Imagínate que, durante un día, el paisaje urbano de una ciudad cambiara y la Naturaleza tuviera su propio espacio entre tanto asfalto. Pues bien: gracias a Parking Day, el pasado 19 de Septiembre y de manera simultánea en diferentes ciudades de 35 países, los urbanitas pudieron vivir de cerca la Naturaleza solamente caminando por sus ciudades.
¿Cómo? Con una propuesta sencilla: mediante la creación de espacios naturales efímeros (la acción solo duró ese día) que nos planteaban una cuestión curiosa viviendo en una ciudad. Renunciar a una plaza de aparcamiento para, en su lugar, crear un pequeño espacio verde en mitad de las aceras y concienciarnos así de lo importante que es no perder ese vínculo con la Naturaleza. Un aprendizaje que, de paso, ayuda a fomentar su respeto.
Este septiembre de 2014 se ha celebrado la séptima edición de Parking Day y, en ésta, ha contado con la participación de Verdecora que estaba presente en dos los de los cinco espacios que acogió la capital. Dos espacios diseñados para que los habitantes de Madrid pudieran disfrutar del contacto con la Madre Tierra así fuera en pequeña escala y con dos acciones muy distintas.
[page-slider items=»5″ image_url1=»https://verdecora.es/blog/wp-content/uploads/2014/09/verdecora-parking-day-fashion-week.jpg» image_url2=»https://verdecora.es/blog/wp-content/uploads/2014/09/verdecora-parking-day-madrid-moda.jpg» image_url3=»https://verdecora.es/blog/wp-content/uploads/2014/09/parking-day-huerto-verdecora.jpg» image_url4=»https://verdecora.es/blog/wp-content/uploads/2014/09/parking-day-huerto.jpg» image_url5=»https://verdecora.es/blog/wp-content/uploads/2014/09/parking-day-flores.jpg» [/page-slider]
Por un lado, el barrio de Argüelles tuvo durante un día su propio huerto. Uno más urbano que nunca que permitió a los viandantes familiarizarse con el cultivo y descubrir todos sus beneficios. Plantas aromáticas, fresas o verduras tuvieron su representación en un espacio que demostraba una vez más que no es necesario tener un jardín para poder disfrutar de un huerto.
Por otro lado, la calle Barquillo fue la anfitriona de una fusión entre plantas, decoración y moda con motivo de la Fashion Week de Madrid: un auténtico escaparate vivo en el que un maniquí convivía con muestra de las plantas que podemos tener en nuestras propias casas.
Dos buenas propuestas para vivir la ciudad de otra manera. Dos oportunidades de recordar que, incluso, viviendo en una ciudad, es posible disfrutar de la Naturaleza.