Se acerca el frío y, con él, llega el momento de pensar en el estanque en invierno. Un momento comprometido para estos pequeños ecosistemas acuáticos, que cuentan con los meses de otoño para comenzar a prepararlos. Y es que, de la misma manera que resguardamos cultivos o plantas de las inclemencias invernales, nuestro estanque también demandará ciertos cuidados para poder estar preparado para estos meses de bajas temperaturas.
Y si creemos que solo peces y plantas forman parte de los cuidados del estanque en invierno, estamos equivocados: más allá de ellos, que como seres vivos son la prioridad de nuestras tareas, tendremos que prestar especial atención al agua. Ese medio vital y fundamental tanto para los habitantes vegetales como para los animales de un estanque, que en invierno necesita unas atenciones especiales.
Así, veamos algunas de las tareas que tenemos que realizar durante el otoño para que nuestro estanque en invierno esté protegido.
PREPARAR A LOS PECES, LA PRIORIDAD DEL ESTANQUE EN INVIERNO
Aunque no se puede generalizar, dado que nuestro país cuenta con climas diversos, sí es posible contar con unas pautas generales sobre cómo cuidar a los peces del estanque en invierno. Si bien una gran mayoría de los peces que suele haber en los estanques pueden permanecer en ellos durante los meses fríos, es importante conocer las características específicas de las especies que pueblan el nuestro para tomar una u otra decisión.
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Si nuestro estanque tiene más de 60 centímetros de profundidad y contamos con especies de peces resistentes, podrán permanecer en el estanque en invierno. Especificamos esta profundidad ya que, de ser menor, el agua sí corre el riesgo de congelarse; y, de ser así, tendremos que plantearnos sacar los peces durante los meses de frío a contenedores que estén protegidos dentro de casa.
Si el estanque cuenta con esa profundidad, veremos cómo nuestros peces pasarán los meses de frío en el fondo. Esto se debe a que es en esa zona dónde se encuentran las aguas más cálidas, por lo que se refugiarán ahí del frío de la superficie.
Para salvaguardar esta capa cálida del estanque en invierno, es importante que o bien nos planteemos apargar la bomba de circulación de agua para evitar que la más fría se mezcle con la más templada, o bien la dejemos funcionando pero apuntando en dirección horizontal cerca de la superficie. Por los mismos motivos y en caso de que tengamos una cascada en el estanque, tendremos que apagarla o dejarla en mínimos.
Durante los meses de frío, los peces entran en letargo paulatino que se convierte en hibernación cuando la temperatura llega a 7 grados. Sin embargo, tenemos que aprovechar el otoño para comenzar a acostumbrarles hacia este cambio de estación en el que permanecerán durmiendo. Seguramente, ya habremos observado que nuestros peces de estanque han disminuido su apetito. Una señal de que se están preparando para dejar de comer. Por ello, tenemos que aprovechar el otoño para cambiar su dieta, disminuyendo sus raciones diarias y también el aporte de proteínas.
Gracias a este descenso paulatino en la alimentación de nuestros peces, el estanque en invierno registra una menor actividad bacteriana. Algo que nos permitirá apagar el filtro, siempre y cuando tomemos la precaución de cubrir el estanque con una red para evitar que hojas y demás deshechos orgánicos puedan caer en el agua y desencadenar su putrefacción.
Por último, si creemos que puede formarse una capa de hielo en la superficie del estanque en invierno lo ideal es que tengamos un aireador funcionando en la superficie. De esta manera, estaremos permitiendo que nuestro estanque cuente con la cantidad necesaria de oxígeno en el agua.
CUIDADOS DE LAS PLANTAS DE ESTANQUE EN INVIERNO
Aunque una gran mayoría de estas plantas pueden permanecer en el estanque en invierno, sí tendremos que prestar atención a algunos cuidados para que el frío no comprometa ni su bienestar ni ese equilibrio sano que necesitamos más que nunca en esta época del año en el agua.
De la misma manera que los peces buscan el fondo del estanque por contar con agua más cálida, este lugar será el idóneo para proteger a algunas especies vegetales del frío. Sin embargo, es importante que contemplemos que para ubicar nuestras plantas en esta zona tendremos que podarlas en su gran mayoría ya que, si no, pueden contribuir al mal estado del agua.
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Así si tenemos plantas en macetas como por ejemplo los lirios, lo ideal es que llevemos las macetas en cestas al fondo del estanque tras haberlas podado. Una poda que tendremos que realizar, también, en las plantas de ribera que adornen los alrededores de nuestro pequeño ecosistema de agua dulce. Así, estaremos evitando que sus hojas comprometan la salud del agua. En el caso de plantas como las lechugas o los jacintos, tendremos que retirarlos en estos meses en los que las bombas y los filtros no están funcionando.
Y, si tenemos plantas tropicales, lo ideal es transportarlas a contenedores dentro de casa y tener la esperanza de que así soporten el invierno. Dado que es complicado, os recomendamos guardar algún rizoma en turba para tratar de volver a plantarlo con la llegada de la próxima primavera.