Son, por excelencia, las dos plantas de la Navidad. Dos plantas que, con la llegada de esta época del año, cobran todo el esplendor de los colores que las caracterizan para no solo honrar las fechas sino, también, para ponerles un color natural muy personal.
Poinsettia y Princettia son, al fin y al cabo, plantas familiares entre sí en cuanto a cuidados y aspecto. Pero también porque son las plantas que, año tras año, tienen su hueco asignado en nuestros hogares.
Tienen tantos nombres que es imposible quedarse solo con uno más allá del botánico. Y es que a la Poinsettia y la Princettia se las llama, respectivamente, Estrella de la Navidad y Estrella del Otoño pero, también y de una manera mucho más sencilla y popular, Flor de Pascua.
DIFERENCIAS ENTRE POINSETTIA Y PRINCETTIA
A pesar de su familiaridad botánica, es importante saber que existen diferencias entre la Poinsettia y la Princettia aunque éstas no influyen en su manera de cultivarlas. Y es que, a pesar de sus diferencias, tanto las unas como las otras son igual de sensibles al exceso de riego y a los ambientes extremos (demasiado cálidos o demasiado secos).

Más allá de que el colorido es una seña bastante para identificarlas, es importante saber que la Princettia es en realidad una planta híbrida. De ahí que sus diferencias morfológicas con respecto a la Poinsettia sean delicadas pero reales: además de tener las hojas ligeramente más pequeñas que la planta de la Navidad, la Princettia es además más resistente.
Y si algo las diferencia es que mientras la Princettia alcanza el esplendor de su colorido durante el otoño (y lo prolonga hasta el pleno invierno), en el caso de la Poinsettia su recorrido es más breve. De ahí que su nombre todavía rinda homenaje a sus orígenes: nuestra Flor de Pascua procede, nada menos, que de Centroamérica y era una flor emblemática de la cultura azteca (que la conocían como «la que se marchita», por la escasa duración de su coloración en las brácteas).
POINSETTIA Y PRINCETTIA EN LA DECORACIÓN DE NAVIDAD
Dada la importancia tanto de Poinsettia como de Princettia como parte de la Navidad, son también elementos naturales imprescindibles en cualquier espacio para acabar de poner el acento navideño tan característico.
Y es que nada como apelar a la creatividad para encontrarle a ambas plantas un hueco perfecto en la decoración de Navidad. Así podremos plantearnos contar con ellas no solo como pequeños detalles vivos sino, también, como elementos de un centro de mesa (dándoles incluso el protagonismo) o para crear bodegones navideños en el alféizar de la ventana o incluso en el recibidor.
Lo único que tendremos que tener en cuenta es que, las ubiquemos donde lo hagamos, es importante que cuenten con una temperatura estable, buena luminosidad y una correcta ventilación (evitando las corrientes).
Y tú ¿cuál prefieres, el color tradicional de la Poinsettia o la originalidad de la Princettia?

