Qué es la cerveza ecológica y sus características

Qué es la cerveza ecológica y sus beneficios

Oímos hablar de ella sin tener muy claro qué es la cerveza ecológica exactamente ni las implicaciones que puede tener tanto para nuestra salud como para el medio ambiente. Como sucede con otros muchos productos del mercado natural, este tipo de bebida responde a unas características determinadas que garantizan sus características y propiedades. ¿Pero cuáles son exactamente? Eso es, precisamente, lo que queremos desgranar.

Apostar por productos sostenibles no es una tendencia: es un auténtico cambio de paradigma que implica, en gran medida, tomar conciencia de la necesidad de cuidar nuestro entorno. Y, aunque es habitual pensar en sostenibilidad en otros términos, también es posible aplicarla a la alimentación natural. Una forma más saludable de cuidar de nuestro organismo que, además, tiene una implicación mucho más profunda. La elaboración de productos que cuentan con la certificación ecológica responden a unos parámetros sumamente estrictos que minimizan el impacto que su producción podría tener sobre el planeta.

Así ya sea por cuidar de nuestro organismo, por hacerlo de nuestro entorno o por ambas cosas descubramos qué es la cerveza ecológica. Una forma de comprender en detalle qué esconde esa botella que tenemos en nuestras manos.

HISTORIA BREVE DE LA CERVEZA HASTA NUESTROS DÍAS

Curiosamente, conocemos en detalle las características del vino ecológico pero desconocemos qué es la cerveza ecológica. Algo que podría ser relativamente lógico, ya que en nuestra mente la cerveza ya es de por sí un producto natural. Sabemos que es una bebida en la que agua, cereales y plantas se conjugan para dar lugar a un refrescante brebaje con una identidad bien definida. Entonces y si se elabora así ¿qué es la cerveza ecológica?

Lúpulo natural, clave para entender qué es la cerveza ecológica

Para responder a esa pregunta, es fundamental conocer el desarrollo de esta bebida que nos acompaña desde la mismísima Antigüedad. Hasta la revolución industrial, la producción de cerveza siempre había sido de carácter orgánico. Sin embargo, es en este preciso momento de nuestra historia cuando esta bebida dejó de serlo para transformarse en un producto industrial. Un cambio en su elaboración ligado al aumento del consumo y al desarrollo de maquinaria que permitían cultivar los campos de forma más ágil que, en apenas unas décadas, habían pasado de ser pequeños a transformarse en cultivos extensivos. En paralelo con este momento y para dar respuesta a la demanda de la época, comenzaron a utilizarse fertilizantes y pesticidas de origen químico. Dos prácticas que permitían, por un lado, acortar los tiempos de cultivo; y, por otro, evitar perder las cosechas ante la presencia de plagas.

Esta transformación de producto natural en producto industrial encontró otro aliado en el siglo XX: la modificación genética de los cultivos. Una práctica que permitía hacer de las plantas y cereales involucrados en la elaboración de la cerveza cultivos más resistentes ante las plagas o la sequía; a la par que aceleraban su crecimiento.

ENTONCES ¿QUÉ ES LA CERVEZA ECOLÓGICA?

Comprendido este cambio en el modelo de producción de esta bebida, es momento de saber qué es la cerveza ecológica. Y no hablamos de los matices de sabor de la propia bebida sino, más bien, de a qué responde esta denominación. Una que, si bien comprende distintos aspectos, puede resumirse de una forma sencilla: supone, precisamente, una vuelta a los orígenes más auténticos de la bebida.

1. Materias primas libres procedentes de agricultura ecológica, el aspecto que define qué es la cerveza ecológica

¡Fundamental! Únicamente podemos considerar cerveza ecológica aquella realizada íntegramente con ingredientes naturales procedentes de cultivos respetuosos con el medio ambiente. Esto implica que lúpulos, maltas o cualquier otro ingrediente vegetal de su receta se ha obtenido sin utilizar fertilizantes químicos y están libres de fungicidas, insecticidas o herbicidas. En el caso de las levaduras sucede lo mismo: no pueden ser de carácter industrial, únicamente natural.

Además de este aspecto, para obtener el certificado de ecológicas también es imprescindible que las materias primas no procedan de cultivos alterados genéticamente.

2. Clarificación natural, otro detalle importante

Otra de las principales diferencias con la denominada cerveza comercial, y que define en gran medida qué es la cerveza ecológica. La clarificación es un proceso necesario en este tipo de bebida, que se realiza entre la primera fermentación y el embotellado. Persigue, fundamentalmente, limpiar de impurezas la cerveza; y, a pesar de las similitudes, no es lo mismo que el proceso de filtrado. En la clarificación entran en juego elementos ajenos a la receta que facilitan el depósito de todas las sustancias en suspensión de la bebida.

En el caso de la cerveza ecológica, deben ser forzosamente de origen natural ya sean vegetales o animales.

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3. Compromiso con una agricultura sostenible, el intangible de la cerveza ecológica

Como sucede con el aceite ecológico, la producción de las materias primas que se utilizan para elaborar la cerveza ecológica cuentan con un manual de buenas prácticas en lo que respecta a la agricultura. No solo se cultiva el campo evitando alterar su equilibrio natural con el uso de productos sintéticos. También se persigue que todos los procesos implicados en el cultivo de sus ingredientes sean respetuosos con el entorno y recuperen, incluso, las técnicas más tradicionales de trabajar el campo.

4. Envases susceptibles de reciclar o reciclados, lo último a tener en cuenta

El último aspecto que cerraría el círculo de la sostenibilidad de la cerveza ecológica. En línea con la filosofía que se esconde en esta forma de entender la bebida y si bien no es una exigencia de las distintas certificaciones de la Unión Europea, la cerveza ecológica siempre cuenta con un envase sostenible. Ya sea porque el vidrio de cada botella procede del reciclaje o porque es susceptible de ser reciclado: sea cual sea el escenario, el impacto de este material es infinitamente menor que si se tratara de plástico o, incluso, aluminio como el que se utiliza para las latas.

Ahora que ya sabes lo que es la cerveza ecológica, recuerda todo esto cuando sostengas una entre las manos. No solo estarás disfrutando de una bebida que, con moderación, es sana. También estarás contribuyendo a minimizar tu huella en nuestro planeta.