5 plantas prehistóricas que puedes disfrutar en casa

Plantas prehistóricas que puedes disfrutar en casa

Aunque no lo sepamos, hay un buen número de especies vegetales que nos acompañan desde tiempos de los dinosaurios. Un hecho que convierte a las denominadas plantas prehistóricas en las más antiguas del Planeta y que, de paso, da cuenta de su increíble fortaleza. Tengamos en cuenta que hablamos de especies capaces de resistir a las mismas glaciaciones que terminaron con los lagartos de increíble tamaño que poblaban la Tierra. Especies que, curiosamente, forman parte de nuestro día a día sin que apreciemos que son los vestigios más antiguos de ella.

Las plantas prehistóricas son la muestra viva de hasta qué punto la naturaleza es sabia. No hay más que ver que han logrado perdurar hasta nuestros días gracias a su capacidad de adaptar sus mecanismos vegetales a las circunstancias. Lógicamente, cómo las conocemos hoy no es exactamente cómo eran en sus orígenes. Pero, a pesar de su evolución, es posible datarlas gracias a los múltiples fósiles en los que están presentes. Unas muestras que evidencian su presencia ¡y su edad!

Por su importancia, hoy queremos descubrirte algunas plantas prehistóricas que conviven con nosotros. Unas que podemos disfrutar en casa y que, además, no nos exigirán mucho. Si han sido capaces de llegar hasta nuestros días ¡son capaces de sobrevivir incluso a los jardineros más olvidadizos!

5 PLANTAS PREHISTÓRICAS PERFECTAS PARA CUALQUIER JARDÍN

Cuando se habla de plantas prehistóricas, solo se suele identificar una: el helecho. Una especie que poblaba la Tierra hace millones de años hasta el punto de ser la especie vegetal más habitual. Su evolución es, precisamente, una muestra de la inteligencia natural. No solo se plasma en las 12.000 variedades que existen de esta planta. También lo hace en dónde podemos encontrarla. Y la respuesta es sorprendente: desde zonas de clima ártico hasta las selvas tropicales. Es más: incluso su manera de reproducirse, por esporas, es una herencia prehistórica. Un ejemplo más de hasta qué punto su capacidad de adaptación es aplastante.

Pero dejemos el helecho a un lado, y veamos otras plantas prehistóricas que podemos disfrutar en nuestro jardín. Unas ideales para espacios con sombra o semisombra y que no solo son poco exigentes en sus cuidados. Además, son sumamente resistentes al frío. ¡Algo lógico si tenemos en cuenta que han sobrevivido incluso a las glaciaciones!

Descubre nuestras plantas prehistóricas y sus singularidades.

1. La cyca, una de las plantas prehistóricas considerada «fósil viviente»

Cyva, una de las plantas prehistóricas por excelencia
Una de las plantas prehistóricas por excelencia. Descubre más de la cyca aquí

Se la considera la planta más antigua de la tierra. También llamada palma sago o palma de Iglesia, procede del sur de Japón. Curiosamente y a pesar de tener aspecto de palmera, pertenece al género de las coníferas. De carácter perenne, esta planta ornamental precisa poco riego y soporta hasta cinco grados bajo cero. Si vivimos en una zona con baja humedad en el ambiente, el emplazamiento ideal para que viva y crezca es en semisombra. Y veamos en detalle su crecimiento porque, a pesar de que puede alcanzar los tres metros de altura, no tiene prisa en hacerlo. Así que es poco apta para impacientes.

Más allá de su belleza y su punto exótico, la cyca es una planta singular. Y decimos esto porque es dioica o, lo que es lo mismo, puede ser masculina o femenina. La manera de diferenciar ante qué tipo de ejemplar estamos es a través de su morfologías. La cyca macho cuenta con una espiga central lateral grande, mientras que la hembra tiene un conjunto de hojas cortas.

Florece entre finales del verano y comienzos del otoño.

