Cómo elegir antiparasitarios para perros: guía de consejos

Cómo elegir antiparasitarios para perros

Mantenerlos sanos y protegidos de cualquier agresión exterior forma parte de las tareas de cualquier dueño responsable. Algo en lo que los antiparasitarios para perros no son, ni de lejos, un complemento sino fundamentalmente una necesidad. Una forma de hacer que nuestro animal esté blindado contra aquellos insectos y plagas que pueden afectar no solo a su bienestar sino, sobre todo, a su salud. Suficiente motivo para que, a la hora de elegir antiparasitarios para perros, lo hagamos sin prisa y conociendo las ventajas e inconvenientes de unos y otros.

Si bien es cierto que muchas veces nos acordamos de esta profilaxis cuando se acerca el buen tiempo, tenemos que contemplar que los antiparasitarios para perros tienen que formar parte de su rutina de todo el año. Aunque podemos creer que el invierno es un escudo natural para nuestros animales, lo cierto es que hay un buen número de insectos que pueden sobrevivir al frío y estar, por tanto, dispuestos a comprometer la salud de nuestro perro.

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Por esta razón y optemos por el tipo de antiparasitarios para perros que optemos, tenemos que llevar un control regular de sus aplicaciones, usos y fechas de caducidad para que nuestra mascota esté en todo momento protegida sin perder de vista un aspecto: la importancia de los antiparasitarios en primavera y verano, los dos más momentos más comprometidos del año.

IDENTIFICAR LAS AMENAZAS: CLAVE PARA ELEGIR ANTIPARASITARIOS PARA PERROS

Antes de decantarnos por alguno de los distintos tipos de antiparasitarios para perros, es importante conocer de qué tenemos que protegerle exactamente. De esta manera y según incluso el lugar en el que vivamos, podremos elegir el antiparasitario más adecuado para el hábitat en el que se va a desenvolver nuestro animal.

Las dos plagas más comunes en casi cualquier punto de nuestra latitud son las pulgas y las garrapatas. Dos molestos insectos que, más allá del incómodo escozor que pueden provocar, pueden llegar a ser incluso peligrosas tanto para el perro como para nosotros.

Por un lado, las pulgas son uno de los insectos que más reacciones alérgicas provoca tanto en animales como en seres humanos; por lo que controlarlas desde un principio es clave para evitar algunos de sus efectos secundarios: pérdida de pelo, infección por picaduras que se agravan, e incluso fiebre. Añadida a estas dolencias está otra que, además, repercutirá en nuestro hogar: la capacidad de reproducción de las pulgas es elevadísima por lo que, de no tener controlada su presencia en nuestro perro, lo más sencillo es que acabemos todos, animales y humanos, siendo portadores de estos incómodos insectos.

Pulgas y garrapatas en perros

Las garrapatas merecen un capítulo aparte. Y decimos esto porque el perjuicio que causan, tanto en animales como en personas, es incluso mayor que en el caso de las pulgas. Ellas son las responsables de transmitir la enfermedad de Lyme: una infección que puede, incluso, comprometer nuestra vida o la del animal. Un buen motivo para que nuestro perro cuente con protección contra ellas no solo en verano, sino durante todo el año.

Leishmania y parásitos internos, los otros enemigos

Ligado a meses de calor o a climas más templados durante el invierno, también tendremos que proteger a nuestro perro de un más que molesto mosquito: el causante de la leishmaniosis. Aunque su picadura solo está activa cuando el termómetro sube, no es para tomarse a la ligera sus efectos en la salud de nuestro animal ya que la picadura del mosquito transmisor infecta con un parásito que es imposible de erradicar. Aunque puede tratarse y mejorar la calidad de vida de nuestro perro, siempre formará parte de su organismo. Y como vale más prevenir que curar, lo ideal es que evitemos que pueda infectar a nuestro perro velando por su bienestar y utilizando antiparasitarios para perros.

Por último y además de las agresiones externas, tendremos que contemplar luchar contra los parásitos internos. Unos que son, fundamentalmente, de carácter intestinal y que tendremos que paliar con desparasitaciones regulares cada tres meses si queremos cuidar de su salud pero, también, de la de los miembros humanos de nuestra familia.

