El huerto: protagonista del mes de enero

Parece mentira pero es enero, precisamente enero, el mes fundamental del año para un huerto. A pesar de que es uno de los meses en los que es difícil sacarle partido a nuestras plantaciones, todo el resto del año depende fundamentalmente de los cuidados que le demos a lo largo de este mes. Enero es el arranque para que, con la llegada de la primavera y el verano, nuestro huerto esté a pleno rendimiento y podamos obtener sus frutos. Una de las recompensas, sin duda, de unirse al huerting como filosofía de ocio y de vida.

Precisamente por eso, es este mes cuando hemos de comenzar por el punto de partida: la preparación de los semilleros. Un comienzo que es común para prácticamente todas las hortalizas de la cosecha de los meses de sol. Un gesto que nos permite alargar un poco nuestra cosecha (tengamos en cuenta que, de comenzar ahora, los semilleros estarán en pleno rendimiento cuando lleguen las estaciones cálidas) pero para el que es fundamental tener ciertos cuidados. El más importante: revisar, si son de la temporada pasada, si están en buenas condiciones y sobre todo si las que hemos decidido plantar soportan bien el frío (si dudamos, es conveniente dejar esa siembra para un poco más adelante y fundamental revisar el calendario de cultivo).

Porque, ahora mismo, el mayor enemigo de nuestros semilleros es sin duda alguna el frío. Si queremos tener éxito y que nuestras plántulas crezcan correctamente, tenemos que ser conscientes de que es necesario protegerlas de las bajas temperaturas. Porque es precisamente el frío el culpable de que no germinen bien o, incluso, de paralizar su crecimiento. Para evitar que eso suceda y que no tengamos los plantones necesarios para plantar en el huerto, es importante proteger nuestros semilleros bajo plástico o en un pequeño invernadero (recomendado, ya que nos permitirá regular mejor la temperatura y la humedad, dos aspectos fundamentales en el momento de la siembra). Mediante este sistema, podremos comenzar a plantar semillas de lechuga, col, coliflor o apio.

Los semilleros de enero serán fundamentales para la cosecha de nuestro huerto
Los semilleros de enero serán fundamentales para la cosecha de nuestro huerto

Otra opción (perfecta para semillas de tomate, berenjena o calabacín) es que nuestro semillero cuente con una cama caliente (que realizaremos, colocando en la parte inferior de nuestro semillero una capa de estiércol fresco) o, simplemente, cubrir los semilleros (en superficie, directamente sobre la tierra) con un aislante natural como puede ser la paja. De esta forma, conseguiremos que cultivos como el perejil o las espinacas (que necesitan más calor que otros habitantes de nuestro huerto) consigan arraigar correctamente.

Y, por último, una opción más sencilla que es además de las más efectivas: utilizar un propagador eléctrico. A pesar de su nombre, no deja de ser un germinador que permite (en una atmósfera controlada, básicamente porque está cerrada y alimentada por la red) mantener protegidas nuestras semillas de cualquier inclemencia. Un sistema que, precisamente porque está controlado por nosotros, nos permitirá algo que no es tan sencillo con los demás métodos: plantar (casi) lo que queramos. Porque, ya sea una semilla mas delicada o menos, tendrá de manera constante lo que necesita: calor para crecer.

Fotos | Verdecora, Guía de Jardinería