No cabe duda: la llegada del buen tiempo tiene dos flores características. Petunias y Surfinias parecen ser la antesala del verano, el color del regreso del buen tiempo. El espíritu de una primavera que se alarga, incluso, durante el verano y hasta que comienza el otoño. Sus flores acampanadas son el mayor signo de distinción de ambas plantas pero: ¿sabías que, a pesar del parecido, Petunias y Surfinias son diferentes?
Empecemos por lo que tienen en común, que no es otra cosa que sus cuidados. Ambas plantas son amantes del sol e, incluso, lo aguantan de manera directa. Sin embargo, requieren mucho riego (precisamente por su aguante a exposición solar) y con una precaución si queremos que sus flores se mantengan sin estropearse: el agua debe evitar siempre mojar sus flores.
Curiosamente, Petunias y Surfinias aguantan el frío (siempre que sea moderado) y, resguardadas de él y con los cuidados necesarios, pueden durar de un año para otro. No es lo común y además tiene un inconveniente: las plantas viejas florecen peor. Un buen motivo para plantearnos recoger las semillas de las Petunias y sembrarlas al año siguiente.
Y decimos de las Petunias, sí. Porque esa es precisamente una de las diferencias entre Petunias y Surfinias: las Surfinias son un híbrido de las Petunias, por lo que sus estambres son estériles y no dan semillas para poder replantar (como sí sucede con las Petunias). Sin embargo, las Surfinias se pueden multiplicar a través de esquejes aunque no es la mejor forma de reproducción de las plantas.

Imagen: Takeshi Kawai en Flick
Otra de las diferencias entre Petunias y Surfinias son las flores: aunque ambas comparten esa forma acampanada tan peculiar de esta especie, en el caso de las Surfinias siempre tienen muchas más flores (aunque son algo más pequeñas que las de las Petunias). Y, por último, la diferencia más visible también relacionada con sus flores: en el caso de las Surfinias, su naturaleza las hace más frondosas tanto en hojas como en flores. Y, precisamente por su forma natural, las Surfinias son llamadas en ocasiones «Petunias colgantes». La Petunia, sin embargo, solo crece y poco en vertical. Es más una planta rastrera (si bien levanta algunos centímetros sobre la tierra) que no alcanza nunca la espectacularidad floral de las Surfinias (por razones obvias: es un único tallo mientras que las Surfinias tienen muchos más). Un motivo por el que las Petunias son más económicas que las Surfinias pero mucho menos llamativas.
En lo que no se diferencian es en el colorido de sus flores que, es además, una de sus grandes ventajas: su amplio abanico de tonalidades (que oscilan del blanco más radiante al rojo más intenso, pasando por toda la gama de azules y violetas imaginables) facilitan un juego de color acorde con cualquier decoración.