Son una apuesta por la originalidad pero, también, para quienes buscan darle un toque diferente al exterior. Tener árboles frutales exóticos es una forma sencilla de poner personalidad a nuestro jardín. Y es que, más allá de que no solemos ver sus singulares portes, no cabe duda. Tanto sus flores como sus frutos son perfectas para crear una atmósfera tan diferente como deliciosa.
Aunque estamos sumamente acostumbrados a tener sus frutas en nuestras mesas, los árboles frutales exóticos todavía siguen siendo raras avis en huertas y jardines. En muchos casos, su falta de presencia responde a la creencia popular de que tener este tipo de árboles en nuestro país es sinónimo de fracaso. Y nada más lejos de la realidad. Por increíble que parezca, hay un buen número de variedades que admiten a la perfección el cultivo en nuestras latitudes.
Poder disfrutar de ellos es tan sencillo como saber cuáles podemos disfrutar y, sobre todo, qué necesita cada uno de ellos en detalle. La mejor garantía para verlos crecer y dar frutos.

- ÁRBOLES FRUTALES EXÓTICOS QUE PUEDES TENER EN CASA
- 1. Caqui o kaki, uno de los árboles frutales exóticos mejor adaptados a nuestro clima
- 2. Chirimoya, un árbol perfecto para zonas cálidas
- 3. Aguacate, una de las frutas tropicales al alzaque tú también puedes tener
- 4. Pistacho, un árbol en el que quizás nunca has pensado
- 5. Microcitrus o caviar cítrico, uno de los árboles frutales exóticos más desconocidos
ÁRBOLES FRUTALES EXÓTICOS QUE PUEDES TENER EN CASA
Cuando nos planteamos cómo elegir los árboles frutales para el jardín es muy habitual, al margen de considerar las características de nuestro clima, pensar en aquellos que nos resultan familiares. Sin embargo y más allá de los populares, los árboles frutales exóticos amplían todavía más el abanico de opciones que podemos plantar en nuestra casa.
Como hemos visto en otras ocasiones, plantar árboles frutales no es complicado. Sin embargo, en esta tarea sencilla y especialmente cuando se trata de árboles frutales exóticos es fundamental conocer en detalle de dónde procede para poder ofrecerle la ubicación necesaria. La única manera de que prospere, florezca y dé frutos.
1. Caqui o kaki, uno de los árboles frutales exóticos mejor adaptados a nuestro clima
Es uno de los árboles frutales exóticos que está ganando popularidad. A pesar de proceder de ser originario de Asia, presenta una magnífica adaptación al clima del Mediterráneo. No es el único sitio en el que se puede tener. También se cultiva sin inconvenientes en la cornisa cantábrica y en algunas zonas del centro peninsular. Y, por increíble que parezca, no le teme al frío: puede llegar a soportar hasta -17 grados en su etapa adulta aunque, en árboles de menos de dos años, conviene protegerlos de las bajas temperaturas.
El árbol del caqui o kaki es de tronco corto y de copa muy ramificada. Puede llegar a tener una altura considerable de entre 6 y 12 metros. Pero, incluso más que su envergadura, hay que considerar que la copa puede medir entre 7 y 9 metros. Un buen motivo para plantarlo en solitario o, si deseamos tener más de uno, lo hagamos con una distancia que permita el crecimiento de nuestro árbol sin impedimentos.

Para poder salir adelante y crecer como necesita, es fundamental que esté en una ubicación a pleno sol. También necesita estar resguardado del viento, especialmente del invernal, y de las heladas. Es importante saber que tolera la sequía aunque crece y frutifica en mayor cantidad con el riego adecuado. No requiere poda y en lo que sí debemos prestar atención es en el tipo de suelo. Es fundamental que tenga un buen drenaje, que sea fértil y rico en materia orgánica.
2. Chirimoya, un árbol perfecto para zonas cálidas
El árbol de la chirimoya o chirimoyo es originario de India, Ecuador y Perú. A pesar de esta diversidad geográfica, en todas las zonas de las que es oriundo comparte unas mismas características. Se da en tierras no muy lluviosas y con temperaturas de entre -1 y 5 grados. Esto ya nos da una buena pista sobre dos de sus cuidados más exigentes. No tolera el exceso de humedad pero tampoco el frío extremo ni las heladas.
De porte pequeño, el árbol de la chirimoya es muy ramificado y su follaje de carácter caduco aunque, en climas suaves, puede permanecer todo el año. Curiosamente, es uno de los árboles frutales exóticos más cultivados en las costas de Granada y Málaga, ya que ambas provincias son exportadoras de esta fruta hasta el punto de ser uno de los principales productores a nivel mundial.

