Singular, hermosa y una de las orquídeas más tropicales que existen: la Promenaea es uno de los representantes botánicos más especiales dentro de una familia (la de las orquídeas) que está presente en prácticamente todo el mundo y que, además, no deja de sorprender. Procedente de las selvas brasileñas, la Promenaea es una rara excepción en el mundo de las orquídeas por un motivo especial: sus llamativas flores amarillas son, además, perfumadas.
Una rareza para disfrutarla y un motivo más que suficiente para que sea la protagonista del mes de Marzo en Verdecora.
Y es que sus flores amarillas son su máximo signo de identidad. A diferencia de otras orquídeas, en el caso de la Promenaea las flores son más pequeñas y nacen en varas (incluso desde la base de la planta) de las que cuelgan de manera pendular. Cuando es adulta y en óptimas condiciones de cultivo, la Promenaea se llena de flores desde las raíces hasta la copa generando un efecto visual redondeado de flor y extraordinariamente bello.
Pero, para eso, es importante saber cuidarla correctamente y darle a esta singular orquídea las condiciones que necesita para crecer y deleitarnos en cualquier espacio.
CONDICIONES DE CULTIVO DE LA ORQUÍDEA PROMENAEA
El origen de la Promenaea marca mucho el hábitat que necesita para desarrollarse: acostumbrada a crecer entre los musgos de las cortezas de los árboles (necesita un alto grado de humedad para poder vivir correctamente), está considerada una auténtica escaladora capaz de desarrollarse a lo largo de troncos de gran altura.
Además, la frondosidad de las copas de las selvas del sur de Brasil le facilitan el crecimiento casi sin querer: es amante de la luz tamizada y la necesita para poder desarrollarse e, incluso, florecer (florece en primavera). Está claro que, lejos de su hábitat natural, no podemos recrear estas mismas condiciones al pie de la letra pero sí podemos ayudarla a que esté lo más cómoda posible para que su cultivo sea un éxito.
Para empezar, hemos de tener en cuenta que a pesar de su origen tropical es amante de las temperaturas frescas antes que las cálidas. Un buen motivo para buscarle una ubicación perfecta en casa: alejada de la calefacción y con buena ventilación. Con un añadido: es mejor que le incida (siempre tamizada, por ejemplo a través de una cortina) la luz de la mañana que la de la tarde. En cuanto a dónde cultivarla, la Promeneae es exigente quizás por sus orígenes: por eso, siempre crecerá mejor en una maceta con corteza de madera o, incluso, en una cesta de madera.
Además del sustrato de cortezas, es recomendable ayudarla a crecer con perlita y una buena capa de drenaje en la parte inferior de arlita (la humedad, a pesar de necesitarla, es una de las mayores enemigas de sus raíces). También es posible cultivarla simplemente sobre una rama o una placa de corcho, pero eso sí: cubriendo sus raíces de musgo para que mantengan la humedad y controlando mucho que no esté empapado constantemente (para evitar que se pudran).
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