
Son el secreto a voces de cualquier amante de la jardinería. Apostar por bulbos para plantar en primavera es una maravillosa manera de disfrutar de flores durante los meses de verano en el jardín, la terraza o el balcón. Unos que tendremos que plantar durante la primavera y que, en apenas un par de meses, estarán llenando con su colorido el espacio en el que los hayamos plantado.
Poner alegría al exterior no es su única virtud. Otra de las increíbles ventajas de los bulbos para plantar en primavera es que, al igual que los de otoño, no demandan grandes cuidados para salir adelante y florecer. Pero no nos confiemos. A pesar de la facilidad de su cultivo, sí resulta fundamental saber cómo plantar bulbos con éxito. Un punto de partida fundamental para garantizar que crezcan como deben y, sobre todo, que lo hagan con la suficiente salud como para florecer generosamente.

Por todo ello, veamos qué bulbos plantar en primavera sabiendo, además, que plantar bulbos en el jardín, la terraza o el balcón es sinónimo de una tarea sencilla y de un mantenimiento apto incluso para quienes se inician en cuidar plantas.
- MOTIVOS PARA PLANTAR BULBOS DE PRIMAVERA
- 1. Son sumamente ornamentales, una de las razones más habituales para plantar bulbos de primavera
- 2. Florecen año tras año
- 3. El número de variedades nos abre un abanico completo de posibilidades
- 4. Se reproducen solos, facilitándonos decorar con ellos
- 7 PROPUESTAS DE BULBOS PARA PLANTAR EN PRIMAVERA
- 1. Lilium, uno de los bulbos que florecen en verano más llamativos
- 2. Agapanthus, uno de los bulbos para plantar en primavera no apto para impacientes
- 3. Alstroemeria, el precioso «lirio de los Incas»
- 4. Dalia, la estrella de los bulbos parta plantar en primavera
- 5. Hemerocalis
- 6. Peonía, el precioso objeto de deseo de cualquier amante de las plantas
- 7. Crocosmia, el último de los bulbos que florecen en verano
MOTIVOS PARA PLANTAR BULBOS DE PRIMAVERA
Antes de ver cuáles son los bulbos para plantar en primavera conviene saber un par de cosas más que acabarán por convencernos de tenerlos. Y es que, al margen de la sencillez de cultivo, hay otras ventajas para diseñar nuestro exterior que ofrecen los bulbos en general y los de verano en particular.
1. Son sumamente ornamentales, una de las razones más habituales para plantar bulbos de primavera
Es innegable que su belleza las convierte en las perfectas plantas decorativas para cualquier espacio de exterior. Añadido, la posibilidad de jugar con sus variedades y épocas de floración facilita todavía más jugar con el paisajismo combinando distintas alturas, colores o texturas. También la forma en que los plantemos, en individual o creando macizos de flor, da muchísimo juego a nivel ornamental.

2. Florecen año tras año
Uno de los principales motivos para plantar bulbos de primavera o de cualquier otra época del año. Salvo aquellos que conviene desenterrar si vivimos en un clima con inviernos muy fríos, como sucede con la Dalia o el Gladiolo, una de las virtudes de los bulbos que florecen en verano es que solo demandarán riego con la llegada de la primavera para rebrotar.
Eso sí: en bulbos que llevan tiempo plantados y para promover esa floración, no está de más aplicar un abono granulado de lenta liberación para ayudar a nuestros bulbos a tener nutrientes.
3. El número de variedades nos abre un abanico completo de posibilidades
Aunque para muchos los bulbos se reducen a unos pocos, lo cierto es que el número de especies de plantas de bulbos es elevadísimo y, por ende, el de tipos de floraciones es amplísimo. Algo perfecto para decidir, según nuestros gustos o el diseño de nuestro espacio, cuáles son los más adecuados para dar forma a nuestro exterior.
4. Se reproducen solos, facilitándonos decorar con ellos
Otro de los aspectos que hacen sumamente atractivos los bulbos es que se reproducen solos, ofreciéndolos la oportunidad de propagarlos de forma sencilla. En algunos casos crean hijos que, con el tiempo, se desprenden de la planta madre dando lugar a nuevas plantas que brotan y florecen. En otros casos la reproducción se da mediante cornos que crecen sobre los más viejos o por rizomas, que podremos separar para tener nuevas plantas.
7 PROPUESTAS DE BULBOS PARA PLANTAR EN PRIMAVERA
Ahora que ya nos ha picado el gusanillo, es momento de ver bulbos para plantar en primavera. Y es que, en nuestro calendario de siembra de bulbos, tenemos algunos ciertamente maravillosos que se plantan en esta estación y se disfrutan en apenas unas semanas.
1. Lilium, uno de los bulbos que florecen en verano más llamativos

Es uno de los tipos de bulbos de primavera con más adeptos por su espectacularidad. El carácter delicado y elegante de su flor hace de ella una habitual en los ramos de flores. Siempre con seis pétalos y un agradable perfume, el signo más característico del Lilium son las manchas de colores variados que contrastan con los tonos de sus pétalos que suelen ser más apagados, si bien el abanico de sus tonos oscila del blanco al rojo.
De sencillo cuidado, sus bulbos sobreviven bajo tierra incluso al frío del invierno. Es necesario entutorarlo para evitar que se parta y vigilar su riego, ya que debe ser constante pero siempre en pequeñas cantidades ya que no tolera los encharcamientos.
2. Agapanthus, uno de los bulbos para plantar en primavera no apto para impacientes

