Es una de esas plantas tan vistosas como agradecidas. A pesar de tener un nombre casi impronunciable, los cuidados del Aeschynanthus son mucho más sencillos que su apelativo botánico. Es más: quizás no reconozcas esta preciosa planta así, y sepas identificarla si la denominamos planta Pintalabios o Lipstick. Dos formas de llamarla popularmente que responden a la singularidad de sus flores. Cada una de ellas tiene una base más oscura de la que emergen los pétalos. Una distribución natural que recuerda, inevitablemente, a cómo es una barra de labios.
Originarias de distintas zonas tropicales del Sudeste asiático, en nuestras latitudes se cultivan como parte de las plantas de interior. Y sí: esta claro que sus peculiares flores, que además son de larga duración, son un buen motivo para contar con ella en la decoración natural de nuestra casa. Pero no es la única razón: al margen de ellas, la Aeschynanthus es una candidata perfecta para la lista de plantas colgantes de interior que podemos disfrutar en casa. Un aspecto, su porte, que hace de ella con o sin flor una planta sumamente ornamental.
Así pues, descubramos cuáles son los cuidados de la Aeschynanthus. Unos que, si bien en líneas generales no son nada complicados, sí implican ser cumplidos a rajatabla.
- 7 CUIDADOS DE LA AESCHYNANTHUS CLAVES PARA SU BIENESTAR
- 1. La luz, el aspecto más exigente de su corta lista de necesidades
- 2. El suelo y la ubicación, fundamentales para tu correcta salud
- 3. La temperatura, otro de los cuidados de la Aeschynanthus más importantes
- 4. El riego, uno de los cuidados de la Aeschynanthus más delicados
- 5. El abonado, una labor que ayudará a su crecimiento y floración
- 6. La poda, un cuidado del que podemos olvidarnos
- 7. Las plagas y hongos, el último aspecto a controlar
7 CUIDADOS DE LA AESCHYNANTHUS CLAVES PARA SU BIENESTAR
Solemos elegir la Aeschynanthus o, como también se la llama simplificando su nomenclatura botánica, Esquinanto por la espectacularidad de sus flores. Sin embargo, no podemos dejar a un lado que su follaje también es sumamente atractivo. Sus abundantes tallos presentan un follaje denso e intensamente verde; y, en el caso de algunas variedades, las hojas se disponen en forma de tirabuzón cerrándose ligeramente sobre los tallos. Si a eso le sumamos que su porte es colgante, no cabe duda: la Aeschynanthus es un auténtico espectáculo natural.

Ya sea por sus flores o por su aspecto, conocer a fondo los cuidados de la Aeschynanthus es sinónimo de disfrutar de ambas cosas.
1. La luz, el aspecto más exigente de su corta lista de necesidades
Has leído bien: exigente. Es más: en lugar de que plantearte cómo saber si a mi planta le falta luz, si no tienes buena luminosidad en casa es mejor que no incluyas la planta Pintalabios en tu lista. De no tener la cantidad que precisa, sus frondosos tallos dejarán de serlo. Incluso puede darse el caso de que las nuevas ramas nazcan y crezcan completamente despobladas. Y no: por supuesto, tampoco florecerá.
Evitarlo y velar por su buena salud, la Aeschynanthus demanda estar en un espacio sumamente luminoso pero nunca expuesta directamente al sol.
2. El suelo y la ubicación, fundamentales para tu correcta salud
Evitar tener que conocer los signos de enfermedades en las plantas pasa por prevenirlos. Y, en el caso de la Aeschynanthus, tanto el suelo de plantado como dónde coloquemos nuestra planta colaboran ¡y mucho! en ello.
Empecemos por la ubicación. Por sus orígenes tropicales, es una planta friolera por lo que tendremos que evitar exponerla a corrientes de aire y tenerla dentro de casa.
Pero, incluso más importante que el dónde la tengamos, es cómo la plantemos. Por sus características, la planta Pintalabios no es amiga de encharcamientos. Un motivo de peso para crearle un suelo que, además de contar con un buen drenaje, favorezca la eliminación del agua sobrante. Conseguirlo pasa por utilizar una mezcla de sustrato para plantas verdes y perlita: un sustrato mineral que se convierte en imprescindible cuando nos preguntamos qué tierra es mejor para plantas.

Y un consejo más: de entre todos los tipos de macetas, las macetas de barro serán nuestro mejor aliado.
3. La temperatura, otro de los cuidados de la Aeschynanthus más importantes
La Aeschynanthus no solo no tolera el frío: tampoco se lleva demasiado bien con el calor excesivo, entendido éste como temperaturas superiores a los 30 grados. Cuidar de su bienestar pasa por tenerla en un rango de temperatura de entre 15 y 25 grados.
¿Y si la temperatura sube por encima de esos 30 grados que mencionábamos? Sencillo: tendremos que aumentar la humedad ambiental. Un factor que, si bien se convierte en imprescindible con los aumentos de temperatura, también es clave para su bienestar en los meses de invierno. Esos en los que la calefacción reseca el ambiente, y nuestra planta se resiente.
4. El riego, uno de los cuidados de la Aeschynanthus más delicados
Un aspecto que tenemos que vigilar de cerca. Demasiado riego es, muchas veces, responsable de su muerte ya que el agua de más conlleva la pudrición de las raíces. Pero, como sucede con la temperatura, tan malo es el exceso como el defecto. Si nuestra planta pasa sed, nos lo hará saber arrugando sus hojas.
Por la importancia de la hidratación en los cuidados de la Aeschynanthus, lo ideal es regarla una vez a la semana por inmersión en agua que esté a temperatura ambiente y, preferiblemente, carente de cal. ¿Y cuándo volver a regar? Cuando observemos que el sustrato esté seco, guiándonos por las capas inferiores y no por la superficie.
5. El abonado, una labor que ayudará a su crecimiento y floración
Para poder mantener su generoso follaje pero, también, para disfrutar de sus llamativas flores es imprescindible abonar de forma regular nuestra planta Lipstick.

Así, desde marzo hasta noviembre es conveniente aplicar una dosis mensual de abono líquido para plantas verdes diluido en el agua de riego. Una forma de nutrir nuestra planta pero, también, de prepararla para los meses de frío.
6. La poda, un cuidado del que podemos olvidarnos
¡Una cosa menos que hacer en la lista de cuidados de la Aeschynanthus! Parte de su encanto natural son sus hojas desordenadas. Lo único que tendremos que podar, en un momento dado, son las flores marchitas para promover la creación de otras nuevas.
7. Las plagas y hongos, el último aspecto a controlar
Proteger de plagas las plantas pasa, fundamentalmente, por cumplir estrictamente con sus necesidades. Solo plantas correctamente cultivadas, sin excesos ni defecto de riego y bien abonadas son capaces de presentar una resistencia natural a las plagas. Por eso, conocer al dedillo los cuidados de la Aeschynanthus nos evitará tener que enfrentarnos a dos auténticos enemigos que pueden comprometer su bienestar: la cochinilla algodonosa y la araña roja.

Pero no solo de insectos va la cosa. En realidad, su mayor amenaza son los hongos. Algo que debemos conocer y recordar cuando la reguemos si queremos evitar tener que investigar qué es la Botrytis y cómo combatirla.
Como ves, los cuidados de la Aeschynanthus ponen muy fácil disfrutar de ella. Una buena razón para, si no la tienes todavía, comenzar a disfrutarla.
