Fin del verano, comienzo de los cuidados

El verano ha entrado en cuenta atrás y, con el fin de las vacaciones, toca volver a la rutina. Una «vuelta al cole» que no es solo para nosotros sino, también, para nuestras mascotas. Porque con los días de ocio, ellos también han disfrutado de ese relax que marca la temporada estival: paseos fuera de lo habitual, baños en la playa o en el río, algún que otro capricho fuera de su dieta habitual… y una larga lista de pequeños caprichos porque, a la hora de la verdad, compartir el verano con ellos pasa por hacerles partícipes de nuestra laxitud.

Precisamente por eso, es fundamental que con la vuelta a la normalidad sigamos una serie de pautas básicas que ayudarán a mantener la salud de nuestra mascota. Un protocolo sanitario que comienza por someterlo a un control de parásitos ya que el verano es un caldo de cultivo ideal para pulgas y garrapatas. Si está en nuestro calendario desparasitarlo (de manera interna y externa), éste es el mejor momento para evitar que cualquier parásito pueda complicar su salud. Por eso mismo, desechar los juguetes que ha utilizado durante el verano también es un gesto de salud: de esa manera, lograremos que la vuelta a casa sea aséptica en todos los aspectos.

Seguimos con las revisiones, empezando por las zonas más delicadas después del calor: plantares (que suelen sufrir de manera habitual, pero más en verano y sobre todo en las excursiones por el campo), oídos (el fin de las vacaciones suele venir acompañado de otitis) y ojos (si detectamos que nuestra mascota tiene más lagrimeo o los ojos rojos, es más que recomendable visitar al veterinario) deben ser nuestros objetivos prioritarios. El calor, ese poco amigo de nuestras mascotas, se ceba especialmente con esas zonas de la misma manera que lo hace con su pelaje. Porque si el calor nos reseca a los humanos el pelo, lo hace infinitamente más en el caso de nuestras mascotas. Nudos, pelo áspero e incluso dermatitis son malos compañeros del post verano.

Y, como últimos consejos, dos fundamentales. Por un lado, recuperar sus hábitos y horarios (sí, ellos también sufren nuestro descontrol de horarios) y, por otro, fomentar el ejercicio como clave de su salud. Un ejercicio que no debe ser solo cuestión del verano.

Fotos | Eduardo