7 bulbos de otoño para plantar en octubre

7 bulbos de otoño para plantar

El otoño ya es un hecho. Los días han comenzado a acortarse y las temperaturas empiezan a recordarnos que hemos despedido al verano. Algo que, muchas veces, identificamos con tener que renunciar a la belleza de las flores hasta la llegada de la primavera. ¡Nada más lejos de la realidad! Los bulbos de otoño son la mejor manera de anticiparse a ella. Unos tremendos aliados para que, incluso cuando el frío todavía nos acompaña, comencemos a sentir que el calor está por llegar.

Como su nombre indica, los bulbos de otoño se plantan durante esta estación de transición al invierno. O, lo que es lo mismo, durante octubre y noviembre. Dos meses ideales no solo para preparar las plantas para el frío sino, también, para comenzar a preparar la próxima temporada de buen tiempo. Y es que el principal atractivo de los bulbos de otoño es que su floración comenzará a despuntar desde finales de febrero. Un momento de renacimiento que llenará de color y belleza nuestra terraza, balcón o jardín. Y, de paso, nos animará a ir olvidándonos del largo y crudo invierno.

Pero, además de conocer algunos consejos para plantar bulbos de otoño, conviene saber que estamos de enhorabuena. Y es que estamos en un época con un enorme número de posibilidades a la hora de elegir qué plantar.

 

NUESTRA PROPUESTA DE BULBOS DE OTOÑO

Para los amantes de las flores, tener que elegir entre ellas nunca es sencillo. Y si, además, hablamos de bulbos de otoño ¡la cosa se complica todavía más! Y es que la variedad que veremos florecer en primavera es tal que resulta complicado decantarse por unos u otros. Por eso, queremos sugerirte siete bulbos de otoño que florecerán en primavera. Siete estilos de flor completamente distintas entre sí que, sin embargo, pueden convivir a la perfección si lo deseamos.

Hablamos de convivir porque es algo perfectamente posible. Es más: es recomendable plantar bulbos de otoño con distintos momentos de floración. De esta manera, podremos ir disfrutando paulatinamente de su belleza y, antes de que nos demos cuenta, la primavera habrá vuelto con su despliegue de vida. Por eso, nuestras siete recomendaciones tienen un calendario similar en lo que respecta a plantar pero no a florecer.

1. Muscaris, el más precoz de los bulbos de otoño

Bulbos de otoño Muscaris
Disfruta de esta preciosa variedad de bulbos de otoño en blanco

 

Es el primero de los bulbos de otoño que despunta en el sustrato. También llamado Nazareno, lo habitual es que sea de color azul. Sin embargo, esta variedad blanca es perfecta para las zonas en las que el invierno no cuenta con nieves. El blanco de esta flor, en forma de espiga, coloreará de manera natural. Cuanto antes lo plantemos, antes podremos disfrutar de ella. Si lo hacemos entre septiembre y noviembre, tendremos que calcular que florecerá entre febrero y abril.

Para que florezca en condiciones, lo ideal es que no esté en un lugar en el que no reciba sol todo el día. Además, tendremos que ser rigurosos con el riego. No tanto en el momento de plantado, que tan solo demandará de dos riegos al mes. Sobre todo nos referimos al momento de floración. Cuando el Muscaris está en flor, lo ideal es que reguemos cada tres días aprovechando siempre las horas centrales del día.

2. Crocus, otra flor temprana de la primavera

Bulbos de Crocus
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De pequeño tamaño, el Crocus es perfecto para cualquier espacio. Ya sea en macetas, jardineras, en el suelo o en rocalla lo imposible es no disfrutar de su discreta belleza natural. Y decimos discreta porque, a diferencia de otros bulbos de otoño, el Crocus se caracteriza por ser de pequeño tamaño. Algo que no está reñido con el rabioso colorido de sus flores, que pueden oscilar del azul al morado pasando por blancos o amarillos.

De siembra entre septiembre y noviembre, será de las primeras flores que disfrutemos en el jardín ya que florecerán entre enero y marzo. Increíblemente resistentes al frío, lo ideal es sembrarlos en una zona que reciba una buena cantidad de luz solar.

