La higiene del roedor es, en muchas ocasiones, una de las grandes olvidadas por parte de sus dueños. Una tarea que, lejos de ser únicamente de carácter estético, es básica en el bienestar de un roedor ya que permite evitar enfermedades tanto para el animal como para el resto de integrantes del hogar.
Aunque es cierto que en líneas generales los roedores son propensos a lavarse a sí mismos, hay ciertas tareas que no pueden cumplir sin la asistencia de sus dueños o, incluso, que se pueden hacer con mayor seguridad con nuestra ayuda.
Así descubramos algunos consejos para velar por la higiene del roedor como parte de su salud de la misma manera que cuidamos su alimentación.
PELO, UÑAS Y DIENTES: FUNDAMENTALES EN LA HIGIENE DEL ROEDOR
Aunque cada especie tiene sus particularidades, prácticamente todos los roedores comparten un trío fundamental de cuidados sobre los que debemos prestar especial atención.
Para empezar y antes de entrar en detalle, uno de los puntos fundamentales de la higiene del roedor y que es únicamente responsabilidad nuestra es su jaula. Un espacio que debe ser rigurosamente limpiado semanalmente (con agua y jabón) y cada vez que el lecho lo demande (importante saber elegir el tipo de lecho ideal para roedores).
Además de este mantenimiento semanal, tendremos que realizar una desinfección completa de la jaula una vez al mes para evitar tanto parásitos como malos olores. Por último, lo recomendable es que tanto accesorios como comederos y bebederos pasen por nuestra revisión higiénica a diario.
Y con la jaula en perfecto estado, veamos los tres aspectos de la higiene de un roedor que hemos de vigilar:
1. Cuidados del pelo del roedor: cepillado y baño
Un aspecto importantísimo en el día a día pero, sobre todo, en la época de muda (en la que tendremos que ayudarles a eliminar el pelo muerto) es el cepillado. Además, este ayudará a mejorar su circulación pero tenemos que ser conscientes de que hay determinadas zonas (como la barriga) que son especialmente sensibles, por lo que tendremos que ser cuidadosos al cepillar. Según la especie de roedor, tendremos que elegir un peine de púas o un cepillo. Para saber cuál es el ideal, nada como preguntar a nuestros compañeros de Mascotas.
Además del cepillado, otro de los cuidados del pelo del roedor es el baño. Aunque ellos mismos se bañan, es cierto que entre dos y tres veces al año será necesario bañarles con un champú específico según su especie (fundamental para no dañar el pH de su piel). Para el baño, lo ideal es usar agua templada y evitar en todo momento mojarles la cabeza además de convertir el momento en un rato placentero exento de estrés.
Incluso más importante que el baño, tendremos que prestar mucha atención al secado (ya que la humedad puede generarle un problema de salud, razón de peso para que elijamos días cálidos para bañarlo y que reservemos uno de los pocos baños anuales para la época estival).
2. El control de las uñas del roedor
Aunque ellos mismos son dados a arreglar sus uñas (rascando en sus distintos juguetes), lo cierto es que nunca está de más que les ayudemos con un corte cada cierto tiempo.
Para ello, además de una tijera específica, será necesario saber cómo llevarlo a cabo, algo que conlleva tanto destreza como conocimiento de cada especie de roedor. Si tenemos alguna duda, es recomendable pedir consejo a un especialista antes de cortárselas.
3. Vigilar los dientes de los roedores
Es una de sus señas de identidad y, de hecho, da incluso nombre a esta familia de animales. Mordisquear forma parte del comportamiento de los roedores y no solo por una cuestión de instinto sino, sobre todo, porque es el medio para cuidar sus dientes. Es una parte de sus cuerpos que es fundamental vigilar, ya que una dolencia bucal puede acarrearles serios problemas de salud.
Por ese motivo y dado que los roedores son especies nerviosas a las que no podemos someter con facilidad a un cepillado de dientes, lo ideal es facilitarles juguetes y palillos de higiene dental específicos para que combinen tanto el juego como la higiene. Una forma perfecta de cuidar la higiene del roedor sin que eso suponga un nervio añadido.
Estos son nuestros consejos para cuidar la higiene del roedor: ponlos en práctica y te lo agradecerán.
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