Es una de las plantas de exterior con mayor simbolismo en esta época del año. La rosa de Navidad o Helleborus Niger es una preciosa planta ornamental de follaje perenne perfecta para tener en el jardín, la terraza o el balcón pero, también, para decorar con plantas. Y el motivo es sencillo: el Heleborus niger comienza con su preciosa floración en plena Navidad. Una que se prolonga incluso hasta marzo y capaz, incluso, de sobresalir por encima de la nieve si vivimos en un clima muy frío.
El frío es, precisamente, algo que no tendrá que preocuparnos en el caso de esta planta. A pesar de que es habitual en jardines y macetas en nuestro clima, su procedencia marca en gran medida su tolerancia a las bajas temperaturas. Originaria de regiones montañosas y boscosas de los Alpes, Apeninos y Balcanes; su procedencia la hace sumamente resistente incluso a las heladas ligeras. Y no: tampoco repercutirán en su floración que, a pesar de que suele ser blanca, vira al verde y al rosado a medida que envejece.

Por su espectacularidad y simbolismo, veamos en detalle los cuidados de la rosa de Navidad. Unos tan sencillos de abordar como específicos que conviene tener claros.
- ¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA ROSA DE NAVIDAD?
- 1. La ubicación y la luz, dos aspectos que debemos cuidar
- 2. El suelo, clave para la rosa de Navidad
- 3. El riego, un cuidado del Helleborus niger que debemos administrar con cuidado
- 4. La fertilización, adecuada a cada momento del año
- 5. La poda, una labor que no tendrá que preocuparnos
- 6. Plagas y enfermedades, dos amenazas para tener a raya
- 7. La multiplicación, otro aspecto que conviene conocer de los cuidados de la rosa de Navidad
¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS DE LA ROSA DE NAVIDAD?
Antes de conocer en detalle cuáles son sus necesidades, conviene conocer en detalle la rosa de Navidad. Para empezar y para evitarnos sustos, debemos saber algo importante. Como descubrimos cuando pasamos revista a cómo cuidar el Cyclamen, la rosa de Navidad también minimiza su presencia aérea durante los meses de calor. Es habitual pensar que nuestra planta ha muerto cuando la realidad es bien distinta. Será cuando comience a bajar la temperatura cuando el Heleborus niger haga crecer sus tallos, hojas y tallos florales hasta alcanzar los 30 centímetros de altura. Unos que aparecen, fundamentalmente, a lo largo del mes de noviembre y primeros de diciembre.
Tan importante como saber esto hay que tener presentes dos aspectos más. El momento ideal para plantar el Heleborus niger es durante el otoño. Una estación perfecta para que eche raíces correctamente y florezca con la llegada del invierno. Sin embargo, hay algo incluso más importante que este detalle que debemos conocer. La rosa de Navidad es sumamente tóxica tanto para humanos como para mascotas. Un buen motivo para no contemplarla o hacerlo con sumo cuidado si compartimos nuestra vida con un perro o un gato, o si hay niños en nuestra casa.
Visto todo esto, veamos qué necesita el Helleborus niger para poder incluirlo entre nuestra selección de plantas de Navidad.
1. La ubicación y la luz, dos aspectos que debemos cuidar
Por sus orígenes, la rosa de Navidad no tolera el sol directo ni el exceso de iluminación especialmente durante los meses cálidos. Por ese motivo, tendremos que ser sumamente cuidadosos con el lugar en el que la plantemos teniendo en cuenta cómo incide el sol durante el verano.
Lo ideal: optar siempre por una ubicación de sombra o de semisombra. Un detalle que convierte a esta planta en la perfecta para jardines, patios o terrazas frescos.
Si bien los cuidados de la rosa de Navidad son sencillos, sí es una planta exigente en lo que respecta a las características del suelo. Y es que para que esta planta de sombra se desarrolle correctamente necesita estar plantado en un sustrato rico en nutrientes, ligeramente ácido y con un buen drenaje.

Para garantizar que cumplimos con este requisito, está recomendado añadir humus de lombriz además de una parte de perlita que favorezca el desagüe del exceso de agua.
3. El riego, un cuidado del Helleborus niger que debemos administrar con cuidado
El exceso de riego es, de hecho, una de las grandes amenazas del bienestar de la rosa de Navidad. Sus raíces, de carácter carnoso, no toleran los encharcamientos por lo que conviene evitarlos para no favorecer la pudrición. Por eso, es importante considerar aplicarle un riego moderado aunque sí es importante mantener siempre mínimamente húmedo el sustrato.
Tan importante como esto es saber que, durante la época más fría, conviene reducir ligeramente el riego. La mezcla de agua y bajas temperaturas puede dañar sus raíces.
4. La fertilización, adecuada a cada momento del año
La rosa de Navidad necesita dos tipos de fertilización diferentes que debemos adecuar a cada momento del año con el objetivo de darle a la planta lo que necesita según su momento vegetativo.

Mientras en meses de otoño lo ideal es aplicar un abono orgánico que ayude a nuestra planta a florecer, durante la primavera lo idóneo es utilizar un fertilizante que fortalezca la rosa de Navidad para a próxima temporada.
5. La poda, una labor que no tendrá que preocuparnos
La rosa de Navidad no necesita poda como tal, por lo que es uno de los cuidados en los que podemos relajarnos. Realmente, lo único que demanda nuestra planta es que retiremos tanto hojas secas como enfermas durante el otoño. Una manera de ayudar a nuestra planta a centrar sus esfuerzos en florecer.
Lo mismo sucede con la floración. Cuando las flores hayan cumplido su ciclo vegetal, conviene retirarlas. El motivo es el mismo: promover que nuestra rosa de Navidad florezca de forma continuada.
6. Plagas y enfermedades, dos amenazas para tener a raya
Proteger de plagas las plantas es la mejor estrategia para evitar males mayores. Por eso y si queremos mantener a salvo nuestra rosa de Navidad de enfermedades fúngicas, nada como regar de forma moderado. Excedernos con el agua puede provocar la aparición de hongos, malos compañeros del desarrollo de esta planta.

Tan importante como esto es revisar de forma regular nuestra planta, ya que es oscuro objeto de deseo para babosas y caracoles.
Es el último de los cuidados del Helleborus niger que debemos conocer. Aunque la rosa de Navidad se puede multiplicar por semillas, el proceso es lento. Por eso y como alternativa, siempre es posible conseguirlo mediante la división en meses de primavera.
Y ahora que conoces a fondo las particularidades y cuidados de la rosa de Navidad ¿te animas a tenerla entre tus plantas de exterior?



