La responsabilidad de tener un animal

Tener un animal no es, únicamente, tener un nuevo compañero en nuestra casa. Es, además, un auténtico miembro de la familia (con muchos beneficios, sobre todo cuando se trata de niños) que requiere unos cuidados específicos y que necesita atención. Algo que hemos de tener muy claro a la hora de incorporar un animal del tipo que sea (ya sea un perro, un ave o un hámster) a nuestra casa. Ser propietario de un animal de compañía implica una responsabilidad que hay que conocer a priori antes de tomar la decisión de tener un compañero.

Precisamente por eso, es indispensable que antes de traer a casa un nuevo inquilino nos planteemos cuáles son las características de nuestro hogar y tomar la decisión en función de ellas. Ya no solo nos referimos al espacio disponible que tenemos (si optamos, por ejemplo, por un perro de gran tamaño hemos de ser consecuentes con sus necesidades) sino también a nuestros horarios, tiempo de ocio que pasamos en casa y tipo de vida que llevamos.

Es indispensable hacer el ejercicio de «¿cuánto tiempo tengo para dedicarle?» antes de optar por un animal u otro. Mientras que ciertos animales (como los pequeños roedores, los pájaros o los peces) requieren unos cuidados básicos y llevaderos (en el caso de los acuarios, por ejemplo, es una mera tarea de mantenimiento diaria), hay otros que necesitan mucha más atención (como puede ser el caso de los perros que, como buenos animales sociales, necesitan de tiempo humano para su bienestar físico y emocional).

Más allá del tiempo que tenemos disponible, tenemos que ser también conscientes de algo importante: el presupuesto que podemos dedicarle a nuestra mascota. Algo que es importante tener en cuenta ya que la responsabilidad de un dueño no es solo prestarle atención a un animal o incluirlo en los planes familiares. Parte de nuestra responsabilidad pasa por velar por su bienestar físico mediante un correcto seguimiento veterinario, optando por una alimentación sana para ellos según su tipología y manteniendo unos cuidados aparentemente estéticos (por ejemplo, en el caso de perros y gatos los obligatorios cepillados y baños) que no dejan de ser salud.

Y, si después de todo ese ejercicio previo a aumentar la familia todavía tenemos dudas de qué animal elegir, acércate a cualquiera de nuestros centros. Nuestros dependientes podrán ayudarte a decidir cuál es la mejor alternativa animal para que tener una mascota sea positivo y, sobre todo, responsable.