Tres preciosas plantas ornamentales para el jardín

Decidir, difícil. Y no es para menos: porque las tres propuestas de plantas ornamentales que os presentamos son, sin duda, una difícil encrucijada. Llamativas, floridas y coloridas: un trío de ases perfecto para no saber si optar por Hortensias, Rododendro o Buganvillas en nuestro propio paisaje. Tres de las ornamentales más bonitas que existen y entre las que es difícil elegir una sola variedad de plantas.

Por eso, y en función del clima donde vivas y otros factores importantes que vamos a descubrir en este post, os proponemos descubrir cada una de ellas antes de decidir con cuál de estas plantas ornamentales queréis compartir la primavera. Porque ese es otro aspecto interesante de ellas: que no hace falta un jardín para verlas florecer porque las tres plantas admiten ser cultivadas en maceta.

Buganvilla, la reina del verano

Imagen: Axiraa
Imagen: Axiraa

Llamativa y trepadora, la Buganvilla no puede negar su origen tropical. Oriunda de Brasil, la espectacularidad de esta planta ornamental es un hecho. Curiosamente y a pesar de lo que se cree, sus hojas de color no son propiamente su floración: en realidad, más allá de estas brácteas (que pueden ser de diferentes colores, del blanco al rojo pasando por toda la gama de tonalidades intermedia), la Buganvilla florece cuando en mitad de ellas podemos ver unas pequeñas flores blancas. A pesar de las apariencias y de su origen, la Buganvilla no requiere demasiados cuidados pero sí uno fundamental: estar resguardada del frío durante el invierno. Es más: es posible disfrutarla en interior siempre que esté en un lugar con mucha luz.

Solo algo de abono (sin excesos, ya que estropearán la floración), un riego moderado (máximo de tres veces a la semana durante el verano y si está en una maceta; con una será bastante si está plantada en el suelo) y una poda de mantenimiento (en invierno si el clima no es cálido) serán bastantes para disfrutar de ella en todo su esplendor.

Hortensia, la amante de la humedad

Imagen: Louise Leclerc
Imagen: Louise Leclerc

Se han amoldado a nuestro paisaje para hacernos disfrutar todavía más de él y, sin embargo, proceden nada menos que de sur asiático. La Hortensia es un delicioso arbusto que no crece bien en lugares demasiado cálidos y secos, pero que incluso permite ser cultivada dentro de casa en maceta hasta su floración. Amante de la humedad, el riego es un factor determinante tanto para su crecimiento como para que deleite cualquier jardín con sus flores (desde primavera hasta finales del verano). De todos variados, la floración es su momento más espectacular: la espectacularidad de sus bolas florales es una de sus señas de identidad.

Al igual que sucede con la Buganvilla, sus cuidados son sencillos. Es importante no situarlas a pleno sol y, sobre todo, ser rigurosos con su sustrato: necesitan un suelo ácido rico en nutrientes para crecer correctamente y, aunque son amantes de la humedad, el drenaje (sobre todo cuando se cultivan en exterior) es algo vital para ellas (sus raíces no soportan bien el encharcamiento). Por último, la poda (que ha de realizarse cuando termina la floración) será una garantía para volver a tener flores.

Rododendro, la madre de la Azalea

Imagen: M. Martin Vicente
Imagen: M. Martin Vicente

Misma familia botánica que la Azalea, el Rododendro comparte muchas particularidades con la que fue la flor de febrero en Verdecora. Planta ácida, de procedencia oriental y amante de zonas húmedas pero sombrías de cualquier jardín o espacio: el Rododendro es un delicioso arbusto que no soporta el frío y que, bien cuidada, puede llegar a alcanzar los tres metros de altura. Además de exigir un suelo ácido (pH5, al igual que las Hortensias), también necesita un buen drenaje para crecer y algo muy importante. Que el agua de riego sea moderada y baja en cal. Es más: el agua más aconsejada es el agua de lluvia.

Amante de los interiores y del cultivo en maceta, el espectáculo de este arbusto que puede ser árbol es su floración. Con tonalidades variadas y delicadas, hay que saber algo importante: a diferencia de las demás plantas ornamentales que os proponemos, el Rododendro no necesita poda. Es más: puede ser perjudicial, menguando el número de flores de la siguiente floración.

Tres preciosas propuestas para decorar y hacer disfrutar. Y la pregunta es: ¿cuál de las tres elegirías para acompañarte?