Con el final del verano, es momento de comenzar a pensar en cómo proteger la piscina en invierno. Una tarea a la que solemos resistirnos, como si supusiera la despedida real del verano. Por más melancolía que nos suponga, tenemos que ser prácticos. Realizar correctamente el invernaje de la piscina no solo garantizará que su puesta en marcha, la próxima temporada, sea mucho más ágil. También será clave para que todos los elementos y accesorios de piscina estén en perfecto estado cuando llegue el momento de volver a utilizarla.
Incluso si no vivimos en un clima de inviernos rigurosos, no podemos perder de vista que es la estación más extrema del año. La humedad, las bajas temperaturas y la falta de sol no solo causan estragos en la naturaleza: también pueden pasar factura a los elementos inertes de nuestro jardín. Un buen motivo para, incluso, realizar esta labor de forma paralela a otra crucial: saber cómo proteger los muebles de exterior durante el invierno.
Por la importancia de la labor, veamos algunos consejos para proteger la piscina en invierno. Unas recomendaciones que nos permitirán disfrutar, el próximo verano, de ella en perfecto estado.
CÓMO PROTEGER LA PISCINA EN INVIERNO
Llevar a cabo correctamente el invernaje de la piscina pasa por conocer en detalle qué necesita ésta para mantenerse correctamente a pesar del frío empezando por un detalle fundamental: no es necesario vaciarla. Es más: ni siquiera es recomendable. Con los cuidados adecuados, el agua de nuestra piscina puede tener una vida de entre cinco y seis temporadas. Vaciarla no solo es un gasto innecesario de agua poco respetuoso con nuestro entorno. Además, puede suponer un desembolso económico elevado en la factura del próximo verano.

Así que veamos algunos tips para que nuestra agua sea apta para el baño el próximo verano pero, también, para que nuestra piscina sobreviva a la estación más dura del año. Y no nos referimos, únicamente, a una piscina de obra: todos estos consejos también son aptos para piscinas desmontables.
1. Eliminar la suciedad, el punto de partida para proteger la piscina en invierno
La suciedad es, precisamente, el principal enemigo de la salud del agua de la piscina. Además y teniendo en cuenta que la tarea de invernaje suele realizarse entrado ya el otoño, es altamente probable que en nuestra agua haya hojas y otros residuos vegetales propios de esta estación. Para evitar que pudran el agua en los meses de invierno, es más que recomendable retirarlos a conciencia.
Pero no nos ciñamos únicamente al agua. También tendremos que contemplar todo el resto de elementos de la piscina que están en contacto con ella, desde skimmers a filtros. Y sí: paredes incluidas. También tendremos que guardar limpios todos los accesorios de limpieza, como los limpiafondos.
2. Revisa el cloro y el pH antes de usar un invernador
Aunque pensemos que con una limpieza material es suficiente, la realidad es bien distinta. A pesar de que no podamos verlas, es más que probable que haya sustancias microscópicas de suciedad en el agua que conviene eliminar. Para ello, hay que clorar la piscina vigilando el pH, y dejar durante al menos dos días la depuradora funcionando.

Una vez tengamos el agua limpia de impurezas, es momento de utilizar un invernador. Este tipo de productos desinfectan por completo el agua, eliminando cualquier impureza y preparándola para aguantar sin movimiento todo el invierno. Nuevamente y con vistas a que este químico haga su labor, tendremos que añadirlo al agua en la proporción indicada y poner a funcionar nuevamente la depuradora.
3. Baja el nivel del agua por debajo de los skimmers
Importante. Por increíble que nos parezca y a pesar de ser una gran masa de agua, la de nuestra piscina también puede congelarse en inviernos rigurosos. Y, aunque podamos pensar que no es peligroso, puede serlo para ciertos elementos como los skimmers.
Para evitar que una helada pueda estropearlos, tendremos que sacar agua hasta que el nivel quede por debajo de ellos.
4. Instala un cobertor
Algo que no solemos hacer, ni en piscinas de obra ni en las desmontables, y que sin embargo puede ayudar mucho a mantener nuestra agua limpia durante los meses de inactividad.

Colocar el cobertor para piscina evitará que hojas, insectos o cualquier otro foco de suciedad se deposite en el agua. Sinónimo de esto es que tendremos que emplear menos químicos para mantener limpia la piscina y, de paso, harán que estemos más tranquilos si en nuestra casa hay peques o mascotas.
5. Revisa cada cierto tiempo el estado de tu piscina
¡Fundamental! Proteger la piscina en verano no es, únicamente, seguir los pasos del invernaje y olvidarnos de ella. Durante los meses de desuso, será fundamental que cada cierto tiempo le pasemos revista e, incluso, retiremos la suciedad que haya podido acumularse en el agua.
Este mínimo mantenimiento no solo facilita la nueva puesta en marcha en primavera. También es clave para detectar a tiempo cualquier problema o avería que pueda originar el frío.
¡Y listo! Con estos consejos, podrás proteger la piscina en invierno para poder disfrutar de ella plenamente cuando regrese el verano.