3. Fresia, perfume natural

Bulbos de Fresia
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Más allá de la increíble belleza de sus flores, cuenta con otro atractivo. Y es que el aroma de la Fresia es un delicioso perfume con el que decorar de manera invisible nuestro jardín, terraza o balcón. A diferencia de otros bulbos de otoño, admite ser plantada en interior. Si nos decantamos por esta opción, hay que contemplar que alcanza una buena altura. Razón de peso no solo para que adecuemos la maceta para esta siembra sino, también, para que preveamos el espacio que puede necesitar.

Al igual que el Muscaris, lo ideal es que plantemos en un espacio en el que no reciba sol durante todo el día. También tendremos que ser rigurosos con el riego en el momento de plantado, administrando agua dos veces al mes; y en el de floración, con un riego cada tres días según climatología.

4. Anémona de Caén, la delicadeza hecha flor

Bulbos de Anémona de Caén
Descubre más características de cultivo de estos bulbos de otoño

 

La Anémona es uno de los bulbos de otoño que podemos disfrutar en múltiples colores. Sin embargo, en nuestra selección nos hemos decantado por esta variedad. Sutileza y elegancia son dos características de esta preciosa flor. Un buen motivo para que sea una de las elegidas habituales para arreglos florales. Su momento de plantación ideal es octubre para poder disfrutar de ella entre febrero y marzo. Sin embargo, también cabe la posibilidad de plantarla en este mes y verla florecer en junio con la llegada del verano.

Antes de plantar, es recomendable sumergir los bulbos de Anémona en agua durante al menos 12 horas. De esta manera, estaremos ayudando a estos bulbos de otoño a enraizar correctamente. Lo ideal es que la plantemos en un sitio soleado, resguardado del viento y de posibles heladas.

5. Iris, uno de los bulbos de otoño por excelencia

Bulbos de otoño Iris
Una preciosa flor que no puede faltar entre tus bulbos de otoño

 

Uno de los bulbos de otoño que más pasiones despiertan. Y no es para menos. A su increíble belleza natural en tonos azules, blancos o amarillos se le suma otra virtud: su versatilidad. Y es que podemos plantar Iris en macetas, maceteros, en zonas de rocalla o, incluso, alrededor de un estanque. Cualquier lugar es idóneo para que estas preciosas flores que se plantan entre septiembre y diciembre florezcan. Eso sí: no lo harán nada más comenzar la primavera. En función del momento de plantado, lo harán entre abril y junio.

Si demoramos su plantación, es recomendable protegerlos con una capa de abono orgánico o de hojas secas. Otro aspecto fundamental es el suelo: independientemente de si hablamos de un sustrato orgánico o de un suelo pobre, lo vital es el drenaje. El Iris demanda un suelo permeable.

6. Narciso, el símbolo de la primavera

Bulbos de Narciso
Una preciosa flor silvestre que puedes disfrutar en tu casa

 

En muchas zonas de nuestro país, la floración del Narciso en estado silvestre es el símbolo de la llegada de la primavera. Sin embargo, cuando las plantamos en casa, su momento de eclosión depende de nuestro calendario de siembra. Podemos hacerlo entre agosto y diciembre, para ver despuntar sus características flores amarillas o blancas entre los meses de febrero y abril. Un espectáculo de belleza natural que bien merece la pena esperar.

Además de un suelo bien drenado, el Narciso es exigente con el terreno. Demanda un sustrato rico en nutrientes y, preferiblemente, con buena orientación solar. En caso de no disponer de ella, también puede desarrollarse con normalidad en semisombra.

7. Tulipán, el rey de los jardines

Bulbos de tulipán botánico
Uno de esos bulbos de otoño que no puede faltar en tu casa

 

Perfecto para amantes del color pero, también, para quienes se rezagan con el calendario de siembra de bulbos de otoño. Una de las ventajas del Tulipán es que puede ser plantado desde ahora hasta el mismo mes de enero. Y no, eso no significa que tengamos que esperar demasiado para ver su colorido reinar en nuestro jardín o terraza. Su momento de floración será entre marzo y abril, incluso si la nieve puebla nuestro jardín por esas fechas.

Amantes del frío y sumamente resistentes a él, son exigentes en lo que respecta al suelo: demandan un buen drenaje para evitar que los bulbos se pudran.

Y, una vez plantados nuestros bulbos de otoño, tan solo falta una cosa más: tener paciencia hasta que florezcan. Una espera que, sin duda, habrá merecido la pena.