Desodorante sólido: motivos para utilizarlo

Desodorante sólido: por qué utilizarlo

El desodorante sólido se ha convertido en mucho más que tendencia en los últimos años. Un producto que hemos incorporado a nuestra higiene diaria, en sustitución de los clásicos anti transpirables comerciales, por una buena razón que va más allá de la comodidad de su aplicación. Optar por un desodorante de cosmética natural puede tener importantes repercusiones en nuestro bienestar físico pero, también, puede ser un gesto de sostenibilidad para cuidar, también, del medioambiente.

Aunque pensemos que el desodorante sólido es, únicamente, una forma de cuidar nuestro aseo; conviene saber que es mucho más. Optar por este tipo de producto es, además, una forma de eliminar una fuente de tóxicos perjudiciales en una de las zonas más delicadas de nuestra anatomía. Porque, aunque pensemos que se trata únicamente de las axilas, no podemos obviar que en ellas radican un buen número de ganglios de nuestro organismo: unas glándulas con un peso específico en nuestra salud que, además, repercuten en todo el sistema linfático y, por tanto, en nuestra salud en general.

Así que si has decidido ahondar en qué es la cosmética natural y por qué valerte de ella para cuidarte más, conviene que conozcas importantes motivos para elegir un desodorante sólido como parte de tu ritual. Tu cuerpo lo agradecerá y, de paso, minimizarás tu huella sobre nuestro Planeta.

POR QUÉ USAR UN DESODORANTE SÓLIDO NATURAL

Antes de más, es importante hacer una puntualización. El desodorante sólido natural tiene una diferencia importante con respecto a los desodorantes químicos. Su principal función no es enmascarar nuestro olor corporal: su objetivo, en realidad, es conseguir eliminar las bacterias presentes en nuestro cuerpo que causan ese mal olor. No lo hace, como algunos de los químicos, cerrando los poros de nuestro cuerpo para impedir la secreción del sudor: algo sumamente perjudicial para nuestro organismo, que pierde una de las vías naturales para eliminar toxinas.

En realidad, lo consigue empleando ingredientes de origen natural y con capacidad de mantener a raya a las bacterias. Una razón por la que es muy común el uso de cítricos, coco y mango en su composición.

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Para que un desodorante sólido tenga las ventajas que vamos a enumerar a continuación es fundamental que sea natural. Solo si está elaborado con ingredientes de origen vegetal o mineral cumplirá la función de no suponer un elemento nocivo más para nuestro cuerpo.

Veamos cuáles son las ventajas de apostar por un desodorante sólido en nuestra higiene.

1. Un desodorante sólido natural es ecológico

No nos referimos, únicamente, a que su composición sea con componentes naturales. Todo lo que implica un desodorante sólido natural, incluyendo su envoltorio, busca ser lo más respetuoso posible con el entorno. Una razón por la que es habitual encontrarlos en cajitas de metal, que pueden ser reutilizadas con vistas a evitar los envases de un solo uso; o en cajas de carácter biodegradable o compostable.

2. Está exento de cualquier químico

Basta con ver su composición para saber que tenemos entre manos un producto completamente natural. Aceites, arcillas y mantecas son habituales en su composición. Y, aunque podamos encontrar referencias al óxido de zinc o un máximo de un 3% de bicarbonato de sodio, que no cunda el pánico: sin adulterar ni tratar, son componentes no perjudiciales.

Lo que no encontraremos nunca en su composición son referencias a aluminios, parabenos o alcoholes: principales ingredientes de los desodorantes químicos.

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3. No tiene aromas fuertes, sinónimo de natural

En un desodorante sólido natural no hay aromas sintéticos: el que pueda tener responde, únicamente, a su composición. Por ello no tendrá un perfume penetrante, ni se espera que lo tenga: recordemos que no busca enmascarar olores sino mantener a raya a las bacterias.

4. Un desodorante sólido cunde más que uno químico

Para que cumpla su función, necesitamos aplicar una pequeña cantidad de producto. Por eso suele tener mayor rendimiento que un desodorante químico.

5. Es apto para pieles sensibles

No solo es apto: es que es lo ideal. No hay químico alguno que pueda generar una irritación o intolerancia. Es más: gracias a la presencia de aceites, el desodorante sólido puede ayudar a calmar el malestar en la piel.

Y aunque puedan parecerte pocas cinco razones para usar un desodorante sólido, todas se resumen en una: evitar que la piel, el mayor órgano que existe y el que nos protege de todo, esté en contacto con sustancias y metales que nuestro organismo no puede eliminar.

¿Es o no importante?