Con la llegada de la Nochevieja, se acerca uno de los momentos más complicados para nuestros perros. Hablamos de esos petardos y pirotecnia que suelen formar parte de la manera de recibir el Año Nuevo. Una manera de conmemorarlo que, si bien para los humanos puede ser motivo de celebración, es razón de pánico para los peludos con los que compartimos nuestras vidas (especialmente los perros).
A pesar de que en muchos lugares del mundo (como Italia) se ha comenzado a utilizar pirotecnia silenciosa para evitar que la Nochevieja se convierta en un atragantón para los perros, en nuestro país el ruido sigue formando parte de la fiesta.
Una parte poco celebrada por nuestras mascotas que, más allá de necesitar entender si tenemos un perro, podemos calmar con algunas pautas sencillas. Unas normas que no le evitarán a nuestro perro el miedo a petardos y pirotecnia pero que, al menos, le ayudarán a sobrellevar el momento.
POR QUÉ LOS PERROS TIENEN MIEDO DE LOS PETARDOS
El pánico (sí, hemos utilizado la palabra pánico) que despiertan petardos y pirotecnia en los perros se fundamenta en su increíble sistema auditivo. Como es bien sabido, el oído de los perros es uno de sus sentidos más agudizados y, precisamente por ello, las explosiones suponen algo absolutamente insoportable para ellos. No solo porque el ruido es percibido por sus orejas como un auténtico estruendo, sino más bien porque semejante nivel de contaminación acústica se transforma en auténtico dolor físico para un perro.

Para ellos, tanto petardos como pirotecnia suponen una auténtica experiencia traumática que, además, desencadena un singular proceso natural. El más antiguo de todos y el más irracional: la mera supervivencia. Por ese motivo, cuando un perro está expuesto a petardos y pirotecnia no tiene capacidad de evaluar que se trata únicamente de un ruido. Para ellos, supone una auténtica amenaza que despierta un comportamiento irracional que, en muchas ocasiones y según dónde se encuentre, puede ser incluso peligroso para su salud.
Si nuestro perro escucha el sonido de petardos y pirotecnia estando en casa, su primera respuesta será esconderse o, incluso, morderse a sí mismo (hasta el punto de poder hacerse daño). Sin embargo, si esto sucede en la calle su respuesta innata es escapar sin ser capaz de mantener ninguna de las pautas de aprendizaje que le hayamos inculcado y, lo que es peor, permaneciendo absolutamente ajeno a lo que sucede alrededor (y con esto nos referimos, sobre todo, a que es tan el nivel de ansiedad que tienen que son incapaces de ver incluso los coches con los que pueden cruzarse).
CONSEJOS PARA CALMAR A UN PERRO EXPUESTO A PETARDOS O PIROTECNIA
Está claro que no está en nuestra mano evitar que nuestro perro sufra por petardos y pirotecnia. Lo que sí podemos hacer es intentar calmarle cuando esté expuesto a ellos, contemplando siempre que para cuando esto suceda podremos tenerlo en un espacio controlado (léase dentro de una casa).
Para empezar, es fundamental que evitemos que el momento en el que petardos y pirotecnia exploten sea fuera de casa. Para ello, es recomendable adelantar el paseo nocturno en previsión de cuándo se producirán las explosiones festivas y que nosotros mismos le transmitamos a nuestro perro normalidad. Con esto nos referimos a que no alteremos el comportamiento habitual, tanto fuera de casa como dentro, ya que nuestro perro puede sentir ese cambio de pautas y responder con nerviosismo.

Una vez en casa, lo ideal es preparar el espacio para el momento en el que calculamos se van a lanzar petardos o fuegos artificiales. Con esto, no nos referimos a un gran despliegue sino a pautas básicas: tratar de que puertas y ventanas estén cerradas (para evitar tanto huidas descontroladas por pánico como para quitar algo de ruido del exterior), bajar las persianas para tratar de aislar el espacio, y poner algo de música no estridente para disipar el impacto de los petardos y la pirotecnia.
Además, es interesante que nuestro perro tenga a mano un mordedor o, incluso, unos premios en el momento de las explosiones de petardos y pirotecnia. De esta manera, podrá paliar su ansiedad que le provoque el ruido (la mordida es fundamental para que los perros se relajen mentalmente y se evadan) y, además, ambas cosas nos ayudarán a calmarle. Porque, más allá de todas las precauciones que tomemos, algo fundamental en el momento en el que petardos y pirotecnia inunden con su ruido la noche es que estemos junto a él y mantengamos el contacto físico. Gracias a esto, podremos ayudar a nuestro perro a calmarse y a generar endorfinas (que favorecerán que su ansiedad disminuya paulatinamente).
Caricias que ayudarán a que se tranquilice pero, también, a que él comience el año como se merece: con nosotros, con la mayor calma posible y feliz.
¿No es ese el deseo de cada año para quienes, como tú, aman a su perro y son dueños responsables?
Descubre toda la variedad de chucherías, snacks y juguetes para tu perro aquí> Accesorios perro