TIPOS DE ANTIPARASITARIOS PARA PERROS

Conocer a nuestros enemigos nos ayudará a elegir la propuesta idónea para él, y aquí es dónde surge la pregunta: ¿cuál de todos los formatos de antiparasitarios para perros elegir?

Una duda a la que podemos contestar, conociendo las ventajas e inconvenientes que nos ofrece cada uno de ellos sin perder de vista un aspecto importante: siempre tendremos que adecuar el tipo de antiparasitario a las características de edad y peso de nuestra mascota.

Pero antes de entrar a conocer cada uno de ellos, nada como ver estos consejos rápidos de nuestra compañera Yolanda. Una forma de saber, también, la mejor manera de aplicar cada uno de ellos.

Descubiertos los detalles, veamos los pros y contras de cada tipo de antiparasitario para perros.

1. Pastillas, fundamentales para la desparasitación interna

Los parásitos de carácter intestinal son más que habituales en los perros. Y, lejos de ser menores, pueden provocar un paulatino debilitamiento de nuestro compañero. Un buen motivo para seguir una pauta regular en este aspecto e, incluso si usamos pastillas antiparasitarias de carácter natural, consultar a nuestro veterinario de cabecera.

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2. Pipetas, uno de los antiparasitarios para perros más habituales

Son uno de los antiparasitarios para perros más utilizados. Son sencillas de manejar, ya que se trata de ampollas fáciles de transportar y almacenar. Aunque pueden cubrir un amplio espectro de parásitos externos, no suelen conjugar una cobertura íntegra para todos los enemigos que afectan a nuestro peludo. Por eso, en ocasiones tendremos que conjugar distintas pipetas para lograr proteger plenamente a nuestro animal.

También hay que contemplar otros aspectos importantes. El primero está relacionado con cómo aplicamos este producto ya que de esta tarea dependerá que proteja correctamente a nuestro animal. Tan importante como retirar el pelo para que el líquido penetre correctamente en la piel es que la apliquemos en una zona en la que el animal no se pueda lamer.

Pipetas antiparasitarias para perros

Además de esto, es fundamental conocer el peso de nuestro can ya la eficacia de las pipetas está basada en el peso del animal; y tener presente en tiempo que mantienen su efecto ya que cada una de ellas cubre un número de semanas determinado.

3. Collares antiparasitarios, lo ideal para una protección de larga duración

Uno de los tipos de antiparasitarios para perros que han ido ganando popularidad con el paso del tiempo. Y no solo porque sea tan sencillo de aplicar, que no es más que ponerle el collar a nuestro perro, sino por otro motivo de peso. Los collares suelen contar con un espectro de cobertura mayor, ya que algunos de ellos ejercen de escudo protector también ante el mosquito de la leishmania. Además, la vida útil de estos antiparasitarios para perros suele ser también más larga ya que la sustancia que contienen se libera poco a poco.

A pesar de estas ventajas, hay que conocer algunos inconvenientes. O, mejor dicho, algunas precauciones importantes respecto a su uso. Para empezar, no es el tipo de antiparasitario ideal cuando en una casa conviven varios perros. El motivo: entre canes, son habituales los mordiscos y los lametones como parte del juego. Algo que puede provocar una intoxicación y que debemos contemplar. Tan importante como esto es tener una consideración importante. Si nuestro perro es amante del agua, tendremos que confirmar que el collar se puede mojar. Y, aunque admita estar en contacto con el agua, también es recomendable retirarlo cuando se sumerja.

Collares antiparasitarios para perros

Y una última precaución importante. Si es la primera vez que nuestro perro lleva un collar antiparasitario, es conveniente observarlo de cerca. En ocasiones puede provocar reacciones alérgicas.

4. Sprays antiparasitarios, el recurso recomendado para emergencias

Se consideran antiparasitarios exprés y, efectivamente, pueden ser nuestro mejor amigo en caso de urgencia. Si detectamos que nuestro peludo está infectado con pulgas o garrapatas, podemos aplicárselos. Su efectividad ronda las 48 horas: el tiempo justo para que los parásitos mueran y podamos retirarlos de forma sencilla con el cepillados.

Habitualmente y después de la primera aplicación, se suele complementar con otro de los antiparasitarios para perros antes mencionados.

Y ahora que conoces a fondo los antiparasitarios para perros, sus pros y sus contras recuerda: no son un accesorio. Son imprescindibles para velar por la salud de mejor amigo.