Cómo montar una mesa de cultivo

Cómo montar una mesa de cultivo

Disfrutar de los sabores de verduras y hortalizas no implica forzosamente disponer de un jardín o de mucho espacio. Tener un pequeño huerto en un espacio urbano es posible de forma sencilla. Basta con disponer de de unos pocos metros cuadrados, conocer las claves para empezar un huerto y saber cómo preparar una mesa de cultivo. Un punto de partida que nos permitirá descubrir un hobby que acaba convirtiéndose en una auténtica forma de vida.

En los últimos años, los huertos urbanos han vivido un desarrollo espectacular. Algo que ha cambiado, para muchas personas, la forma de entender la vida en la ciudad. Lejos de la idea habitual de huerto, balcones y terrazas se han transformado en espacios perfectos para el cultivo. Una manera de aprovechar el espacio exterior para tener un contacto directo con la naturaleza.

Veamos qué necesitamos para preparar una mesa de cultivo y, lo que es más importante, cómo llevar nuestros cultivos a buen puerto.

PASOS PARA PREPARAR UNA MESA DE CULTIVO

Aunque a priori pueda parecerlo, montar una mesa de cultivo no implica una gran dificultad. Sin embargo, es importante tener algo muy claro. Disfrutar de nuestras plantas correctamente pasa por tener en cuenta algunos aspectos fundamentales en su planificación. El punto de partida es, precisamente, decisivo para el buen desarrollo de los huertos urbanos. De prepararlo correctamente dependerá que nuestras plantas de huerto crezcan correctamente. Y lo que es más importante: que no nos frustremos si nuestros cultivos no prosperan.

Preparar una mesa de cultivo paso a paso

Así que vayamos paso a paso, y sin precipitarnos. Algo que es absolutamente fundamental para que nuestro pequeño huerto progrese como debe hacerlo.

1. Analizar las condiciones del espacio del huerto

Uno de los principales motivos por los que, en ocasiones, los cultivos no prosperan es porque no tienen lo que necesitan. Antes de lanzarnos a elegir plantas de huerto es fundamental saber cuáles son las condiciones de luz e, incluso, de viento del espacio en el que estará nuestro huerto. Conocer en detalle estos aspectos nos permitirá elegir correctamente las plantas que podemos cultivar.

2. Elige la mesa de cultivo más adecuada para ti

Otro aspecto que tenemos que estudiar en detalle. Los huertos urbanos están pensados, precisamente, para quienes disponen de poco espacio. Algo que, aunque en principio, pueda parecernos un inconveniente no tiene por qué serlo. La versatilidad de estos espacios de cultivo es tal que se adecuan a casi cualquier lugar. 

Mesa de huerto
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A la hora de elegir entre los distintos tipos de mesas de huerto, hay dos aspectos que tendremos que contemplar. Por un lado, es fundamental elegir una que encaje en nuestro espacio sin suponer un inconveniente. Por otro, hay que saber que algunas de las mesas de huerto determinarán el tipo de cultivos que podemos tener. Por ejemplo: los huertos urbanos verticales son ideales para espacios reducidos, pero nos obligan a elegir cultivos que no demanden mucha profundidad.

3. Prepara la tierra en condiciones

Saber cómo preparar la tierra para el huerto es, sin duda, fundamental antes de ponerlo en marcha. Es más: podemos considerarlo, sin lugar a dudas, el fundamental para el buen devenir de nuestro huerto. De la tierra y su buena composición dependerá que nuestros cultivos tengan todos los nutrientes que necesitan para crecer. Pero no es lo único clave: de nuestra mezcla de tierra dependerá, también, el correcto drenaje. 

Conseguir ese equilibrio entre nutrientes y una correcta evacuación del agua es una de las cosas que tendremos que mimar al preparar una mesa de cultivo. Para lograrlo lo ideal es contar, fundamentalmente, con dos componentes. Por un lado, la fibra de coco: uno de esos tipos de sustratos que mejoran sustancialmente la estructura del suelo. No es la única ventaja que ofrece esta enmienda: también favorece la retención de agua. Para que cumpla correctamente con su función, lo ideal es que este sustrato suponga el 60% del total de nuestra tierra.

Pero ¿y qué pasa con el 40% restante? Pues que tendremos que emplearlo para que nuestras plantas tengan esos nutrientes tan necesarios. La mejor manera de garantizar este aspecto es con humus de lombriz: un sustrato con un alto poder fertilizante natural. 

4. Instala el riego, el último paso para preparar una mesa de cultivo

Aunque lo de regar a mano nos parezca una buena idea, es interesante contemplar el uso de alguno de los sistemas de riego. Hacerlo no solo nos garantizará que nuestras plantas reciban la cantidad de agua adecuada, sin excesos ni defectos. Además evitará que nos llevemos algún que otro mal rato si nos olvidamos de regar.

Aunque pueda parecernos un detalle menor, es sumamente importante instalar en riego de forma paralela a preparar una mesa de cultivo. Solo así podremos garantizar que instalamos nuestra mesa de cultivo cerca de tomas de agua y luz.  

Y ahora que sabes cómo montar una mesa de cultivo ¿te animas a tener la tuya propia?