Cuando elegimos compartir nuestra vida con un animal, surgen muchas dudas. Unas que se sustentan, sobre todo, en nuestras rutinas diarias y el tiempo del que disponemos para su bienestar. Si esa es nuestra situación, tener un conejo como mascota es una elección maravillosa. No solo son animales simpáticos sino, también, extremadamente cariñosos y sociables. Dos características que conviene cuidar, ya que su bienestar emocional forma parte de su bienestar físico.
Por eso, tener un conejo conlleva entender que son animales agrestes por lo que no solo necesitan tener su tiempo de libertad por casa. También es más que recomendable que salgan al exterior y disfruten de él. Sin embargo, para que un conejo disfrute de la experiencia es necesario tener en cuenta algunas consideraciones. Unos aspectos que inciden, fundamentalmente, en su seguridad.
Si ya vimos cómo pasear a un conejo, hoy queremos ver en detalle cómo hacer que nuestro animal se divierta también en un jardín o terraza. Una actividad más que positiva para él, pero que debemos llevar a cabo con algunas consideraciones.
QUÉ CONTEMPLAR PARA TENER UN CONEJO EN EL EXTERIOR
Parte de las necesidades de un conejo es poder estar en el exterior. Esto no solo redundará en positivo en su calidad de vida sino que, además, será también bueno para su humor. Sin embargo, y antes de tomar la decisión de tener un conejo en exterior, hay que contemplar algunos factores comenzando por uno fundamental: conocer a fondo los cuidados de los conejos.
Para garantizar su bienestar, nuestra compañera Nuria nos resume en apenas unos minutos sus necesidades.
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Conocidas sus necesidades, veamos algunos pormenores previos a tener un conejo en el exterior.
Por un lado, un conejo no deja de ser una presa para algunos depredadores. Y, curiosamente, bajo este paraguas se incluye uno de los más populares en los hogares: el gato. El instinto cazador de un felino puede darnos más de un disgusto si optamos por tener un conejo en un jardín sin supervisión, especialmente de noche. Además, la curiosidad del conejo obliga a vallar a conciencia cualquier espacio exterior si lo que queremos es que deambule y juegue por él libremente. Algo fundamental no solo para nuestra tranquilidad sino, también, para su seguridad.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que hay determinadas plantas que pueden ser venenosas para ellos. Unas completamente inofensivas para nosotros que, a ellos, pueden suponerles un problema de salud. Jacinto tanto en flor como en bulbo, Aloe Vera o Adelfa son algunas de las plantas que ellos pueden encontrar en nuestro jardín, y que pueden comprometer su salud. Por eso, antes de decidir tener un conejo en el exterior, hay que pasar revista a nuestras especies vegetales. La mejor manera de ahorrarnos una visita urgente y poco agradable al veterinario.
Tampoco está de más que, en caso de que tengamos un huerto, lo vallemos. Los conejos son grandes ladrones de esas ricas verduras que cultivamos con ahínco. Por lo que, de querer recoger nuestra cosecha, tendremos que evitar que se la puedan comer previamente ellos.
Por último, hay un punto importante antes de sacar cualquier conejo al exterior: que esté al día de sus vacunas. Para que estas salidas al exterior no sean perjudiciales, tendrá que estar vacunado regularmente contra la mixomatosis y la fiebre hemorrágica del conejo. Ambas dos son mortales, de carácter vírico y pueden evitarse simplemente con una vacuna anual.
DOS FORMAS DE TENER UN CONEJO EN EXTERIOR
Una vez revisados estos aspectos, veamos los dos escenarios en los que podemos tener un conejo en el exterior.
1. Tener un conejo en el jardín
Para poder tener un conejo siempre en el exterior, no solo hay que tomar las precauciones de las que acabamos de hablar. Además, hay que disponer un espacio específico para ellos. Esta casa para conejos o conejera debe contar con diferentes estancias. Unas que darán respuesta a las necesidades del animal y que, además, velarán por su seguridad.

Para que el espacio para tener un conejo en exterior sea ideal, deberá contar con los siguientes elementos:
- Una zona de descanso en altura, que le permita descansar evitándole la humedad del suelo. Lo ideal es colocar en ella un lecho para que esté más cómodo. Si no tiene una doble altura, es fundamental colocar algún aislante en el suelo.
- Una zona de recreo de entre 2,5 y 4 metros cuadrados. Por su seguridad, tendremos que vallarla alrededor. De esta forma, acotaremos el espacio y estaremos seguros de que el conejo juega libremente por el jardín solo con nuestra supervisión.
- Una bandeja higiénica o rinconera que nos facilite la limpieza y mantenimiento de la conejera. Es importante que, de la misma manera que lo hacemos dentro de casa, la hagamos de manera regular para evitar cualquier tipo de suciedad o infección.
- Bebedero para roedores y comedero para conejos.
- Una bandeja de heno para conejos de buenas dimensiones, para que pueda comer cuando le apetezca.

Más allá de elegir una buena conejera para él, es fundamental que la coloquemos en el lugar correcto. Algo de vital importancia, ya que los conejos son sumamente sensibles a los cambios de temperatura. Comprender este aspecto pasa por saber que la temperatura corporal de este tipo de animales es de 39 grados. Algo que hace que, por debajo de los 15 y por encima de los 28 grados, su salud pueda verse comprometida.
Por eso, la casa de un conejo debe estar en un lugar que cuente con sombra en verano; y esté resguardado del frío y las corrientes en invierno. De hecho, lo ideal es que en los meses en los que bajan las temperaturas resguardemos al conejo dentro de casa. Algo que también debemos hacer en los meses de verano, si nuestra casa es más fresca que la temperatura exterior.
Y, aunque decidamos tener un conejo en exterior, eso no significa que no le vigilemos. Es más: decidir tenerlo así implica precisamente extremar la vigilancia sobre él. Una razón por la que muchos dueños responsables optan por instalar una conejera con su vallado para que el animal la disfrute únicamente bajo su supervisión.
2. Hacer salidas al jardín con un conejo
Si no nos convence tener un conejo en el jardín por una cuestión de tranquilidad o porque no podemos cumplir con toda la seguridad que necesita ¡no hemos de privarle de salir! Podemos optar por instalar una casa para conejos y que la disfrute con nuestra compañía. Pero también podemos hacer que disfrute del exterior sacándole con nuestra supervisión.

Lo ideal para este tipo de ratitos en el jardín es que los disfrutemos evitando las horas centrales del día. Esas en las que, sobre todo en los meses de calor, la temperatura sube. Además, y sobre todo en las primeras salidas, es importante evitar que haya mucha gente en el espacio. El conejo tiene que acostumbrarse al arnés, que ya le genera de por sí nerviosismo; y a un espacio nuevo. Dos razones de peso para que optemos porque las primeras salidas sean lo más calmadas y controladas posibles.
Tampoco está de más que pongamos a su disposición un bebedero con agua fresca y algo de heno. Si está muy nervioso, masticar este manjar le relajará y le permitirá disfrutar del aire libre.
Por último, un consejo: a la hora de elegir un arnés para tener un conejo en exterior, es importante elegir siempre un arnés para conejos. Al ser de tela y sin costuras, no le resultará incómodo ni perjudicial. ¡Podrá tirar cuanto quiera sin miedo a lastimarse!
Y, ahora que sabes lo que es necesario, ¿te animarías a tener un conejo en el jardín? ¡Cuéntanos tu experiencia!

