En apenas unos años, los árboles frutales enanos se han convertido en auténticos imprescindibles entre amantes de las plantas. No solo son una opción perfecta para quienes se plantean cómo cultivar árboles frutales en macetas: una forma de plantado que admiten de buen grado la mayoría de ellos. Además son aliados excepcionales para tener nuestras propias frutas, incluso si vivimos en un entorno urbano o no tenemos jardín.
A pesar de que en el nombre de estos árboles esté el término enano, no nos equivoquemos. Un frutal de estas características puede llegar a medir entre dos y tres metros de altura. Una envergadura que depende en gran medida de la especie que elijamos pero, también, del espacio de crecimiento del que disponga nuestro árbol. Y decimos esto porque, dado que la mayor parte de los frutales enanos se cultivan, en macetas éstas determinarán, también, las dimensiones que alcance nuestra planta. Un buen motivo para que nos planteemos transplantar nuestro frutal cada dos años a una maceta ligeramente más grande.
Y aunque pudiéramos pensarlo, no: que sean de formato reducido no les resta ni una pizca de encanto. Es más: una de las grandes virtudes de estos frutales de talla pequeña es su increíble carácter ornamental.
- ¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE LOS ÁRBOLES FRUTALES ENANOS?
- 1. Son perfectos para espacios reducidos
- 2. Dan frutos, una de las principales ventajas de los frutales enanos
- 3. Son sumamente decorativos
- 4. Facilitan tareas cruciales
- 5. Se pueden transportar, otra ventaja de los frutales enanos plantados en maceta
¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE LOS ÁRBOLES FRUTALES ENANOS?
Los motivos para decantarse por los árboles frutales enanos son variados y, en su gran mayoría, de carácter práctico. Pero antes de más, aclaremos algo: tenerlos no implica unos cuidados especiales o extraordinarios. Es más: son aptos, incluso, para quienes se están iniciando en cuidar plantas.

Más allá de conocer en detalle los cuidados de los árboles frutales en primavera, una de las estaciones más activas para ellos, o durante el otoño hay que saber algo importante. Hay dos tareas específicas que son ligeramente distintas en el cultivo de frutales enanos. La primera: el riego, que debe ser más regular en meses de calor si los tenemos en macetas. Eso sí: fundamental siempre evitar el encharcamiento y que nuestro árbol cuente con un drenaje eficaz. Y, tan importante como esto, la poda: solo la realizaremos una vez nuestro árbol haya alcanzado el tamaño que deseamos o el máximo posible de su variedad.
Al margen de esto, veamos qué hace de los árboles frutales enanos unos imprescindibles para cualquier espacio al aire libre.
1. Son perfectos para espacios reducidos
Resulta obvio, pero no está de más recordarlo. Los árboles frutales enanos no solo deben estar en nuestra lista si nos planteamos elegir árboles para jardines pequeños. También podemos planteárnoslos para un patio, una terraza e, incluso, un balcón.
2. Dan frutos, una de las principales ventajas de los frutales enanos
Solemos pensar que, al ser de tamaño reducido, no dan frutos. ¡Y nada más lejos de la realidad! Como cualquier frutal, lo hacen. Eso sí: su tamaño es acorde al del árbol y son menos generosos con sus frutos de lo que es un frutal convencional.
Para evitar frustraciones, hay algo que no podemos perder de vista: desde el momento de la plantación, los frutales enanos tardan al menos dos años en fructificar.
3. Son sumamente decorativos
Otra de las virtudes de los árboles frutales enanos y que debemos considerar desde varios puntos de vista. Para empezar y al tener un tamaño compacto, la sensación es que son más frondosos ya que todo el follaje se concentra en un área más reducida.
Tan importante como esto es valorar que, si queremos tenerlos en suelo, es posible plantar árboles frutales enanos de forma más concentrada. Su demanda de espacio es menor, tanto en lo que respecta al que necesitan en vertical como en lo referente a su desarrollo bajo tierra. Un detalle que permite conseguir, por ejemplo, cubrir una determinada zona del jardín que no admitiría la plantación de árboles de tamaño convencional.
4. Facilitan tareas cruciales
Algo que está íntimamente relacionado con tu talla. Podar o recolectar fruta es infinitamente más sencillo en los frutales enanos que en el caso de uno de dimensiones convencionales.
Pero incluso más importante que estas dos labores, hay una en la que el tamaño es fundamental. Cuando nos planteamos cómo proteger los frutales de las heladas, uno de los principales inconvenientes es cubrir correctamente nuestro árbol para ponerlo a salvo del frío. Y la razón es obvia: sus dimensiones no ayudan, tanto en lo que respecta a la altura como en lo que concierne al diámetro.
Si tenemos frutales enanos, este punto quedará resuelto de forma mucho más sencilla.
5. Se pueden transportar, otra ventaja de los frutales enanos plantados en maceta
Un detalle sobre los árboles frutales enanos que, si bien podría parecernos secundario, nada más lejos de la realidad. Cultivar en maceta nos permite jugar con su ubicación según nuestras necesidades pero, también, según la climatología. Algo que no podríamos hacer con un árbol frutal convencional plantado en uno de estos contenedores ya que, simplemente, para que prosperara necesitaría una cantidad de sustrato imposible de mover.
Y aunque puedas pensarlo, no: apostar por ellos no es sinónimo de renunciar a la variedad. Porque, incluso así en pequeño, es posible tener un buen número de frutales diferentes regalándonos sus sabores.