De origen africano, el Agaphantus o Flor del Amor es otro de los bulbos que florecen en verano que hace las delicias de cualquier amante de la naturaleza. Eso sí: conviene saber que son de crecimiento lento y que pueden tardar, incluso, dos años en florecer. Un tiempo de espera que compensa, a partir de ese momento, con una floración regular y de carácter anual.
Aunque es poco exigente, hay algunos cuidados que debemos conocer. Es una planta muy resistente que necesita el sol para poder florar con la espectacularidad propia de la planta, aunque también es amiga de la semisombra. Sus hojas se mantienen incluso durante el invierno, aunque a partir de -8º grados comienza a perderlas. Además de necesitar un suelo fértil y bien drenado, el riego es importante durante la época de floración. Sin embargo y con la llegada de los meses de frío, tendremos que detenerlo para que sea nulo.
3. Alstroemeria, el precioso «lirio de los Incas»

Oriunda de Perú y Chile, es una planta muy apreciada por los variados tonos de sus pétalos no son muy variados y en los dibujos en colores vivos que los pintan. Es una planta duradera incluso cortada, con la que es necesario tener una precaución: es tóxica si se ingiere. A pesar de su procedencia, es uno de los bulbos que florecen en verano que tendrá que ser protegido durante el frío del invierno. Para ello, bastará con una manta de jardín para proteger el lugar en el que se encuentre plantado el bulbo.
Puede llegar a medir hasta 80 centímetros de altura siempre que la cultivemos a pleno sol o en media sombra. Exige suelos bien drenados y profundos así como riego frecuente, sobre todo en verano, para poder florecer y multiplicarse correctamente.
4. Dalia, la estrella de los bulbos parta plantar en primavera

Es una de las damas por excelencia del jardín. De gran belleza ornamental en cualquiera de las casi 2.000 variedades que existen, la dalia crece formando arbustos que desaparecen por completo en los meses de frío. Considerada la flor nacional de México, su espectacularidad radica en que sus flores están formadas por numerosos pétalos abigarrados. Amantes del riego generoso, también son exigentes con el suelo: siempre ha de estar bien drenado para evitar que el bulbo se pueda llegar a pudrir. Ofrecerle mucha luz sin sol directo y un espacio de plantación libre de corrientes de aire es clave para que florezcan correctamente.
También será necesario entutorarlas desde su nacimiento para ayudarlas a crecer verticalmente y evitar que sus tallos se puedan romper. Por último, es importante quitarle las hojas que se vayan secando para ayudarla a crecer con más fuerza.
5. Hemerocalis

También llamado Lirio de San Juan y Lirio de la mañana, destaca porque sus flores de llamativos colores sobresalen entre el verde intenso de sus hojas que, según el frío del invierno del lugar en el que esté plantada, pueden mantenerse durante todo el año. Según la variedad, florecen en las primeras semanas del verano o en otoño e, incluso y según la variedad, pueden hacerlo incluso dos veces. Su floración, en forma de trompeta, es literalmente una flor de un día. La parte positiva: que, en verano se regeneran rápidamente, por lo que estarán constantemente en floración.
Amantes de la semisombra es importante plantarlas con mucha profundidad en un suelo que cuente con un buen drenaje y evitarles cualquier ataque de caracoles o babosas. Son muy resistentes al frío y, a pesar de que les gusta el suelo húmedo, no deberemos regarlas de manera constante sino que bastará con hacerlo cada dos o tres días. Si queremos prolongar su floración, el truco es ir quitando las flores marchitadas y ayudar a la planta con abono mineral.
6. Peonía, el precioso objeto de deseo de cualquier amante de las plantas
Es una de las flores más valoradas desde la mismísima Antigüedad. Las Peonías son uno de los bulbos de flor más habituales en los jardines de nuestro país quizás por su enorme belleza o, quizás también, porque son plantas que a pesar de la dureza del invierno sobreviven son una elección perfecta para tener en el jardín o en maceta. Pero no nos engañemos: para disfrutar de ella, es fundamental conocer en detalle los cuidados de la peonía. Y es que, si bien no son complejos, sí son sumamente específicos y nos evitarán preguntarnos por qué las Peonías no florecen.
Amantes de la semisombra y del sol de primeras horas de la mañana, la Peonía tan solo requiere un suelo rico en turba para crecer y florecer. Por sus características, es una planta que necesita de un suelo húmedo pero siempre con un buen drenaje. Para los meses de invierno, esos en los que los bulbos permanecerán enterrados bajo la superficie, es recomendable acolchar el suelo para protegerlos del frío. Y fundamental y hasta casi más importante que todo esto: saber cómo plantar Peonías correctamente es clave y nos evitará, sobre todo, muchas frustraciones con esta planta tan maravillosa como caprichosa.
7. Crocosmia, el último de los bulbos que florecen en verano
Es no de los bulbos de flor menos habituales para el público común pero uno de los preferidos de los amantes de la jardinería. Ideal para borduras, macizos y rocalla; la disposición de sus flores, que nacen de una vara floral, es perfecta para espacios que busquen crear volúmenes.
Procedente de Sudáfrica, la Crocosmia es poco exigente con el suelo aunque sí precisa de un buen drenaje. Con los cuidados pertinentes, pueden llegar a alcanzar un metro de altura en época de floración. Admite una exposición a plena luz o semisombra y, en caso de que no desenterremos los bulbos, es recomendable plantarlos al pie de una pared para que estén más resguardadas durante las heladas del invierno.
¿Cuál de estos bulbos para plantar en primavera tienes ya en tu casa? ¡Combínalos para disfrutar de un exterior que sea un auténtico oasis con la llegada del verano!