2. Ginkgo biloba, la planta dorada y milenaria del otoño

Hojas de Ginkgo biloba
Una de las plantas prehistóricas más espectaculares por su coloración en otoño. Consigue la tuya en nuestra tienda online Verdecora

La espectacularidad es, quizás, la mayor característica de estas plantas prehistóricas. Y es que no solo adquieren un crecimiento que puede rozar los 30 metros. Además, con la llegada del otoño, sus hojas verdes claras se tornan doradas. Una coloración que hace de esta estación de transición uno de los momentos más bonitos del año en el jardín. También perteneciente a la familia de las coníferas, necesita un emplazamiento a pleno sol o en semi sombra para crecer con calma. Y, si bien soporta sin problema el frío intenso, lo cierto es que su temperatura ideal está entre los 10 y los 20 grados.

También llamada planta de los abanicos por la forma y disposición de sus hojas, sus cuidados son sencillos. No necesita un riego excesivo, aunque sí debe ser abundante durante el primer año para ayudar a enraizar. Tampoco es exigente en lo que respecta al suelo, aunque demanda que sea fértil para poder crecer. Y lo mejor de todo: es súper resistente. Y con esto no nos referimos solo a la climatología sino, también, a las plagas.

3. Davallia, un helecho que ama el interior

Davallia, un helecho perteneciente a las plantas prehistóricas
Perfecto como elemento decorativo, este helecho no necesita siquiera sustrato para crecer. Inclúyelo entre tus plantas de interior

Si empezamos hablando de los helechos como máximo exponente de las plantas prehistóricas ¡no podía faltar uno en nuestra selección! Y no es cualquiera. Porque el helecho davallia es, precisamente, una muestra de la resistencia de la naturaleza. Capaz de crecer incluso sin sustrato, es perfecto para disfrutar de él en interiores y de manera colgante. Amante de la luminosidad, no tolera ni el calor ni el sol directo.

También llamado helecho de pata de conejo por las hojas que hacen de ancla al soporte en el que está, es exigente en lo que respecta a la humedad del ambiente. Por eso tendremos que rociarla de manera habitual con un pulverizador.  Si la cultivamos en maceta, lo ideal es que el sustrato se seque entre riego y riego.

4. Araucaria araucana, la conífera con hojas en forma de flor

Araucaria Araucana, una de las plantas prehistóricas más hermosas
La disposición de las hojas de estas plantas prehistóricas es un espectáculo. Disfrútala en tu jardín

Una de las plantas prehistóricas más peculiares por la disposición de sus hojas, que crean forma de flor. Lo más curioso es saber que son coníferas y familia de los pinos. Pero la curiosidad no está ahí, sino en cómo las hojas de estos últimos han evolucionado hasta ser como son las de la araucaria araucana. Al igual que las otras coníferas prehistóricas que hemos comentado, su crecimiento es lento.

El momento ideal de plantación es a finales del invierno, y el emplazamiento idóneo uno a pleno sol o en semi sombra si vivimos en un clima muy cálido en los meses de verano. Para que crezcan sin problemas, necesitan un suelo rico en materia orgánica y ligeramente arenoso. De esa manera, el drenaje que necesitan estará garantizado.

5. Podocarpus nivalis, la gran superviviente del frío

Podocarpus nivalis
Un arbusto precioso y resistente, ideal para cualquier zona del jardín o terraza. Conoce más de ella aquí

Y cerramos nuestra propuesta de plantas prehistóricas con una perfecta para climas sumamente fríos. Y decimos esto porque esta variedad de podocarpus resiste hasta 30 grados bajo cero. Una resistencia extraordinaria para un arbusto originario de Nueva Zelanda y que puede vivir casi a cualquier altura sobre el nivel del mar.

De hoja perenne, es algo más exigente que sus congéneres de la época de los dinosaurios. Demanda un suelo ligeramente ácido, pero también crece correctamente en suelos neutros. Eso sí: para que prospere, necesita suelos que mantengan la humedad. Algo que va de la mano de otra exigencia: el drenaje. Hablamos de una planta que no tolera el encharcamiento, por lo que el suelo debe evacuar correctamente cualquier exceso de agua. Respecto a la ubicación, podemos cultivarla en semi sombra o plenamente expuesta al sol.

Cinco plantas prehistóricas perfectas para cualquier espacio y cualquier tipo de amante del jardín. ¿Por cuál de todas ellas te decantarías? ¡Difícil elegir solo una!