Si eres un amante de estos animales y dispones de jardín, probablemente te has planteado cómo tener tortugas en estanque. Una manera que recrea, en gran medida, las condiciones naturales de estos animales en libertad. Aunque es un gesto que no se puede aplicar durante todo el año a todas las especies, tener tortugas en estanque en los meses de buen tiempo es positivo para su bienestar: al estar al aire libre, pueden recibir una incidencia mayor de sol. Un factor clave tanto para la dureza de su caparazón como para muchas otras funciones vitales de estos animales de procedencia tropical.
Sin embargo, tener tortugas en estanque no consiste únicamente en sacarlas al jardín. Para que esta época primaveral y veraniega sea satisfactoria para su salud, tendremos que preparar convenientemente el espacio además de tener en cuenta determinadas precauciones. Una manera tanto de velar por su seguridad como de hacer que la experiencia sea satisfactoria para ellas.
Por eso, si quieres ver disfrutar a tus tortugas en estanque, descubre sus necesidades de espacio y otros detalles antes de alojarlas en el exterior.
- CINCO CLAVES PARA TENER TORTUGAS EN ESTANQUE
- 1. Conocer sus peculiaridades antes de introducir tortugas en estanque
- 2. Elegir un estanque con distintas profundidades y una buena ubicación
- 3. Adecuar el espacio para nuestras tortugas
- 4. Plantas rústicas, las mejores compañeras de las tortugas en estanque
- 5. Oxigenar el agua
CINCO CLAVES PARA TENER TORTUGAS EN ESTANQUE
De la misma manera que buscamos cuál es la mejor pecera para tortuga, tenemos que hacer lo propio cuando nos planteamos tenerlas en este espacio exterior. Tanto si disponemos ya de uno como si nos planteamos cómo hacer un estanque en el jardín, si el objetivo es alojar tortugas tendremos que tener en cuenta algo fundamental: las tortugas no conviven correctamente con los peces. Partimos de esta base porque es habitual buscar esa convivencia, y sin embargo no es lo óptimo. Las tortugas son depredadores, por lo que puede darse el caso de que acaben comiéndose a los peces de pequeño tamaño y atacando a los que sean mayores que ellas.
Más allá de esta consideración, hay cinco claves fundamentales para tener tortugas en estanque. Unas que serán vitales para el buen devenir de nuestros animales.
1. Conocer sus peculiaridades antes de introducir tortugas en estanque
Por más ganas que podamos tener de ver disfrutar nuestras tortugas en estanque, hay que ser conscientes de que no todas pueden vivir con bienestar y salud en exterior. Por esta razón y antes de más, es fundamental que conozcamos más a fondo la especie a la que pertenece nuestro animal. Nunca podremos tener en un estanque a tortugas jóvenes de menos de 10 centímetros de envergadura, ni ejemplares que puedan tener alguna dolencia. Hay que entender que sacar nuestras tortugas al exterior conlleva un proceso de aclimatación, por lo que es fundamental que nuestros animales estén en perfecto estado.
En esa misma tarea de saber un poco más de la especie de nuestra tortuga, hay que prestar mucha atención a algo definitivo para disfrutar o no de nuestras tortugas en estanque: la temperatura que necesita en el agua.
Por último, los primeros días que saquemos a nuestras tortugas al estanque conviene hacerlo comenzando por unas pocas horas para ir ampliando este tiempo al aire libre, hasta que pasen su primera noche fuera. En el caso de las tortugas más jóvenes, lo ideal es que nos conformemos con que estén en el estanque durante el día pero vuelvan a su tortuguera durante la noche.
2. Elegir un estanque con distintas profundidades y una buena ubicación
Empecemos por lo segundo: la ubicación, un aspecto fundamental. Las tortugas en estanque necesitan zonas de exposición solar y zonas de sombra, ambas tanto dentro como fuera del agua. Al igual que hacen en la tortuguera dentro de casa, en exterior estos animales disfrutan del calor dentro del agua pero también necesitan zonas en las que poder secarse o refugiarse del calor. Para estas últimas, lo ideal es que les procuremos zonas específicas de sombra, que podemos crear tanto jugando con árboles cercanos que no suelten hojas como con plantas de exterior de tamaño medio.

Y si esto es importante, no lo es menos otro aspecto: el juego de profundidades. Las tortugas en estanque necesitan que este espacio acuático tenga diferentes alturas, de manera que ellas puedan nadar en las zonas más profundas o reposar en las menos. Por esta razón, lo ideal es optar por un estanque escalonado.
3. Adecuar el espacio para nuestras tortugas
Y no hablamos del estanque, sino del espacio que lo circunda. Una de las primeras cosas que tendremos que hacer antes de tener tortugas en estanque es crear un perímetro de seguridad alrededor del mismo para evitar que se puedan escapar. Y no cualquier cercado: para empezar, tendrá que medir al menos el doble que el tamaño del caparazón de nuestro animal el altura, y al menos 20 centímetros más bajo la tierra. Las tortugas tienen la capacidad instintiva de cavar, por lo que instalar este cierre ligeramente clavado en la tierra evitará que consigan salir del espacio.

Además de esta precaución, tampoco está de más recordar un aspecto en el que no caemos cuando tenemos las tortugas dentro de casa: son objeto de depredadores. Y en este grupo se incluyen desde animales tan domésticos como los gatos y perros, a otros como los zorros si vivimos en una zona de campo abierto. Para evitar que puedan dañar a nuestras tortugas, lo es cubrir el recinto del estanque con algún tipo de cerramiento ligero que permita el paso del sol.
Por último y además de la típica rampa que facilita la entrada y salida al agua, las tortugas en estanque agradecen tener lugares en los que esconderse en la orilla del mismo. Unos que podemos crear con piedras de rocalla, troncos de árbol u otros accesorios aptos para exterior.
4. Plantas rústicas, las mejores compañeras de las tortugas en estanque
De la misma manera que tenemos que tener precaución con los peces, las plantas tampoco se libran del carácter de estos animales. Las tortugas son dadas a mordisquearlas e, incluso, a comerse sus hojas cuando hablamos de ejemplares adultos. Dado que no podremos evitar que esto suceda, lo que sí podemos hacer es optar por plantas rústicas o propias de este tipo de ecosistemas.

Lejos de volvernos locos para elegir plantas de estanque, podemos reducir el campo de las plantas ideales para convivir con tortugas a las propias del estanque, con especial relevancia de las lechugas de agua, los nenúfares y los jacintos de agua.
5. Oxigenar el agua
A pesar de que las tortugas son animales que salen y entran del agua, no por eso es menos importante aportar oxígeno al agua. De esta manera, esos ratos que pasan sumergidas serán más sanos para ellas. Una buena opción es crear una cascada en alguna zona del estanque, algo que permitirá oxigenar el agua pero, también, hacer que esté en movimiento.
Otra opción fantástica para conseguir el mismo objetivo es colocar una bomba de circulación, como la que utilizaríamos en un estanque con peces; o un aireados para espacios exteriores.
Y después de estos consejos para tener tortugas en estanque ¿te animas a probar con las tuyas?

