Con la llegada del frío, una de las principales nostalgias es pensar que tendremos que aparcar la vida del jardín o la terraza. Algo que no tiene por qué suceder si nos planteamos incluir en él estufas de leña para exterior. Una manera maravillosa de poder robarle tiempo al calendario pero, también, de aprovechar en el futuro las noches de primavera que todavía son frescas. Y es que es un hecho que el jardín nos regala momentos de paz y disfrute. Unos a los que no tenemos que renunciar si buscamos la alianza más primitiva que existe. La de disfrutar del calor del fuego.
No solo eso. Al igual que sucede con las domésticas, las estufas de leña para exterior se valen de ese componente hipnótico de las llamas. Algo fantástico para cambiarle el sabor a un día, o para desconectar del mundo después de una jornada intensa. Porque esa es otra de las virtudes del fuego. Además de dar calor, es capaz de cambiarnos el humor. De bajarnos las revoluciones y hacernos disfrutar, únicamente, del ambiente que solo él es capaz de crear. De crear hogar incluso teniendo al mercurio del termómetro en contra.
Y no nos equivoquemos. Solemos creer que solo en primavera o verano nuestra terraza o jardín es digno de pararse a mirarlo. De deleitarse entre las flores que están a punto de brotar o sus colores. Los meses de frío tampoco tenemos razón para desistir de este placer. Basta con tener claro cómo tener flores en el jardín todo el año para hacer que, con frío o con calor, sea nuestro refugio personal.
RAZONES PARA TENER ESTUFAS DE LEÑA PARA EXTERIOR
Antes de que puedas pensar que tener estufas de leña para exterior no se aprovecha, queremos demostrarte que sí. Porque, de la misma manera que incluso en invierno disfrutamos del aire libre aunque sea un ratito, también podemos hacerlo en nuestro propio espacio. Y qué mejor que convertir ese momento en uno agradable al amparo del calor. Algo que podemos conseguir con otras fuentes de calor, como las biochimeneas o las estufas de gas, pero que solo con la presencia del fuego tendrá ese sabor tan especial.
Para descreídos de por qué tener estufas de leña para exterior, van estas cinco razones. Cinco motivos que, quizás, te hagan pensar en este elemento decorativo de otra manera. Y que, quizás también, te abran la puerta a vivir tu jardín independientemente del mes del año que sea.
1. Las estufas de leña para exterior crean un ambiente único
Retomamos el tema del fuego, ¡ay el fuego! Uno de esos cuatro elementos de la naturaleza que, de manera inconsciente, nos permiten estar más ligados a ella. Jugar la baza de tener estufas de leña en el jardín nos permitirá precisamente eso. Disfrutar de esa atmósfera única que genera. Un carácter singular que solo conseguiremos con el baile de las llamas, y el sonido de la madera quemándose.
Añadido y si somos amantes de la decoración, contar con una de estas estufas de leña para exterior será un plus para el look de nuestro espacio. Una manera de diferenciarlo de cualquier otro que pueda parecerse mínimamente.
2. Son el centro de las reuniones
No es solo cuestión de calor. La fascinación innata que el ser humano siente por el fuego hace que se convierta en protagonista. Que reúna e invite a compartir tiempo a su alrededor. Una manera de crear un clima distendido para alargar las horas del día o de la noche. Y, sobre todo, de compartir tiempo ya sea en soledad, con amigos o en familia.
3. No demandan un alto mantenimiento
Es más: podemos olvidarnos, casi literalmente, de este aspecto cuando hablamos de estufas de leña para exterior. Por sus características, suelen estar equipadas con un cajón recoge cenizas. Un accesorio que tan solo tendremos que vaciar cada cierto tiempo o, si queremos ser más rigurosos, antes de cada encendido. Tan solo, si la tenemos ubicada en un lugar en que pueda mojarse o sufrir alguna helada, tendremos que pasar revista a su pintura una vez al año.
Y no: tampoco tenemos que preocuparnos por la leña. Tener estufas de leña para exterior no significa convertirse de pronto en leñador, y tener que acumular sacos de leña. Es más: para quienes quieran disfrutarla con el menor esfuerzo, hay un aliado único. Nos referimos al leño calorífico. Un recurso infalible, compuesto por madera bañada en parafina, para aquellos que no quieran estar pendientes de alimentar la estufa.
4. Tener estufas de leña para exterior no exige hacer una obra
A menudo, cuando pensamos en fuego pensamos en una chimenea de obra. Algo con lo que todos los amantes de la decoración de exterior sueñan, y que supone una obra de cierta envergadura. Para quienes sufran esto, las estufas de leña para exterior son ideales. No solo porque su diseño moderno y sobrio las convierten en ideales en cualquier ambiente. También porque facilitan enormemente disfrutar del fuego sin necesidad de un gran desembolso económico, o de poner nuestro exterior patas arriba para hacer una obra.
Y es que, otras de sus ventajas, las estufas de leña para exterior no demandan instalación. Basta con colocarla, encender y disfrutar. ¡Más fácil imposible!
5. Dan calor de hogar
Porque no podemos perder esto de vista. Está claro que que sean bonitas, creen ambiente o no nos den mucho trabajo es fantástico. Pero está claro que su principal cometido es ayudarnos a paliar los grados de menos. Y, aunque podamos creer que en un jardín o terraza el calor se perderá, no es así. No hay más que acercarse a una de ellas para comprobar que, incluso en exterior, ese calor tan único del fuego nos reconfortará.
Un calor tan único como lo es ese juego de física y química que arde e impregna todo un espacio con su carácter. Un motivo de peso para plantearnos muy seriamente tener estufas de leña para exterior en el nuestro.