Se acerca el día por excelencia de los enamorados. Esa cita anual que queremos convertir en única, año tras año, cada 14 de febrero. Si tú también celebras esta fecha, ya estarás pensando cómo crear esa atmósfera romántica tan propia de ella. Si es así, este Do it Yourself (DIY) es para ti: hacer un centro de mesa de San Valentín.
Y nos centramos en decorar la mesa de San Valentín porque es, quizás, una de las protagonistas de esta noche tan especial. Un espacio que, con poca luz y buena compañía, forma parte del ritual de disfrutar de esta velada. Un motivo de peso para que vistamos la mesa acorde con la celebración.
Pensando en ello, te proponemos una manualidad sencilla con la que podrás poner un acento personal a la velada y en la que, además, no puede faltar un punto de naturaleza. Una propuesta de dentro de mesa de San Valentín de nuestra compañera Eva Busto que, además, tiene otra ventaja importante: que puede llevarse a cabo en muy poco tiempo. Perfecto para quienes quieren decorar la mesa de San Valentín pero lo dejan para el último momento.
CÓMO HACER UN CENTRO DE MESA DE SAN VALENTÍN, PASO A PASO
Además de la belleza de la composición y lo sencillo de llevarla a cabo, lo genial que tiene esta propuesta de centro de mesa de San Valentín es que puede convertirse en un elemento vivo de nuestra cena. Eva lo ha creado pensando en que el postre o la copa de después se sirva en este contexto.
Pero vayamos un paso más allá: este centro de mesa de San Valentín puede formar parte de la decoración de nuestra casa si, transcurrida la fecha, lo amoldamos al look de nuestro espacio.
Materiales
- Dos bandejas de madera de diferentes tamaños
- Un anthurio rojo
- Un cubre maceta rojo
- Una guirnalda de San Valentín
- Dos sticks de San Valentín
- Dos vasos de cristal
- Dos portavelas
- Dos velas artificiales
Elaboración
Comenzaremos colocando el anthurio dentro del cubre macetas rojo. Nuestra compañera Eva se ha decantado por esta planta por varios motivos. Por un lado, porque es habitual encontrarla en los hogares de los amantes de la naturaleza por lo llamativo de sus brácteas rojas pero, también, por la increíble facilidad de sus cuidados. Por otro lado, no solo nos da ese color rojo característico que viste toda la decoración de la mesa de San Valentín sino que puede formar parte después del ambiente de nuestra casa, transcurrida la fecha.
Por último, tanto por sus colores como por su carácter vertical nuestro centro de mesa de San Valentín ganará presencia con su uso. Una forma de focalizar la atención en su increíble belleza natural.
Después, prepararemos las bandejas de distintos tamaños introduciendo la de menor tamaño dentro de la más grande. Eva ha optado por este juego de volúmenes para crear dos ambientes distintos dentro de la misma composición, con una ligera diferencia de altura.
Para este centro de mesa de San Valentín, Eva se ha decantado por utilizar unas bandejas de madera en color gris lavado. Dado que el rojo es el color de la temática de este día, jugar con un tono más neutro permite realzar el resto del conjunto.
La bandeja pequeña será la que incorpore el postre o la copa con los que decidamos cerrar la velada, mientras que el espacio de la bandeja grande se destina a los portavelas con velas artificiales. Eva se ha decantado por usar este tipo de velas porque, independientemente de la duración de la velada, permanecerán encendidas. Además de ello, son más seguras y no tienen nada que envidiar a las naturales: recrean el suave movimiento de luz de las velas de fuego.
Tras colocar los sticks sobre la bandeja pequeña, tan solo nos faltaría colocar la guirnalda de corazones. Aunque empezamos ubicándola dentro del conjunto del centro de mesa de San Valentín, la idea es que la llevemos incluso fuera de él. De esta forma, estaremos dando continuidad al centro e integrándolo dentro del conjunto de la mesa.
¡Y este es el resultado! Una elegante y sencillo centro, perfecto para decorar la mesa de San Valentín dándole ese punto de intimidad al que se presta la noche más romántica del año.
¿Te ha gustado este DIY?, ¿te animas a hacer tu propio centro de mesa de San Valentín?






