No cabe duda de que pocas cosas son tan veraniegas como las piscinas. Suponen un espacio para refrescarse, disfrutar de los días de sol y un lugar único para el ocio familiar. Sin embargo, para todo eso, es importante cumplir con un correcto mantenimiento. Uno que no solo se realiza antes de comenzar a utilizarla sino que, además, debe ser constante durante todos los meses que se utilice.
Por eso mismo, para que las piscinas sigan siendo parte de nuestro verano sin darnos problemas, es importante mantener una limpieza constante como parte de su mantenimiento. Una manera no solo de disfrutarla sino, también, de hacerlo con total seguridad sanitaria.
Veamos, paso a paso, qué debemos hacer para que nuestras piscinas sean aptas para el baño seguro.
- TAREAS DE LAS PISCINAS DURANTE EL VERANO
- 1. Medir el pH, el punto de partida
- 2. Desinfectar el agua, una labor constante en las piscinas durante el verano
- 3. Mantenerla libre de partículas, una tarea diaria
- 4. Revisar filtros y skimmers cada semana
- 5. Mantener limpio el entorno de las piscinas, algo que no debemos olvidar
TAREAS DE LAS PISCINAS DURANTE EL VERANO
1. Medir el pH, el punto de partida
A pesar de que hagamos una medición como parte de la puesta a punto de las piscinas antes de usarlas, es importante repetirla cada cierto tiempo. El sol es un factor que puede modificarlo de la misma manera que el uso, por lo que es importante realizar esta tarea de forma semanal para regularlo. A pesar de que en los propios productos de pH, tanto en los que elevan como en los que lo reducen, se estipula cuáles son los valores correctos; es importante que el pH de las piscinas se encuentre entre los 7.2 y los 7.6.

Y recuerda: antes de utilizar cualquiera de estos productos, es fundamental leer las especificaciones de uso de cada fabricante ya que no todas son iguales.
2. Desinfectar el agua, una labor constante en las piscinas durante el verano
Esta es, sin duda, la tarea más importante. Tengamos en cuenta que las piscinas no dejan de ser un espacio de agua estancada, por lo que mantenerla a salvo de cualquier elemento externo es fundamental para su buena salud. Para las piscinas de agua normal, el cloro de desinfección rápida será suficiente para ayudarnos a eliminar hongos, bacterias y gérmenes. Sin embargo y si se trata de una piscina salina, el tipo de cloración se realiza de manera natural generando un proceso basado en la electrólisis. Al no implicar ningún agente químico, será más respetuoso con la piel y con los ojos.
Es importante que, sea cual sea el proceso de cloración de la piscina, una vez realizado volvamos a medir el pH ya que es uno de los factores que se altera especialmente ante cualquier cambio del agua.
Más allá del cloro, hay dos aspectos todavía más importantes en las piscinas. Por un lado, evitar tanto la proliferación como la creación de bancos de algas. No solo porque son peligrosas al crear una superficie resbaladiza sino sobre todo porque, si no las erradicamos desde el principio, será mucho más complicado hacerlo después. No solo enturbian el agua y generan malos olores. También pueden comprometer la calidad del agua. Para eliminarlas, nada como aplicar rutinariamente un producto algicida.
3. Mantenerla libre de partículas, una tarea diaria
En la rutina diaria de las piscinas está, de forma obligatoria, retirar cualquier cuerpo extraño que pueda caer en el agua prestando especial atención a la materia que puede descomponerse. Hojas de árboles, césped y hierba son visitantes habituales del agua que conviene retirar diariamente de forma manual con la ayuda de un recogehojas.
Pero además de la superficie debemos fijarnos en el fondo de las piscinas. En ellas es habitual que se dé un fenómeno conocido como floculación. O, lo que es lo mismo, todas aquellas partículas que no atrapan los filtros y que son susceptibles de acabar en el suelo de la piscina, descomponiéndose y comprometiendo la calidad del agua. Para ellas, lo ideal es limpiar el fondo de la piscina antes de utilizarla cada día mediante un limpiafondos, un robot o una aspiradora manual.

4. Revisar filtros y skimmers cada semana
Clave para el buen funcionamiento general de las piscinas. Aunque nuestros filtros sean sumamente eficaces, conviene hacer una revisión semanal de su estado. Es más que probable que hayan atrapado materia, como las hojas, que no pueden limpiar; y, si es el caso, retirarlas de manera manual ayudará a su correcto funcionamiento.
Tan importante como esto es pasar revista a los skimmers de superficie en el caso de las piscinas desmontables.
5. Mantener limpio el entorno de las piscinas, algo que no debemos olvidar
Cuando hablamos de piscinas solemos centrarnos y concentrarnos únicamente en el agua. Sin embargo y tan importante como ella es realizar un correcto mantenimiento de su entorno. Una manera de evitar, por ejemplo, impurezas en el agua y facilitar, así, las tareas de limpieza. Pero además hay otro aspecto más que no podemos perder de vista: la seguridad. Mantener limpios bordillos en el caso de las piscinas encastradas es clave para evitar los accidentes.

