Ellos son, sin duda alguna, los que más sufren el calor. Nuestros animales no entienden de aires acondicionados (además, no suelen sentarles bien) ni de maneras de refrescarse. Un motivo preocupante, el calor, sobre todo con la llegada de los meses veraniegos importantes. Por eso, para ayudarles y sobre todo a los perros (que son quienes más se resienten), podemos comenzar con un ritual que debe considerarse una auténtica obligación para la salud: la peluquería canina de cada año. Algo que, aunque no nos demos cuenta, es un auténtico gesto de salud para ellos.
Lejos de cuestiones estéticas, la peluquería canina ayuda muchísimo a que puedan regular mejor su temperatura y evitar ese peligroso y nocivo golpe de calor del que ya hemos hablado en otras ocasiones. Porque, además de verse bien, el baño y peluquería les ayudará a enfrentar el verano con más herramientas (naturales) para vencer el calor.
Más allá de bañar a nuestro perro (y no sufrir en el intento, como ya vimos en este post), tendremos que plantearnos acudir a un servicio de peluquería canina si se nos resiste demasiado del baño en caso. Pero no solo por esto: las peluquería caninas y sus profesionales están más que preparados para aliviar el peso del pelo en el cuerpo de nuestro perro. Porque, a pesar de que nosotros creamos que lo cepillamos y retiramos el pelo muerto, lo cierto es que en muchas ocasiones (sobre todo con los perros de pelo largo o frondoso) no estaremos retirando todo ese exceso de pelo que se crea durante el invierno para protegerlos. Aliviarlos en este aspecto puede ayudarles a regular mejor su temperatura cuando llegue julio o agosto. Y es más: les permitirá comenzar los meses de verano en las mejores condiciones.
Pero, además, otro aspecto importante de las peluquerías caninas es el corte de pelo. Por más que queramos hacerlo en casa, son muchos los perros que se asustan con el sonido de las maquinillas para recortar el pelo. Y, aunque nos parezca que esto responde únicamente a una cuestión estética, también estamos equivocados. En muchas ocasiones, rasurar determinadas partes del pelo de nuestro perro (como, por ejemplo, la tripa y la zona genital) es positivo para su salud. A veces para evitarles calor (sobre todo, cuando se rasura la tripa) y, en otras ocasiones, por una cuestión de higiene que puede ayudarnos a evitar malestares (como los parásitos).
Limpieza, desinfección, comodidad… ¡y belleza! Un todo en uno que puede conseguirse en apenas un par de horas y que nuestro perro agradecerá.