Cuándo plantar césped y cómo, una tarea del otoño

Cuándo plantar césped

Es uno de los protagonistas del jardín y, por eso, saber cuándo plantar césped o cómo hacerlo es fundamental. Lejos de lo que se suele creer, los cuidados del césped no se ciñen únicamente a los meses de buen tiempo en los que disfrutamos de él. En realidad, hay un buen número de tareas cruciales para su buena salud que dependen del otoño y que conviene conocer para poder darle lo que necesita. Y sí: el césped necesita atención regular y rigurosa. Pero disfrutar de esa increíble alfombra verde bien merece la pena.

Plantar césped no reviste, en sí mismo, demasiada complicación. Pero no le quitemos importancia. Para que esta tarea dé sus frutos y, sobre todo, para que nuestro césped crezca con la fortaleza suficiente para mantenerse hay que tener presente el calendario de siembra de césped.

Uno que no solo contemplar cuándo plantar sino, también, cómo hacerlo y con qué precauciones.

TAREAS PARA PLANTAR CÉSPED, PASO A PASO

1. Poner a punto el terreno, tan importante como saber cuándo plantar césped

Lo primero que tendremos que revisar es el suelo en el que vamos a plantar césped. Para que las semillas de césped prosperen correctamente, tenemos que garantizar que tiene una textura arenosa y que no hay piedras que puedan entorpecer el crecimiento de las semillas. Por eso mismo, la primera tarea que tendremos que realizar será labrar en profundidad.

Adentrándonos en la tierra con un buen labrado, podremos eliminar aquello que pueda hacer que no crezcan las semillas de césped
Adentrándonos en la tierra con un buen labrado, podremos eliminar aquello que pueda hacer que no crezcan las semillas de césped

De esta forma, estaremos conociendo qué hay bajo la superficie que vemos y podremos eliminar cualquier objeto indeseado. Para que el labrado sea útil, lo mejor es adentrarse unos 30 centímetros en la tierra. Así no solo podremos eliminar cualquier elemento grueso sino también quitar aquellas raíces o hierbas muertas que podamos encontrar bajo la superficie.

Para devolverle al suelo su firmeza y nivel, lo mejor es volver a colocar la tierra con la ayuda de un rastrillo. De esta forma, podremos tapar aquellos agujeros que hayamos creado y procurarle a las futuras semillas de césped un lecho firme y uniforme en el que crecer.

TESTAR EL RIEGO Y LA PRESENCIA DE MALAS HIERBAS

Una vez allanado de nuevo el terreno, es recomendable revisar el sistema de riego. Tendremos que asegurarnos de que no crea zonas de encharcamiento o que tenemos aspersores que se solapan (dando más agua a unas zonas y dejando sin agua a otras) de la misma manera que es importante asegurar que cubre correctamente toda la superficie de césped. Para ello, lo mejor es regar con regularidad para comprobar si la orientación de los aspersores es la correcta y si el drenaje de nuestro suelo funciona como ha de hacerlo.

Regar nuestra tierra labrada nos ayudará a ver si el sistema de riego funciona pero, también, a detectar malas hierbas
Regar nuestra tierra labrada nos ayudará a ver si el sistema de riego funciona pero, también, a detectar malas hierbas

Pero, además, esta tarea nos permitirá solucionar un problema que a simple vista no vemos. Y es que regando y esperando, podremos saber si existen malas hierbas residuales que, a pesar de la labor de labrar, puedan crecer. Para poder eliminarlas antes de la siembra, lo mejor es darle a nuestra tierra labrada un margen para ver si existen semillas que hayan podido germinar y aplicar un herbicida total no residual.

Transcurridos diez días, podremos volver a rastrillar nuestra tierra para eliminar los restos de las malas hierbas muertas. Y, lo que es mejor: nuestro terreno estará listo para empezar esa siembra de césped tan deseada que nos regalará un manto verde natural la próxima primavera.