Es un término del que oímos hablar constantemente y, sin embargo, solemos desconocer en detalle qué son los fitosanitarios y, más en concreto, los fitosanitarios naturales. Una alternativa al uso tradicional de los químicos que, más allá de ser más seguro para el ser humano, presenta sustanciales ventajas para mantener sano nuestro entorno y, fundamentalmente, para preservar a la fauna que vive en él.
El uso de fitosanitarios está extendido tanto en la jardinería como, especialmente, en el sector agrícola. En este último, su uso permite sacar adelante los cultivos de forma más eficaz y, sobre todo, evitando la merma en plantas y producción que pueden ocasiones las distintas amenazas de las que protegen los fitosanitarios.
Su uso está mucho más extendido de lo que pensamos también en nuestra vida doméstica y, sin embargo, desconocemos qué son los fitosanitarios naturales y los químicos. Y lo que es más importante todavía: cómo repercuten en el cultivo de nuestras plantas del tipo que sean.
- ¿QUÉ SON LOS FITOSANITARIOS?
- DIFERENCIAS ENTRE FITOSANITARIOS NATURALES Y ECOLÓGICOS CON RESPECTO A LOS QUÍMICOS
- 1. Los fitosanitarios naturales se elaboran con compuestos orgánicos, una ventaja frente a los químicos
- 2. La forma de actuar sobre las amenazas es distinta y eso provoca resistencias en los químicos
- 3. Los fitosanitarios químicos actúan con mayor rapidez y son más versátiles en su aplicación
- 4. Los naturales desaparecen antes del medio ambiente, con lo positivo y negativo que eso supone
- 5. Los fitosanitarios naturales son más seguros incluso para nosotros
¿QUÉ SON LOS FITOSANITARIOS?
Empecemos comprendiendo exactamente qué son. Los fitosanitarios son todas mezclas que contienen distintas sustancias activas o ingredientes para proteger a las plantas de organismos que puedan ponerlas en riesgo. Un paraguas bajo el que se engloba que puedan comprometer su salud vegetal, que afecten al desarrollo de la planta o, incluso, que puedan evitar su floración o dar fruto.
Habitualmente, los fitosanitarios se emplean para frenar el avance de plagas y hongos. Son el nombre bajo el que se engloban insecticidas y fungicidas, y que permiten mantener a raya a pulgones y ácaros o amenazas fúngicas como la botrytis o la fumagina. También es el nombre bajo el que se amparan los herbicidas, los bactericidas o los destinados a combatir pequeños roedores.

Hasta hace pocos años, los fitosanitarios eran fundamentalmente mezclas químicas. Algo que, como sucede con los abonos naturales y químicos, tiene una clara repercusión sobre la naturaleza. Es tal su impacto que, desde 2009, la Unión Europea regula los componentes que pueden o no utilizarse para este tipo de productos. Una forma de garantizar la protección tanto de la salud humana como de la animal y, de paso, la medioambiental.
Y es que no podemos olvidar un aspecto. La pérdida sucesiva de insectos claves para la polinización, como pueden ser las abejas, se debe en cierta medida al uso de fitosanitarios químicos. Unos que no son inocuos para estos insectos tan valiosos y motivo, también, de haber comenzado a desarrollarse soluciones para proteger a las plantas que sean respetuosas con el entorno.
DIFERENCIAS ENTRE FITOSANITARIOS NATURALES Y ECOLÓGICOS CON RESPECTO A LOS QUÍMICOS
La huella sobre el planeta de los fitosanitarios naturales versus los químicos es diferente. Mientras los primeros son más seguros tanto para humanos como para animales o polinizadores, al no contener tóxicos; los químicos sí pasan factura. Permanecen en la naturaleza y no solo pueden comprometer la fauna sino, también, envenenar la tierra y estar presentes en nuestros cultivos de huerto o frutales.

1. Los fitosanitarios naturales se elaboran con compuestos orgánicos, una ventaja frente a los químicos
Como su nombre indica, los fitosanitarios naturales están elaborados con ingredientes procedentes de plantas, minerales e, incluso, organismos vivos. El extracto de neem o el bicarbonato de sodio son algunos de ellos.
En el caso de los fitosanitarios químicos, son productos sintéticos creados en laboratorios. Aunque pueden contener compuestos orgánicos, no lo son.
2. La forma de actuar sobre las amenazas es distinta y eso provoca resistencias en los químicos
Los fitosanitarios naturales actúan de forma más suave y, habitualmente, no persiguen matar a las plagas sino impedir su desarrollo. Están diseñados para afectar a su sistema nervioso, reproductivo o, incluso, para evitar que crezcan. Por eso y dado que su finalidad es tan concreta, no suelen afectar a otros organismos ni animales que haya en las proximidades ni tampoco generar resistencia en las amenazas a las que atacan.

No ocurre lo mismo con los fitosanitarios químicos. Su objetivo es atacar directamente a varios procesos biológicos de las plagas a la que se dirigen. La agresión es tan directa que, por supervivencia, éstas puedan desarrollar un mecanismo de inmunidad a la amenaza química restándole, así, utilidad.
3. Los fitosanitarios químicos actúan con mayor rapidez y son más versátiles en su aplicación
Es una de sus grandes virtudes y está íntimamente ligado al punto anterior. Al ser más productos diseñados específicamente y, además, con un objetivo claro de erradicar las plagas su efectividad es más rápida que en el caso de los fitosanitarios naturales.
Además, los fitosanitarios químicos se presentan en distintos formatos para adaptarse a las necesidades de cada tipo de planta y facilitar su aplicación.
4. Los naturales desaparecen antes del medio ambiente, con lo positivo y negativo que eso supone
Dado que cuentan con componentes naturales y de origen biológico, los fitosanitarios naturales se degradan más rápido en el medio ambiente. Algo sumamente positivo ya que se reduce la posibilidad de que se acumulen en la naturaleza, en una determinada planta o en el suelo de cultivo; pero que puede conllevar una aplicación más regular con respecto a los fitosanitarios químicos.

Estos últimos permanecen en el entorno durante mucho tiempo ya que no son sintetizados por la naturaleza. Algo que puede contaminar el suelo o el agua.
5. Los fitosanitarios naturales son más seguros incluso para nosotros
Para nosotros, para la fauna, para nuestras mascotas. Los fitosanitarios naturales no contienen tóxicos y, por tanto, no son una amenaza como tal para nuestra salud.
Y tú ¿por qué apuestas, por los fitosanitarios naturales o por los químicos?
