Cocinar sin gluten no es, como podría parecer, únicamente cuestión de tendencia. Cada vez son más las personas que presentan esta intolerancia alimentaria y, como tal, conocerla a fondo es clave para cuidar de su salud. Durante décadas, la celiaquía ha encontrado serias restricciones a la hora de poder alimentarse de forma variada. Algo que, en los últimos años, ha evolucionado hasta ofrecer a quienes tienen que eliminar el gluten de su dieta múltiples opciones para comer de forma diversa y, sobre todo, apetitosa.
Lejos de lo que podríamos pensar, cocinar sin gluten no implica únicamente eliminar de nuestras recetas las harinas de aquellos cereales que lo contienen. Habitualmente, esta forma de alimentación va de la mano de otras prácticas adoptadas por las personas celiacas quienes suelen adoptar las bases de la alimentación ecológica para cuidar de su salud. Algo que implica, incluso, huir de alimentos procesados para evitar que la presencia de trazas en su composición puedan contaminar el alimento con la repercusión que eso puede conllevar.
Podría parecer complicado pero lo cierto es que cocinar sin gluten no es tan complicado. Basta, en realidad, con saber cuáles son las premisas fundamentales para hacerlo de forma correcta.
- CONSEJOS PARA COCINAR SIN GLUTEN
- 1. Evitar la contaminación cruzada, el punto de partida para cocinar para celiacos
- 2. Utilizar harinas alternativas, fundamental
- 3. Leer a fondo la información nutricional de cada producto
- 4. Apostar por alimentos naturales carentes de gluten
- 5. Eliminar la cerveza y pasarnos al vino
CONSEJOS PARA COCINAR SIN GLUTEN
Antes de más, entendamos un aspecto crucial. La mínima presencia de gluten en el organismo de una persona que sufre el síndrome del intestino irritable o tanto intolerancia como sensibilidad al gluten puede comprometer seriamente su salud. La ingesta de la proteína del gluten es percibida por un organismo intolerante como un agente a neutralizar. Por eso, su presencia desencadena la generación de anticuerpos con los que nuestro cuerpo tratará de eliminarlo provocando un cuadro de complicaciones gastrointestinales de importancia. Y no tanto a corto plazo: a medio y largo, el intestino puede sufrir daños irreparables.

Comprendido el impacto que esta aparentemente inofensiva proteína puede conllevar, veamos cómo eliminarla de la ecuación a la hora de preparar nuestras elaboraciones.
1. Evitar la contaminación cruzada, el punto de partida para cocinar para celiacos
Un aspecto crucial y que debemos cumplir de forma rigurosa. Cualquier alimento sin gluten que entre en contacto con otro que sí lo tenga se contaminará. Una razón de peso para que extrememos las precauciones al utilizar utensilios como cuchillos o tablas de cocina o, incluso, si tenemos en mente reutilizar aceite para hacer una fritura o emplear un mismo electrodoméstico como una tostadora.
Si hemos de cocinar sin gluten y con él, lo ideal es preparar primero el menú carente de él para elaborar posteriormente el que sí lo contenga. Y sí: ante la mínima duda, es recomendable descartar el alimento que hayamos cocinado. Recordemos el impacto que el gluten puede tener en un organismo que no lo tolera.
Por último, es más que recomendable eliminar de nuestro menaje el que sea de madera. Al tratarse de un material poroso, puede ser una fuente de contaminación.
2. Utilizar harinas alternativas, fundamental
A priori puede parecernos que eliminar de nuestra cocina harinas de trigo, avena y otros cereales con gluten es complicado. Sin embargo, hoy en día contamos con un buen número de alternativas sin él que nos permitirán preparar nuestras elaboraciones con total normalidad. Harinas de garbanzo, de trigo sarraceno o de almendras son algunas de las más habituales. Pero podemos ir, incluso, un paso más allá incorporando harinas otros cereales como la quinoa. Y no solo porque nos pueda dar juego a nivel culinario sino porque, además, basta con saber qué son los superalimentos para comprender hasta qué punto pueden cuidar de nuestro organismo.

Eso sí: paciencia. Estas nuevas harinas tienen sus singularidades, por lo que tendremos que experimentar hasta conseguir darle a nuestras recetas el toque que buscamos.
3. Leer a fondo la información nutricional de cada producto
Fundamental. No solo es importante identificar aquellos códigos E que identifican harinas, cereales y otros ingredientes que contienen gluten. También será fundamental, en el caso de los alimentos industriales, prestar especial atención a la información sobre las posibles trazas que contenga.
Más allá de revisar a fondo el etiquetado, es importante aplicarlo también en rebozados, salsas y condimentos: tres alimentos es los que es común pasar por alto su composición.
4. Apostar por alimentos naturales carentes de gluten
O dicho de otro modo, por una alimentación basada en productos frescos y básicos como son carnes, pescados, fruta o legumbres.
5. Eliminar la cerveza y pasarnos al vino
Aunque es poco sabido, por su elaboración la cerveza siempre contiene gluten. Algo que debemos tener en cuenta no solo como consumidores de esta bebida sino, sobre todo, si buscamos cocinar sin gluten correctamente. Por más que nos guste el toque que aporta a nuestros platos, tendremos que eliminarla.

Aunque nos parezca una renuncia importante, tenemos el vino como alternativa. Tanto si se trata de vino ecológico como del tradicional, al tratarse de una bebida elaborada a partir de fruta no entraña peligro alguno.
¿Cuántos de estos consejos para cocinar sin gluten llevas a cabo?
