La llegada de la primavera es un hecho inminente y, con ella, es momento de sacar de su letargo a nuestros muebles de jardín de madera. Unos que habremos guardado con fundas y resguardados del frío o la humedad durante los meses de frío; y que ahora vuelven a cobrar todo el protagonismo. Y es que nuestro mobiliario será el epicentro de los meses de buen tiempo. Un espacio en el que cualquier momento del día sabe de otra manera, pero que tenemos que cuidar para que esté a punto.
Más allá del tipo de mobiliario que tengamos, si tenemos muebles de jardín de madera lo idóneo es aprovechar este tiempo previo a la llegada del sol en condiciones para hacerles el mantenimiento anual. Por tratarse de un material vivo, la madera es uno de los que más se resienten durante el invierno; pero, también, de los más delicados cuando la temperatura aumenta. Para darle resistencia y hacer que aguanten en perfecto estado los meses de verano, lo ideal es que les dediquemos tiempo antes de que el sol comience a subir los grados del termómetro.
Gracias a esta tarea, nuestros muebles de jardín de madera no solo no sufrirán sino que, además, podremos alargar su vida ayudándoles a estar como el primer día.
IDENTIFICA LAS NECESIDADES DE TUS MUEBLES DE JARDÍN DE MADERA
Dado que el mundo de los muebles de jardín de madera es muy amplio y que cada tipo se comporta de una manera según la situación ambiental a la que esté sometido, es importante conocer los distintos escenarios en los que podemos encontrarnos.
Por su increíble resistencia al sol y al agua, es muy habitual que los muebles de jardín de madera estén realizados con maderas tropicales como la teca. Sin embargo, en muchas otras ocasiones ese aspecto es únicamente el acabado: es habitual que maderas de eucalipto o acacia, también increíblemente resistentes, se presenten barnizadas con el mismo color que la teca.
Curiosamente, el hecho de que nuestros muebles de jardín de madera estén realizados ya sea en una madera autóctona o en una tropical no cambia sustancialmente su mantenimiento pero sí su longevidad. Uno de los motivos de la resistencia de la teca es que esta madera cuenta con sus propios aceites naturales. Unos de los que carecen las otras maderas que hemos comentado, y que tendremos que administrarles en barniz para prolongar su vida y mantener su belleza.
Veamos paso a paso cuáles son las labores de mantenimiento de los muebles de jardín de madera y cuáles sus particularidades.
1. Limpieza de los muebles de jardín de madera
El primer paso que tenemos que llevar a cabo con nuestros muebles de jardín de madera es realizar una limpieza concienzuda. Para ello lo ideal es que nos valgamos de agua tibia y un jabón neutro, olvidando por completo el gesto de utilizar detergentes ya que pueden resultar demasiado ácidos para la madera. Si nuestros muebles están muy sucios, tendremos que utilizar un cepillo de terraza de cerdas suaves para eliminar cualquier rastro de suciedad o polvo de su superficie. Si es únicamente polvo, podemos resolverlo impregnando una bayeta en esa misma solución jabonosa templada.
En ocasiones, podemos encontrarnos con que nuestros muebles de jardín de madera presentan un aspecto agrisado. Un efecto colateral de haber sufrido las inclemencias del tiempo invernal sin la protección de mobiliario adecuada o, incluso, por haber estado expuestos el verano anterior a sol sin haber estado tratados. De ser este nuestro caso, tendremos que realizar esa misma limpieza de la que acabamos de hablar con un paño húmedo, y a continuación aplicar con una brocha un producto específico para maderas agrisadas.
Antes de continuar, nada de prisas: es imprescindible que dejemos que nuestros muebles de jardín de madera sequen por completo antes de aplicarles cualquier otro producto. Una labor que puede llevar mínimo seis horas, por lo que lo recomendable es que comencemos estas labores de mantenimiento por la mañana con vistas a tener todo el día por delante para que sequen antes de que anochezca. La transición hacia la primavera suele ser traicionera todavía en lo que respecta a las temperaturas nocturnas, y no es recomendable exponer nuestros muebles húmedos a frío.
2. Eliminar moho y líquenes
Si no hemos almacenado correctamente nuestros muebles de jardín de madera durante el invierno, podemos encontrarnos con que cuentan con nuevos habitantes. Hablamos del moho y líquenes que, gracias a la humedad, pueden prosperar en nuestros muebles. Si con el cepillado de limpieza no hemos conseguido erradicarlos, lo ideal es que realicemos un lijado delicado de la superficie del mueble hasta que desaparezcan.
Es importante erradicarlos ya que, de no hacerlo, tan pronto como vuelva a haber humedad volverá a aflorar en nuestros muebles.
3. Proteger los muebles de jardín de madera con un producto específico
Con los muebles de jardín de madera limpios y secos, es momento de aplicarles el tratamiento más adecuado. El que nos garantizará que la madera se encuentre nutrida y, sobre todo, protegida para cuando los muchos grados del verano incidan sobre ella. Sin embargo, no es únicamente un tratamiento de verano: cuando termine la temporada, lo ideal es que volvamos a repetir este mantenimiento para que puedan afrontar el invierno. Incluso si utilizamos fundas protectoras de muebles de jardín.
Empecemos por los muebles de teca , que demandan un aceite específico. Gracias a este tipo de tratamientos, estaremos nutriendo nuestros muebles y permitiéndole a la madera estar segura ante agua, sol o frío. Lo ideal es que apliquemos el aceite con una brocha, siendo generosos con el producto y siempre en el sentido de la veta de la madera. Una vez esté seca esta primera capa, aproximadamente entre cuatro y seis horas después de su aplicación, daremos una segunda capa. Si disponemos de poco tiempo y no podemos hacer este mantenimiento al comienzo y final de la temporada, lo ideal es que optemos por un aceite de teca de larga duración.
Un error habitual es utilizar el mismo aceite que tenemos para los muebles del jardín de madera en suelos del mismo material. Y no: dado que es una zona de mayor exposición, tendremos que optar por un aceite de teca para suelos que les aporte una mayor nutrición y protección.
Para el resto de muebles de jardín de madera, lo ideal es optar por un barniz de acabado decorativo. Este tipo de productos no solo nutren la madera, sino que fundamentalmente la protegen de cualquier agresión exterior. Y, además, tienen una diferencia importante con respecto a los muebles de teca: podemos encontrar barnices con mucha más duración que nos facilitarán la tarea de conservar nuestros muebles de jardín.