La técnica kokedama se ha popularizado en los últimos años a pesar de ser, en esencia, uno de los métodos japoneses más tradicionales de cultivo que existen. Se trata de una tipología de plantación que tiene ciertas similitudes con los bonsáis; ya que en ambos casos se juega con pequeñas cantidades de tierra para hacen que una determinada planta o árbol crezca.
El hecho de que hayan despertado tanto interés no es casual. Su increíble belleza, que simula a las plantas en suspensión que viven en la naturaleza, se ha ganado un buen número de amantes. Lo cual es lógico dado que, estéticamente, las kokedamas quedan perfectas en cualquier contexto decorativo.
Y si este tipo de cultivo japonés tiene adeptos, ¡en nuestros centros tienen más! Nuestra compañera Eva Busto es una auténtica enamorada de ellos, y por ese motivo hoy quiere explicarte cómo hacer kokedamas para que tú también puedas tenerlos en tu casa.
Se trata de una manualidad sencilla que, a pesar de las apariencias, también presenta un mantenimiento fácil. Estas matas tan solo necesitan una buena cantidad de luminosidad, mantener la humedad mediante el riego (para lo cual introduciremos la bola en un cuenco con agua hasta que deje de soltar burbujas de aire) y abono líquido, que aplicaremos junto al agua cada cierto tiempo.
HACER KOKEDAMAS, PASO A PASO
Antes de entrar en materia y conocer cuáles son los pasos para hacer kokedamas, es importante que reparemos en un aspecto fundamental: la elección de la planta. Para empezar, tendrá que ser de pequeño tamaño. De esta manera, la composición mantendrá la verticalidad sin peligro de volcarse.
Por otro lado, lo ideal es que optemos por plantas de interior que requieran un buen grado de humedad. Hay que tener en cuenta que el musgo retiene el agua del riego, por lo que la planta con que decidamos hacerlo tendrá que vivir bien en ese ambiente.
Elementos
– Una bolsa de sustrato de turba rubia y akadama (también se puede comprar en una sola bolsa mezclada)
– Planta de pequeño tamaño.
– Cuerda.
– Musgo natural.
– Un plástico.
Elaboración:
Empezamos colocando la mezcla de turba rubia y akadama en un cuenco. Después la humedecemos hasta crear una pasta bien empapada y amasaremos hasta que la masa quede lo más homogénea posible: dejaremos de añadir agua a la mezcla cuando el sustrato quede compactado, es decir, cuando no se desmenuce en partes.
Ahora sacamos la planta de la maceta y mezclamos una parte de su sustrato con la masa que tenemos.
Sobre un plástico, colocaremos nuestra mezcla y crearemos una base a modo de un tiesto redondeado. Cuando lo hayamos logrado, introduciremos en su interior la maceta y, con ella dentro, apretamos ligeramente la estructura de sustrato para que quede bien sellada a la planta.
Una vez hayamos terminado de aplicar esta amalgama debemos cerrar el plástico sobre el que hemos trabajado como si estuviéramos envolviendo un caramelo. Este gesto nos ayudará a terminar de redondear la forma de las kokedamas pero, sobre todo, prensará la masa sobre la planta.
A continuación debemos desplegar el musgo sobre la superficie de trabajo y lo humedeceremos con el uso de un pulverizador. Antes de hacerlo, recuerda eliminar cualquier ramita u hojas que pueda haber presente en él.
La zona verde del musgo deberá ir sobre la mesa de trabajo y sobre ella colocaremos encima la bola de sustrato. Seguidamente, iremos forrando la superficie redondeada que alberga la planta con el musgo. El sobrante de la parte superior podremos recortarlo.
Llegados a este punto, solo queda el último paso: jugar a encordar nuestra planta. Y aquí es cuestión de gustos, ya que hay quien prefiere utilizar mucha cuerda y otros solo utilizar la cantidad necesaria que sujete la planta. La única precaución que tenemos que contemplar es no perder de vista el cabo del cordel para que, una vez terminemos las kokedamas, podamos atar el final con el principio.
Y, tras estos pasos, tan solo queda una cosa por hacer: elegir dónde colocarlas para que se conviertan en el objetivo de las miradas que quienes nos visitan.
Y tú, ¿te animas a hacer tus propios kokedamas? ¡Atrévete a tener este toque natural y diferente en la decoración de tu casa!