Necesita una gran cantidad de luz por lo que tendremos que buscarle una ubicación a pleno sol salvo ni vivimos en un clima con veranos intensos, en cuyo caso lo mejor será la semisombra. En lo que respecta al riego, es demandante durante los meses de calor pero no tolera los encharcamientos. Un detalle que debemos considerar al plantarlo, procurándole un buen drenaje. También es importante que el suelo de plantación sea rico en materia orgánica por lo que no está de más enriquecerlo con compost o humus de lombriz.
3. Aguacate, una de las frutas tropicales al alzaque tú también puedes tener
En la última década, el aguacate se ha popularizado para convertirse en una fruta casi imprescindible de cualquier dieta. Y es lógico. Además de delicioso, es súper completo a nivel nutricional. Sin embargo y más allá de los campos de aguacate, es raro todavía verlo en huertos y jardines. Y el motivo es sencillo: creemos que es sumamente complicado de cultivar y casi un milagro sacarlo adelante a partir de un hueso.
Aunque se cultiva en un buen número de países, el aguacate es originario de México y Centroamérica donde se estima que se cultiva desde tiempos inmemoriales. Su clima original es cálido y húmedo, como el propio de los trópicos y de la cuenca del Mediterráneo. De carácter perenne, este árbol puede llegar a tener una altura máxima de 20 metros con las condiciones de cultivo ideales. Sin embargo, en nuestras latitudes, su porte es mucho más modesto.

Para prosperar y dar fruto, el árbol del aguacate necesita una buena dosis de luz solar diaria que puede ser de intensidad, de entre seis y ocho horas. Aunque los ejemplares adultos toleran hasta -4 grados, no es lo ideal para los más jóvenes. Lo mismo sucede en lo que respecta a las altas temperaturas. Si bien es un árbol amante del calor, los ejemplares de entre tres y cinco años se resienten con temperaturas de 40 grados. Es importante saber, además, que es un gran demandante de agua si bien no tolera los encharcamientos. Además, es necesario ofrecerles un suelo ligeramente ácido, con buen drenaje y rico en materia orgánica.
4. Pistacho, un árbol en el que quizás nunca has pensado
Probablemente, nunca te habías planteado tener un árbol del pistacho en casa pero es importante saber que es perfectamente posible. Procedente de Asia Occidental y Menor, por las similitudes de este clima con el mediterráneo su cultivo prosperó en su cuenca donde hay un buen número de explotaciones de este delicioso fruto seco.

Una de las singularidades del árbol del pistacho es que da una cosecha en condiciones cada dos años, y solo en ejemplares de más de cinco de edad. Con los cuidados adecuados, es un árbol sumamente longevo y, aunque podríamos pensar lo contrario, no es demasiado exigente en sus necesidades. Tanto es así que se considera una especie rústica capaz de tolerar un rango de temperaturas tan amplio como los -30 grados en invierno y los 50 en verano.
Para poder cultivar un árbol de pistacho, la primera labor en la que debemos emplearnos a fondo es en preparar el sitio de plantado. Por sus características de crecimiento, el pistacho necesita un suelo profundo en el que poder tender raíces y con un buen drenaje. Es un árbol que necesita un riego abundante y espaciado, especialmente en época de floración y de creación del fruto. Además, es importante que reciba una buena cantidad de luz solar.

Además y para que polinice correctamente, es importante tener un pistacho macho por cada cuatro hembras.
5. Microcitrus o caviar cítrico, uno de los árboles frutales exóticos más desconocidos
Es uno de los árboles frutales exóticos más singulares por la disposición de su fruto. Y, aunque parece de ciencia ficción, esta delicia que contiene pequeñas perlas cítricas es terrenal. Originario de Australia, el microcitrus o caviar cítrico es una de las frutas más apreciadas por la alta cocina por la singularidad de su fruto. Y es lógico: sus pequeñas perlas contienen un zumo efervescente de carácter cítrico y agridulce.
Como árbol, el del Microcitus es de carácter pequeño y compacto. No suele superar los dos metros de altura pero eso no está reñido con otro de sus atractivos: es un árbol sumamente ornamental. Por sus características, es uno de los es uno de los que podemos plantearnos si pensamos en cómo cultivar árboles frutales en macetas. Otra singularidad a tener en cuenta es que sus frutos, que se asemejan a una lima alargada, se desprenden del árbol cuando están maduras. Si las retiramos antes, corremos el riesgo de que su pulpa en forma de caviar vegetal amargue.

A pesar de las ganas que podamos tener de disfrutarlo, es importante saber algunas cosas claves para su desarrollo. Por un lado, que no tolera temperaturas por debajo de -1 grado y mucho menos las heladas. Además y para que prospere, debe estar plantado en un lugar protegido tanto de vientos como del sol de intensidad. En lo que respecta al sitio de plantado, éste debe ser fresco, con buen drenaje y ligeramente ácido. Y, en lo que respecta al riego, este debe ser regular y en profundidad, empapando el cepellón.
Ahora que conoces estos árboles frutales exóticos ¡incórporalos a tu jardín! No solo disfrutarás de ejemplares originales sino, sobre todo, podrás saborear sus increíbles frutas.





