Cuidados de la Stephania erecta, la planta original

Cuidados de la Stephania erecta

Es una de esas plantas que no pueden faltar para quienes tienen su propia colección botánica. Además de ser original y diferente, los cuidados de la Stephania erecta hacen muy sencillo disfrutar de su singularidad. Y es que además de ser poco exigente, no hay más que mirarla para comprender por qué resulta irresistible. No, no es la típica planta al uso sino que es la diferencia lo que la hace única. Y sí: tenerla es sinónimo de maravillarse con las increíbles formas que puede llegar a adoptar la naturaleza, y valernos de ellas para decorar cualquier espacio.

A priori podríamos pensar que el principal atractivo de la Stephania erecta radica únicamente en su caudex: un tallo con forma de bola redondeada que recuerda a una patata. Y no cabe duda: es sumamente llamativo. Pero lo es todavía más que de él, precisamente, nacen los tallos en los que se disponen unas hojas redondeadas, intensamente verdes y con unas nervaduras marcadas que las hacen todavía más hermosas. Y no perdamos de vista dos detalles para asombrarse más si cabe. Por un lado, las hojas crecen en espiral. Por otro, los tallos pueden llegar a medir hasta ocho metros de largo. Un dato que nos confirma otra de sus virtudes: es una planta trepadora.

Stephania erecta en maceta
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Conocidos todos estos atractivos, es momento de conocer cuáles son los cuidados de la Stephania erecta. Una planta sencilla de cultivar apta, incluso, para quienes se inician en cuidar plantas.

7 CLAVES EN LOS CUIDADOS DE LA STEPHANIA ERECTA

Antes de saber a fondo los cuidados de la Stephania erecta, conviene conocer un poco más a fondo su caudex. Y es que este tubérculo del que brota nuestra maravillosa planta tiene una peculiaridad que marca las necesidades de la planta: sirve para almacenar agua. Un detalle que, de forma instintiva, podemos relacionar directamente con los cactus y crasas sin equivocarnos demasiado. Y es que una de las singularidades de la Stephania erecta es, precisamente, que se considera una semisuculenta. Algo que conviene saber y que, si estamos familiarizados con cómo cuidar las plantas suculentas, nos resultará sumamente familiar.

Además de este detalle, que nadie se asuste si su Stephania erecta no tiene el caudex bajo tierra. Es cómo debe estar por el bienestar de la planta: apoyado, únicamente, sobre el sustrato y con una parte ínfima bajo tierra. Y la razón está íntimamente ligada a lo que comentábamos antes: no tolera nada bien los excesos de agua.

Detalle del caudex de la Stephania erecta

Teniendo todo esto en cuenta, veamos cómo disfrutar de esta belleza exótica en nuestra casa sabiendo un último aspecto que nos puede ahorrar disgustos y planticidios. Con la llegada del otoño, es más que probable que nuestra planta pierda por completo toda su parte aérea. Podríamos pensar que hemos cometido algún error en los cuidados de la Stephania erecta pero la realidad es bien distinta. Nuestra planta ha entrado en reposo vegetativo y volverá a brotar con la llegada de la primavera.

1. Una ubicación sumamente luminosa, fundamental para su bienestar

El punto de partida en los cuidados de la Stephania erecta. Por sus orígenes, es una planta que demanda estar en un espacio sumamente iluminado durante el mayor número de horas posibles del día. Aunque le encanta la luz, no le sucede lo mismo con el sol directo: puede quemar sus hojas, especialmente cuando nuestra planta es todavía demasiado joven.

Además, conviene mantenerla a salvo de corrientes de aire.

Flores de la Stephania erecta
Floración de la Stephania erecta

2. Temperatura cálida, uno de los cuidados de la Stephania erecta que debemos vigilar de cerca

Es una planta tropical originaria de climas cálidos y húmedos. Por eso, lo ideal es tenerla de forma constante entre los 18 y los 20 grados. Como podrás imaginar, no tolera el frío. Y, por más que en su lugar de origen sea de carácter silvestre, en nuestras latitudes debemos cultivarla como parte de nuestras plantas de interior.

3. Un suelo suelto y que favorezca el drenaje

Que existan distintos tipos de sustratos para plantas no es casual: cada uno de ellos da respuesta a las necesidades específicas de las mismas. Y si, en cualquiera hemos de cuidarlo, en el caso de la Stephania erecta todavía más.

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¿La razón? Por un lado, no tolera el exceso de agua pero, al mismo tiempo, necesita contar con un suelo mínimamente húmedo. Dos características que solo podemos conseguir utilizando un sustrato para cactus y crasas en el que añadiremos una dosis de perlita para garantizar la retención de humedad.

4. El riego, uno de los cuidados de la Stephania erecta vitales para su buena salud

Podríamos decir sin equivocarnos que el cuidado más importante. Para empezar, hay que saber que el riego debe ser moderado para dar esquinazo a ese encharcamiento que podría acabar con nuestra planta. Es más: hablamos de una planta que tolera infinitamente mejor la sequía que el exceso. Por eso y siempre antes de llevar a cabo esta labor, comprobaremos la humedad de las capas inferiores a la superficie.

Y si tu Stephania erecta entra en parada vegetativa en otoño, recuerda suspender el riego. Solo cuando comience a rebrotar será momento de volver a hacerlo.

5. Humedad ambiental, otro aspecto a cuidar

Y que necesita para su bienestar, especialmente en los meses de invierno y verano. Para conseguirlo podemos o bien pulverizar sus hojas, muy recomendable en meses de verano; o bien crearle una atmósfera húmeda alrededor sin que ésta entre en contacto con la base de la maceta.

6. Abonar para ayudarla a crecer

No es uno de los cuidados de la Stephania erecta más importantes, pero conviene tenerlo en mente. Ayudarla a crecer renovando sus nutrientes es una tarea que debemos agendar en nuestro calendario.

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Para ello, lo ideal es utilizar un abono orgánico como el humus o, en su defecto, un abono para plantas verdes que disolveremos en el agua de riego.

¿Cada cuánto aplicarlo? Cada 15 días desde la primavera hasta el final del verano.

7. Vigilar las enfermedades y plagas

Si bien en general es una planta resistente, a los ácaros en general les resulta sumamente apetecible. Por eso es habitual que araña roja, pulgón y cochinilla algodonosa pongan sus ojos en ella.

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En caso de detectar cualquiera de estas plagas, es fundamental frenar su avance lo antes posible ya que su capacidad de colonización es extraordinaria. Y no solo eso. también es recomendable aplicar un insecticida con carácter preventivo que nos permita mantener nuestra planta a salvo de cualquier amenaza.

Y ahora que conoces más a fondo a la Stephania erecta ¿tú también te has enamorado?