidad moderada pueden ayudarle a mantener un buen tono físico.

Y dejamos para el final el cuidado fundamental que, si bien es importante en todas las épocas de la vida del perro, lo es más todavía durante su vejez: el amor. Y es que pocas cosas hacen tan feliz a un perro como contar con nuestra compañía, con nuestras caricias y con nuestros mimos. Una receta sencilla para hacer que su tercera edad sea feliz y, para nosotros, de disfrutar de la increíble compañía de esos abuelitos peludos que tanto nos necesitan.

Y tú ¿compartes tu vida con un perro mayor? ¡Cuéntanos qué haces para cuidarle!

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